DERECHOS HUMANOS Y GARANTIAS
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PROYECTO DE DECLARACION
Expediente: 5425-D-2011
Sumario: EXPRESAR PESAR POR EL FALLECIMIENTO DEL ESCRITOR, MAESTRO Y MILITANTE DE LOS DERECHOS HUMANOS EDUARDO ROSENZVAIG, OCURRIDO EL DIA 8 DE OCTUBRE DE 2011.
Fecha: 04/11/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 167
Su pesar por el
fallecimiento del escritor, maestro y militante Eduardo Rosenzvaig,
ocurrido el 8 de Octubre de 2011, en reconocimiento a su
inclaudicable labor en defensa de la educación pública, los derechos
humanos y a su compromiso vital con la construcción de un mundo
justo, solidario, y sin discriminaciones.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Tras una lucha desigual
que no eligió y que libró hasta donde le fue posible, el 8 de Octubre de
2011, falleció Eduardo Rosenzvaig.
La cultura nacional,
popular, transformadora, perdió tempranamente a un intelectual que
hizo de la batalla de ideas el sentido de su existencia.
Podría apelarse a la fría
descripción de sus innegables méritos, funciones y tareas en términos
de un obituario clásico; decir que Eduardo era escritor, profesor de la
Universidad Nacional de Tucumán donde dirigía el Instituto de
Investigaciones sobre Cultural Popular, que había escrito más de
cuarenta libros y trescientos artículos publicados en todo el mundo,
etc. Pero esa mera enumeración está bien lejos de calibrar la
importancia de Eduardo Rosenzvaig y de su obra, en este tiempo
histórico en que lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de
nacer, aunque se está gestando.
Sus escritos constituyen
aportes invalorables para comprender el mundo actual, denunciar sus
injusticias y construir otro futuro de dignidad y justicia para todos y
todas.
"El Sexo Del Azúcar" -
referido a las durísimas condiciones de existencia en el Ingenio
Azucarero en Tucumán- y "La Oruga En El Pizarrón" -relato de la vida
y la muerte de Isauro Arancibia, maestro y fundador de la
Confederación de Trabajadores de la Educación de la República
Argentina (CTERA), son apenas dos de las decenas de títulos que
revelan su valiosa producción literaria y política, dos aspectos que
convivían enriqueciéndose y sin invadir sus respectivas incumbencias.
Así, el escribir, revelaba una cierta densidad que hacía patente sus
valores y apuestas ético políticas. Pero la militancia vital de Eduardo
Rozensavig no se expresaba en sus múltiples escrituras como panfletos
más o menos soportables, sino como obras capaces de imbricar
belleza y compromiso.
Eduardo Rosenzvaig
interpretó su trabajo intelectual como un lugar específico en la batalla
más amplia de las ideas, asumiendo el carácter eminentemente político
de su pensar, de su decir y de su hacer.
Entre otras cosas, su
militancia en el campo de la izquierda se expresó, por caso, en la
participación en las Brigadas del Café que se armaron solidariamente
desde Argentina para apoyar el proceso político iniciado en Nicaragua
en la década del '80.
Antes de eso, participó de
acciones de resistencia frente a la barbarie del Operativo
Independencia, para luego rescatar en sus escritos la memoria de esos
crímenes, recuperar el relato de las resistencias al accionar genocida
de esas fuerzas de seguridad.
Sus
comienzos como escritor fueron arduos, pero él asumió desde el inicio
un compromiso existencial con ese esfuerzo creador. Alejandro Carrizo,
escritor y compañero de vida, recuerda aquellos años, algunos de
trabajo conjunto, a través de estas palabras: "Estuvimos más de un
año juntos, casi 18 horas diarias, a veces incluidos los domingos. Yo no
salía de la bohardilla corrigiendo; él hacía varias cosas: un rato
escribía, un rato leía, estudiaba, o preparaba las clases, y otro rato
atendía la bicicletería (¡sí, vendía "tripillas", cadenas, cuadros, rayos y
hasta emparchaba a veces!), pero debajo del mostrador de atención al
público tenía un cuaderno, una lapicera, un libro de Foucault y el mate,
por supuesto. Todo quedaba con los bordes engrasados, sobre todo
porque no veía ya que tenía un problema en la córnea. De ahí en más
la topadora Rosenzvaig no paró más (¡publicó 40 libros!). Yo estaba
alucinado porque nunca había conocido a alguien tan consecuente, tan
noble, tan obsesivamente productivo, pero sobre todo tan simple, tan
niño. Y, quizá lo más importante, tan desprendido, tan solidario. Yo no
se lo podía decir, pero me preguntaba "¿cómo se hace para ser tan
buena gente?, ¿cómo se hace para no tener malos pensamientos, para
ver siempre el vaso medio lleno?, ¿cómo se hace para no cargarse de
odio y no putear en Tucumán?". Sí, lo tengo que decir, Eduardo era un
"puro", un "mahatma" (...). No era ingenuo, ¡por favor!, era
consecuente. Y contundente en la lucha sin denuedo contra el
fascismo,con una de las mejores armas: la producción intelectual. (...).
Era un hombre de una ética impecable, ni bueno ni malo,¡justo! El
"proyecto Rosenzvaig" es un paradigma, sí. Y tenía, por supuesto,
muchísimos admiradores (sus amigos, sus lectores, pero sobre todo los
alumnos que llenaban el aula de su cátedra optativa de Historia del
Arte) y también -como corresponde algunos detractores, sobre todo
por reflejo de clara impotencia."
Como
afirma también su compañero y amigo José Schulman, "Eduardo
Rosenzvaig vivirá en su obra, arma temible para los defensores del
olvido y la impunidad. Cada vez que volteemos un mito y repongamos
lo realmente ocurrido en la historia de nuestro pueblo, la sonrisa y la
boina de Eduardo estarán con nosotros como él"
El recuerdo de Eduardo
Rosenzvaig es un modelo de intelectual necesario, imprescindible en
todo momento pero, particularmente, cuando soplan vientos de
verdaderos cambios de época.
Caben
para él las reflexiones que hiciera Rodolfo Walsh sobre los
intelectuales: "El campo del intelectual es, por definición, la conciencia.
Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su
país es una contradicción andante, y el que comprendiendo no actúa,
tendrá un lugar en la antología del llanto, pero no en la historia viva de
su tierra."
Eduardo Rosenszvaig,
intelectual que supo comprender y sentir, compañero de resistencias y
construcciones, se fue mucho más pronto de lo esperado,
sorprendentemente, en la mitad de proyectos alimentados por su
inigualable capacidad creadora.
Las instituciones
democráticas deben rendir un merecido homenaje a quién luchó cada
día de su vida por una sociedad más justa y solidaria.
Por todo lo expuesto, Sr.
Presidente, solicitamos la aprobación del presente Proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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HELLER, CARLOS | CIUDAD de BUENOS AIRES | NUEVO ENCUENTRO POPULAR Y SOLIDARIO |
RIVAS, JORGE | BUENOS AIRES | NUEVO ENCUENTRO POPULAR Y SOLIDARIO |
BASTEIRO, SERGIO ARIEL | BUENOS AIRES | NUEVO ENCUENTRO POPULAR Y SOLIDARIO |
SABBATELLA, MARTIN | BUENOS AIRES | NUEVO ENCUENTRO POPULAR Y SOLIDARIO |
IBARRA, VILMA LIDIA | CIUDAD de BUENOS AIRES | NUEVO ENCUENTRO POPULAR Y SOLIDARIO |
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Comisión |
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