Expresar su más absoluto repudio a la represión sufrida por la comunidad Qom Curushy de la provincia del Chaco el 22 de mayo de 2013, que dejara como consecuencia del brutal accionar de las fuerzas de seguridad la muerte de Florentín Díaz, de 37 años y numerosas personas heridas y detenidas.

Señor presidente:

Los miembros de la organización Toba Qompi de la localidad de Juan José Castelli de la provincia del Chaco estaban cortando la ruta 95 en reclamo por la modalidad de entrega de los alimentos que reciben. Esta organización reúne 13 comunidades, entre ellas los Qom. En horas de la tarde del 22 de mayo del corriente año, comienza la brutal represión. Según contaron varios manifestantes, Florentín Díaz fue golpeado por la policía en forma brutal, y cuando intentaba escapar a bordo de su motocicleta, se desmaya producto de la agresión recibida y choca contra una camioneta. Es trasladado al hospital donde fallece.

El gobierno local trató de justificar esta muerte como "accidente de tránsito", lo que es rebatido por el referente local Qom, Pablo Denardi, quien responsabiliza en forma directa a las fuerzas de seguridad y a los funcionarios de la gobernación, en especial al vice gobernador Ivanoff, a cargo del gobierno por estar fuera del país Jorge Capitanich, quien viajara a Roma para participar de una audiencia con el Papa Francisco.

En dos ocasiones la policía avanzó sobre los manifestantes con palos y escudos contra los que sólo pedían la libre determinación de cómo decidir el rumbo de los alimentos que el gobierno envía a zonas como El Impenetrable. Primero fue a las 5 de la mañana, luego por la tarde fue con más saña, a los golpes se unieron las balas de goma. Se calcula que 50 manifestantes sufrieron heridas de distinta gravedad, y la detenciones alcanzaron a 100 de ellos.

Tras la muerte de Florentín Díaz la reacción de las comunidades no se hizo esperar, salieron a protestar y a demandar justicia, lo que provocó una nueva represión.

Es moneda corriente que hechos como el presente se sucedan en todas las provincias donde se asientan los pueblos originarios. El afán de lucro, las explotaciones de las riquezas naturales en depredación del medio ambiente, el afán de dominio absoluto de los poderosos, han dejado a lo largo de nuestra historia innumerable cantidad de muertes, persecución, explotación y abandono. Y en actualidad, los gobiernos provinciales siguen haciendo oídos sordos a los derechos de nuestros pueblos originarios, cierran los ojos cuando los empresarios con sus sicarios los persiguen, los torturan o los matan, cuando no son cómplices de estos hechos.

Es por todo lo expuesto que solicitamos a las/los señoras/señores diputadas/diputados que acompañen el presente proyecto.