Expresar su más enérgico repudio a las palabras, ofensivas, discriminatorias y autoritarias del asesor del Ministerio de la Jefatura de Gabinete de la provincia de Formosa, Jorge Manuel Santander, publicadas en día 22 de Agosto de 2015 a través de sus cuentas personales de redes sociales, dirigidas al jugador del Club Boca Juniors Carlos Tevez.

Señor presidente:

Tras conocerse de forma pública y difundida por varios medios locales y nacionales las palabras expresadas por el Asesor de la Jefatura de Gabinete de la provincia de Formosa, Jorge Manuel Santander, que a través de cuentas personales de redes sociales se dirigió al jugador de fútbol Carlos Tevez en términos muy agraviantes, se produjo un rechazo social masivo por la actitud fuera de lugar cargada de violencia, intolerancia y autoritarismo.

Es importante destacar que en la representatividad de quien expresó tales insultos y agravios, y en un contexto de lucha contra la discriminación y la violencia, en la búsqueda de integración social, es donde una publicación de este tenor toma mayor relevancia, afectando no sólo al agraviado directo sino a minorías y actores de la sociedad.

Algunas de las frases pronunciadas por este señor fueron:

"Lávate la boca para hablar de nosotros HDP."

"Villerito europeizado"

"¿Cuánto te pagó Macri podrido de mierda?"

Estas frases implican varios tipos de discriminaciones, agravios y calumnias, en claro ejercicio abusivo del poder y afectación del derecho a la libertad de expresión. Incluso se violenta al género, al expresar las siglas HDP, donde se trata a la madre del jugador de fútbol como algo totalmente descalificatorio, discriminador y agraviante en todas sus formas.

Recordemos que este señor se desempeña como asesor en el Gobierno de Formosa que hoy conduce el Frente para la Victoria, partido gobernante también a nivel nacional que declara constantemente su lucha contra la discriminación y la xenofobia, y que expresa su máxima atención hacia derechos y un trato igualitario en todas las clases sociales. Resulta paradójico entonces que la actitud del funcionario, además de estar totalmente fuera de lugar, se haya producido como reacción a las expresiones que dijera el futbolista por medios televisivos, en las que manifestó su preocupación por la pobreza que había visto y la indignación que le había generado querer acercarse a sectores desfavorecidos para ayudar y no poder hacerlo porque eso le implicaba favores políticos.

Si existe una determinación política a hacer foco en las acciones que impliquen brindar ayuda a los que menos tienen, un intento de descalificación como "villerito" es una injuria hacia las clases sociales más bajas por las que dicen luchar que contradice absolutamente los principios por los que se manifiestan, y estos agravios deberían ser motivo de preocupación y repudio. Por el contrario, no hubo ninguna de declaración desaprobatoria proveniente del partido gobernante en la Provincia y en la Nación, sino todo lo contrario. El mismo gobernador de la Provincia de Formosa se refirió con un tono menos violento pero en el mismo sentido de descrédito. Permitir y respaldar estos actos vejatorios implican complicidad en dichas acciones.

Desde el Congreso de la Nación, nosotros los legisladores debemos velar por una democracia plena y por los principios que la sostienen. La libertad de expresión, como contracara del silencio, es un pilar de la República en tanto pone a la luz la representatividad y sirve de contrapeso al abuso del ejercicio del poder. Las expresiones por parte de un ciudadano que implican una observación crítica de la realidad social deben servirnos a quienes ejercemos la representación para orientar las políticas al bienestar de aquellos a quienes representamos: el gobierno en una democracia es del, por y para el pueblo. Una actitud reaccionaria sin dudas nos lleva en la dirección contraria. En la política, las palabras adquieren un significado trascendente, hablamos por otros, y por eso es nuestro deber cuidarlas. En la política, dar el ejemplo es una premisa esencial para quienes tenemos el mandato de gobernar para el pueblo, hacemos por otros, y por eso, es nuestro deber cuidarlo.

Por las razones expuestas es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.