Declarar su satisfacción por la decisión de la Sra. Jueza Federal de San Martín Dra. Alicia Vence de dictar el procesamiento de Pedro Muller, Guillermo Galarraga y Héctor Mario Sibilla, todos ex gerentes de la empresa Ford Argentina, en virtud de su complicidad en el secuestro, desaparición forzada y tortura de veinticinco obreros de la automotriz, la mayoría miembros de la Comisión Interna, ocurridos durante el Terrorismo de Estado.

Expresar su reserva en tanto el procesamiento fue dictado sin prisión preventiva, a pesar de tratarse de crímenes de lesa humanidad.

Señor presidente:

El pasado mes de mayo de 2013, la Sra. Jueza Federal de San Martín, Provincia de Buenos Aires, Dra. Alicia Vence dictó el procesamiento sin prisión preventiva del ex gerente general de la planta que Ford Argentina tiene en la localidad de Pacheco, de nombre Pedro Muller, del ex gerente de relaciones laborales, de nombre Guillermo Galarraga, y del ex Jefe de Seguridad de la planta, el militar retirado Héctor Sibilla.

La decisión de la Jueza es una medida largamente esperada por los trabajadores que desde hace más de treinta años vienen peleando para hacer justicia. En particular, los trabajadores han participado desde hace más de diez años como querellantes en la causa que hoy alcanza el procesamiento de los gerentes de Ford. En esa causa, la querella ha aportado innumerables evidencias de la complicidad, que incluyen testimonios de ellos mismos, de sus esposas y familiares, de antiguos capataces de la fábrica, de conscriptos, etc. También documentación de todo tipo como documentos desclasificados del departamento de Estado norteamericano y discursos de la conducción de Ford en los años de la dictadura a favor de ella, etc.

El trámite de la causa permitió acreditar que en el predio de la fábrica Ford, ubicado en General Pacheco, Provincia de Buenos Aires, operó un cuartel militar que estaba instalado en la zona del quincho del campo de deportes, con el alegado propósito de combatir a la subversión en el marco del plan criminal comprobado judicialmente en la causa nº 13/84 de la Cámara Federal de Capital Federal. Los trabajadores de la empresa, que formaban parte de la comisión interna del gremio, fueron secuestrados desde la sede donde funcionaba la planta o de sus domicilios particulares, por personal de las fuerzas armadas o de fuerzas de seguridad que estaban operacionalmente a ellas subordinadas, con la complicidad de algunos de los funcionarios de la firma. Algunos de ellos permanecieron ilegalmente detenidos en aquel "quincho", en la Comisaría 1ª de Tigre, y en la Comisaría de Ingeniero Maschwitz, Provincia de Buenos Aires, donde fueron sometidos a torturas.

En virtud de todas esas evidencias, hace ya seis años que los querellantes venían reclamando el llamado a indagatoria y el procesamiento de los cómplices, una medida trascendental que finalmente hoy se consigue.

La decisión contundente de avanzar en la complicidad civil con el Terrorismo de Estado por parte de los grupos económicos resulta indispensable, como forma de completar los objetivos de memoria, verdad y justicia, y consecuentemente, como forma de evitar que ese tipo de alianzas vuelva a producirse.

En el caso de Ford Argentina aparece claro que el objetivo de esa alianza fue la de obtener mayor rentabilidad y ganancias valiéndose del Terrorismo de Estado para extirpar el grupo gremial que funcionaba dentro de la planta, y amedrentar al resto de los 5000 trabajadores de lo que podía ocurrirles si pretendían elevar algún reclamo gremial.

Creo Sr. Presidente que es particularmente importante establecer la existencia de este tipo de alianzas, en tiempos en que también se discute el rol de las corporaciones en relación a los procesos políticos y democráticos.