1.- Su beneplácito por la recuperación de la identidad del nieto número noventa y ocho por parte de las Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo.

2.- Su reconocimiento a las Abuelas de Plaza de Mayo por su inclaudicable búsqueda de la verdad, la justicia y la identidad de nuestros hermanos argentinos.

Señor presidente:

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la recuperación del nieto número 98, hijo de desaparecidos durante la dictadura militar. Los padres de este joven fueron secuestrados en el año 1979 y desde esa fecha se encuentran desaparecidos. Su apropiador fue un oficial de inteligencia del Ejército y su existencia era desconocida por su familia biológica por ignorar su nacimiento.

La desaparición de personas y la apropiación de sus hijos nacidos en cautiverio fueron los más bajos atropellos a la dignidad humana ocurridos durante la última dictadura militar.

Ha pasado el tiempo y lamentablemente algunos compatriotas han olvidado los padecimientos a los que fueron sometidos compañeros y simples ciudadanos en aquellos años siniestros de nuestra historia. Pero ha querido nuestro destino que podamos contar con estos grupos de mujeres que encarnan la memoria viva de aquellas generaciones vilmente diezmadas por el terrorismo de Estado y que no olvidan ni claudican en su lucha por recuperar a sus seres queridos, salvamente arrebatados de sus vidas y no cesan en su objetivo de obtener justicia por semejante atrocidad.

Considero, entonces, oportuno, una vez más, manifestar beneplácito y reconocimiento por este logro que mantiene viva en la conciencia colectiva un pedazo de nuestra historia que jamás debemos olvidar para que nunca más vuelva a repetirse.