Expresar su preocupación y más enérgico repudio por las intimidaciones recibidas por la Sra. Susana Almeida, esposa del Dr. José Ignacio Candioti, fiscal de la causa por crímenes de lesa humanidad en la provincia de Santa Fe, recibidas en el edificio del los Tribunales Federales de la ciudad de Reconquista de dicha provincia.

Señor presidente:

Al día siguiente del inicio de los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura en Santa Fe, la esposa del fiscal de la causa, José Ignacio Candioti, fue víctima de actos intimidatorios.

El miércoles 2 de septiembre, la Dra. Susana Almeida encontró en su oficina de los Tribunales Federales de Reconquista una fotografía familiar que descansaba sobre su escritorio con amenazantes marcas.

La organización Norte Amplio por los Derechos Humanos, que trabaja desde hace años para apuntalar la causa que investiga la represión en el norte santafesino, ha resaltado la tarea realizada por el Fiscal Candioti a quien calificó como "un trabajador imparcial que ha llevado su labor con mucha altura, lo mismo que su esposa".

A la preocupación de estos hechos, se suman otras acciones intimidatorias ocurridas en mayo de este año, a través de una cadena de emails que comenzó a circular entre militantes sociales, familiares de víctimas de la represión ilegal, querellantes, la fiscalía federal y el juzgado de la misma competencia. Hacían referencia a detalles privados de la vida de funcionarios judiciales y militantes que desde varios años luchan por esclarecer los delitos aberrantes y encarcelar a los responsables de la represión militar ilegal en la provincia, incluso un concejal de la ciudad de Reconquista, denunció que el email también había llegado a las casillas del cuerpo deliberante.

En aquellos emails se mencionaba y amenazaba al Dr. José Ignacio Candioti, quien fue primero secretario de la Fiscalía Federal y luego el presentante del Ministerio Público y principal impulsor de las causas de lesa humanidad en el norte santafesino.

Por absolutamente todo lo expuesto y por el deber de esta Cámara de acompañar este proceso de enjuiciamiento, es que solicito a mis pares repudiar en conjunto estas amenazas.