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DERECHOS HUMANOS Y GARANTIAS

Comisión Permanente

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Jefe SRA. CARBALLO LLOSA MARIANA A.

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PROYECTO DE DECLARACION

Expediente: 4239-D-2013

Sumario: EXPRESAR PESAR EN OCASION DE LA CONMEMORACION DEL 39 ANIVERSARIO DEL ASESINATO PERPETRADO CONTRA CARLOS FRANCISCO SERGIO MUGICA ECHAGÜE "EL PADRE MUGICA", EL 11 DE MAYO DE 1974.

Fecha: 27/05/2013

Publicado en: Trámite Parlamentario N° 57

Proyecto
Expresar el más profundo pesar en ocasión de la conmemoración del 39º aniversario del asesinato perpetrado contra Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe, "el Padre Mugica", el 11 de mayo del año 1974.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Hoy nos encontramos memorando la vida de un Sacerdote que dio todo de sí para la gente más humilde. A 39 años de su asesinato, el Padre Mugica, sigue vivo en el corazón del pueblo. Su legado hizo que muchos jóvenes comiencen a colaborar con los más necesitados, no desde "la caridad" sino a partir de los valores, y un esfuerzo indescriptible por los pobres y por la justicia social. Esa es la expresión de nuestro Gobierno.
Mugica, nació en Buenos Aires el 7 de octubre de 1930, en el seno de una familia de clase alta. Su padre, Adolfo Mugica, fue diputado conservador entre 1938 y 1942 y ministro de Relaciones Exteriores en 1961, durante la presidencia de Arturo Frondizi. Su madre, Carmen Echagüe, pertenecía a una familia de ricos estancieros bonaerenses. Como él mismo afirmaba, en su niñez y adolescencia, el mundo de los pobres le era totalmente desconocido.
Hizo el primario en el colegio "Cinco Esquinas" (Libertad y Quintana); y el secundario en el Colegio Nacional de Buenos Aires.
En 1949 comenzó los estudios de derecho, solo cursó dos años, en la Universidad de Buenos Aires. En dicha Universidad conoció y entabló relaciones con Roberto Guevara, hermano del Che. En marzo del año 1952, a los 21 años ingresó al seminario para iniciar su carrera sacerdotal, finalizando la misma en el año 1959.
Durante su carrera, en el año 1954 comenzó a colaborar pastoralmente con el padre Iriarte en las misiones a conventillos y casas de la parroquia Santa Rosa de Lima, de la que éste era párroco, en la Ciudad de Buenos Aires, acercándose cada vez más al movimiento político denominado peronismo.
"Para Perón la verdadera democracia será aquella en la que el gobierno haga lo que el pueblo quiera y defienda un solo interés, el del pueblo. La característica exclusiva del peronismo es la de servir al pueblo, y además, obedecerle". Padre Mugica.
En noviembre del año 1957 escribió su primera obra: El católico frente a los partidos políticos, para la revista del Seminario. Su compromiso con los pobres se acentuó, comenzando, en aquel entonces, a integrar diversos grupos misioneros en el interior del país.
"La liberación debería realizarse en todos los sectores donde hay opresión. En el orden jurídico, en el político, en el cultural, en el económico y en el social." Padre Mugica
Entre los años 1960 y 1963, estuvo al servicio del Cardenal Antonio Caggiano. El cual lo destinó como vicario cooperador en la parroquia Nuestra Señora del Socorro, en el elitista Barrio Norte; como así también, asesor de la Juventud de Acción Católica, en su ex colegio "El Nacional" y entre los universitarios de Medicina y Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Allí participó de las jornadas de "Diálogo entre católicos y marxistas", el 18 de octubre de 1965, en la Facultad de Filosofía y Letras, lo que causó una gran preocupación con varios sectores episcopales muy conservadores.
Uno de los eventos más importantes, fue cuando de la escuela "Paulina de Mallinkrodt" le solicitaron que se desempeñara como capellán en la villa miseria del barrio de Retiro. Por este tiempo también comenzó a desempeñarse como profesor de Teología en la Universidad del Salvador, en las facultades de Psicopedagogía y de Derecho.
Por ser crítico con el Gobierno de Illía, comenzó con sus problemas entre la feligresía del Socorro, que consideraba que "se metía demasiado en política". Esto motivó su traslado. Mugica pasó entonces a desempeñarse como vicario en la parroquia Inmaculada Concepción de María, en la calle Independencia.
Años después, en 1966, se encontró en una misión en Santa Fe, a los que serían luego los fundadores de la organización Montoneros Carlos Ramus, Fernando Abal Medina y Mario Firmenich. Hubo dos frases que escuchó Mugica que lo marcaron inmensamente, en aquellas misiones de las que era partícipe: una viejita que dijo a una misionera "A mí, ¿qué me vienen a hablar de Dios si me estoy muriendo de hambre?"; y un hachero que dijo "yo soy la alpargata del patrón". Los futuros guerrilleros afirman que allí Mugica tomó partido por la lucha armada.
La relación entablada entre Ramus, Abal Medina, Firmenich y el Padre Mugica, les sirvió para tomar el impensado camino de la lucha y del compromiso con los sectores más humildes de la sociedad.
"Señor, quiero vivir desde ahora en adelante como un hombre libre. Quiero recordar, de una vez y para siempre, que mi futuro está en tus manos y que tú eres mi Padre. Y cuando me asalte el temor, el desaliento y la desconfianza, recuérdame Dios mío que estás junto a mí, y que los hilos de mi vida están en tus manos, manos de padre, manos de amigo, que nunca me dejarán en la estacada" Padre Mugica.
Su pública defensa del peronismo, como asimismo la frecuencia con que en sus discursos eran citados el Che Guevara, Mao, Camilo Torres y otros, le trajo varios choques con el Arzobispo, Juan Carlos Aramburu. También se fue agudizando el conflicto con las religiosas de Mallinckrodt que (quienes se dedicaban a trabajar solo para las clases acomodadas) en un principio, por su "alcurnia" les había parecido ideal.
En el año 1967, viajó, en nombre de monseñor Podestá, obispo de Avellaneda (en el Gran Buenos Aires), a Bolivia, para reclamar el cuerpo del Che Guevara e interesarse por la suerte de los prisioneros del Ejército de Liberación Nacional detenidos tras la muerte del mítico guerrillero.
En París, por el año 1968, Mugica conoció por carta la existencia "el nacimiento del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), y envió su adhesión incondicional. También inició su colaboración en el Equipo Intervillas, fundado el 2 de agosto de 1968 gracias a la dedicación de Jorge Goñi, también "cura villero".
Cuando vuelve a la Argentina, casi sin desempacar, se entera que ha sido reemplazado en la capellanía de las religiosas de Mallinckrodt por el padre Julio Triviño (Sacerdote opuesto totalmente a su ideología). Sin embargo, la parroquia San Martín de Tours, a cargo de los sacerdotes asuncionistas había decidido abrir una capilla en la villa de Retiro, en su jurisdicción parroquial, y confió al Padre Mugica su desempeño, lo que fue aprobado por el Cardenal Caggiano.
Su participación cada vez más activa en el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (vinculado a las luchas populares del país en las décadas de 1960 y 1970), colisionaba con la prohibición estricta de manifestarse políticamente, decidida por el arzobispo acompañante de Buenos Aires, Juan Carlos Aramburu. Lo que causó profunda reacción en varios grupos sacerdotales como el de Tucumán, aunque el grupo MSTM Capital obedeció esta orden.
Pero aquellos años exigían definiciones. La violencia que ejercía la dictadura se tornaba más indecente.
Por este tiempo el Padre Alberto Carbone, ex compañero de Mugica, es encarcelado injustamente por el asesinato del general Aramburu (su parentesco con el obispo Juan Carlos es sólo ideológico). La defensa que hizo Mugica del Padre Carbone y el conocimiento de miembros de la Organización Montoneros, lo llevó también a ser él encarcelado. Todas las homilías del Padre Mugica (y de otros miembros del MSTM) eran manifiestamente grabadas por los Servicios de Inteligencia.
Por ese entonces, se acrecentó la distancia entre el Arzobispo Aramburu y el Padre Mugica. Incluso, llegó a proponerle la "laicización", cosa que Mugica rechazó terminantemente; constituyendo una de sus mayores angustias en los últimos tiempos: "espero, en Dios, no verme forzado jamás a abandonar el sacerdocio aunque deba resistir infinitas presiones".
Poco tiempo después, ofició junto a los padres Hernán Benítez (ex-confesor de Eva Perón), Jorge Adur y Rodolfo Ricciardelli, el funeral por sus amigos Abal Medina y Ramus, miembros de "Montoneros", asesinados en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. Como consecuencia de la homilía dada por ambos, fueron detenidos durante una semana.
En el Barrio Comunicaciones (hoy conocido como Villa 31) fue construida e inaugurada la parroquia Cristo Obrero, en el año 1970, en la que ejerció su compromiso hasta el día de su asesinato. La capilla sería luego muy visitada por personajes conocidos de la sociedad argentina, lo que sería aprovechado por el sacerdote para la realización de eventos gratuitos en la villa. También acudió allí el general Juan Domingo Perón, el 6 de diciembre de 1972, tras su triunfal regreso después de dieciocho años de exilio. Y, también fue el presidente Héctor Cámpora, recién elegido primer mandatario del país, por la candidatura del Frente Justicialista de Liberación; quien compartió en el año 1973, una comida con todos los miembros de aquella Villa.
Tras la asunción de gobierno popular, el 25 de mayo del año 1973, Mugica aceptó un cargo, ad honorem, de asesor del Ministerio de Bienestar Social, aunque luego se desvinculó de él por sus discrepancias con el ministro José López Rega. Quien luego sería, presuntamente, el fundador de la "Triple A". La explicación de Mugica, sobre su renuncia, fue: "no había comunicación entre el ministerio y los villeros".
El 11 de mayo de 1974, el padre Carlos Mugica cumplió con algunas de sus rutinas habituales. A las ocho y cuarto de la noche, después de celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano, en el barrio porteño de Villa Luro, se disponía a subir a su humilde Renault 4-L azul, matrícula C‑542119. Ahí mismo, un triste personaje, bajó de un auto y lo asesinó. Cinco disparos, de ametralladora "Ingram M-10", le afectaron el abdomen y el pulmón. El tiro de gracia lo recibió en la espalda.
Según varios testigos en la causa sobre su asesinato, creyeron reconocer al comisario Rodolfo Eduardo Almirón, el jefe de la "Triple A" lopezreguista.
Llegó al Hospital Salaberry, y ya moribundo, alcanzó a exclamar: "Ahora más que nunca tenemos que estar junto al pueblo!" Eran las nueve de la noche.
El entierro fue una multitudinaria manifestación. Sus villeros, a los que tanto quería, le llevaron en hombros hasta el cementerio de La Recoleta, en el corazón del Barrio Norte; hasta que en 1999, sus restos fueron trasladados a la Parroquia Cristo Obrero, en el Barrio Comunicaciones, donde se entregó a su pueblo, amó y fue amado sin condiciones, hoy más conocida como la Villa 31.
Una manera infame de acabar con la vida de un hombre digno, que siempre respetó antes que nada su mandato interior, ese que nacía de su pueblo y que se prolongaba luego en su propia voz.
Dio su vida por un proyecto político de transformación para revertir las injusticias sociales y revitalizó valores como la solidaridad, la convicción y la lucha por los ideales.
Para conocerlo un poco más, y ver más allá del recuerdo de un pueblo que lo memora año a año por su valentía y disposición por los más humildes, citaré sus propias palabras, su vida en Primera Persona (1) :
"Nací en el palacio Ugarteche, creo que lo llaman el palacio de los Patos y siempre viví en Barrio Norte; el colegio, mis amigos eran todos como yo. Mi familia tenía una honda fe cristiana y fui criado en un clima de piedad religiosa; pero era una fe trascendentalista, muy preocupada por la salvación del alma, que no turbaba para nada la conformidad que sentíamos hacia todo lo que nos rodeaba. El otro mundo, el mundo de los humildes, no lo conocía. Me acuerdo sí, de un amigo del barrio, Giménez, hoy estanciero, que era distinto; tenía una forma especial de hablar con los pobres: simplemente se daba, me acuerdo de él por eso: porque se daba; se daba más que yo. ...A mi padre no le sobraba la plata: éramos siete hermanos. Entonces a mí me daba un peso por semana; la popular en ese tiempo valía 50 centavos... yo iba a la popular con Nico, el hijo de la cocinera. En la cancha, durante el viaje de ida y al regreso, Nico y yo, compartíamos las mismas cosas; además éramos iguales, bueno... bueno éramos todos iguales: era la alegría simple del pueblo y Nico y yo estábamos allí. El mundo de la burguesía, en cambio, es el mundo de las diferencias; está la puerta de servicio y la entrada de la gente; una comida para el personal de servicio y una comida para los patrones. ..."
"... mi confesor, el entonces padre Aguirre,... me hizo pensar por primera vez, que la felicidad no está en las cosas de uno, sino en las cosas de los demás. ... A los veintiún años entré en el seminario: estaba todavía en tercer año de Derecho. La enseñanza que daban en el seminario, la lectura y la meditación de la Biblia, donde está indicado claramente que Dios viene por todos, pero que, principalmente Dios viene para los pobres, me habían hecho ver que el sacerdote está llamado a una vida austera, abierta a la vida de los humildes. ...A fines de 1954 y durante todo el año 55, íbamos con el padre Iriarte a visitar a la gente en sus casas. Una vez por semana, íbamos a un conventillo que quedaba en la calle Catamarca y charlábamos con la gente. ..."
"Eran los días finales del gobierno peronista. ... Una noche, fui al conventillo como de costumbre. Tenía que atravesar un callejón medio a oscuras y de pronto, bajo la luz muy tenue de la única bombita, vi escrito, con tiza y en letras bien grandes: 'Sin Perón, no hay Patria ni Dios. Abajo los cuervos'. ... para mí lo que vi escrito fue un golpe: esa noche fue el otro momento decisivo en mi vida. En la casa encontré a la gente aplastada, con una gran tristeza. Yo era un miembro de la Iglesia y ellos le atribuían a la Iglesia parte de la responsabilidad de la caída de Perón."
Desde sus palabras, podemos sentir la simpleza de su ser. Una persona avocada desde temprana edad, al pueblo. Quien vio en el Peronismo una lucha por la inclusión y la igualdad social.
Asimismo, cuando nuestra Presidenta Dra. Cristina Fernández de Kirchner recordó en el acto de puesta en marcha del Programa Nacional "Jóvenes Padre Mugica", en Mar de Plata, dijo:
"...Déjenme contarles, también, un poco, quién era ese Carlos Mugica, de este programa "Jóvenes Mugica", no fue solamente un sacerdote, fue un hombre profundamente comprometido con su país, con su tiempo, con su época, con su pueblo, sí, con su pueblo... podría haberse dedicado a lo que él quisiera, pero el hizo una opción de vida, que no solamente fue el sacerdocio, sino esencialmente fue sacerdote para comprometerse con los pobres, para comprometerse con el Evangelio... Por eso el compromiso de todos con ese Padre Mugica, que además de Racing era peronista, bueno es decirlo, las tenía todas... De Racing y peronista, estaba condenado de antemano el pobre..."
En otra oportunidad, la Presidenta en El Acto Homenaje Al Padre Carlos Mugica, En La Parroquia Cristo Obrero De La Villa 31, Ciudad Autónoma De Buenos Aires, dijo:
"...Porque él dio la vida pero también hubo quienes se la quitaron. Esto es casi dialéctico, uno da la vida pero hay otros que la toman y la quitan. La tomaron y la quitaron por lo que él significaba, su sacerdocio, su compromiso inclaudicable e indestructible con los pobres. Pero no con los pobres desde la lástima o del compromiso político demasiado elaborado y demasiado ideologizado y por lo tanto muchas veces sujeto a incomprensión de qué es realmente la pobreza y de cuál es el verdadero proceso político que tiende fundamentalmente a erradicar sus causas y a luchar en serio..."
El Padre Mugica, se diferenció de la corriente de sacerdotes católicos, prefirió ignorar ese halo paternalista, el status privilegiado que la sociedad le imponía, para dar de sí, todo lo que un hombre común pudo dar, su vida por el otro.
Desde entonces, Mugica, habita en un territorio del que jamás será desalojado: el corazón de su pueblo. Quiero redimir una oración de su propia autoría, en la cual desplegaba toda la angustia y la contradicción que él sentía como un hombre perteneciente a lo que podríamos decir las clases acomodadas o las clases altas de la República Argentina, y su sacerdocio con verdadero compromiso con los pobres:
"Señor: Perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.
Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
Señor: Yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
Señor: perdóname por decirles 'no sólo de pan vive el hombre' y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.
Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz."
Considero, que si profundizamos en estas palabras, encontraríamos muchas incomprensiones que sucedieron en aquellos tiempos y de las cuales él sin duda fue una víctima, dando su vida por su eterna lucha.
El Vicegobernador de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, hizo alusión al Padre Mugica en relación al ex presidente Néstor Carlos Kirchner:
"Así aprendimos que sin tomar la vida de nadie, debemos estar dispuestos a dar la propia por la patria y por nuestro pueblo. Así nos lo recordó Néstor Kirchner. Así lo debemos hacer si es necesario. La copla se ocupará de alargarnos la vida:
Murió dirán los romances
señal de que aún sigue vivo.
Que al que se muere de muerte
no lo nombra ni el olvido"
Para finalizar, quiero mencionar un dicho del Padre Mugica con respecto a la revolución cultural:
"Para nosotros, los cristianos, la auténtica revolución cultural significa formar hombres que vivan en función de servicio hacia los otros"
Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen con el presente Proyecto de Resolución, que no solo conmemora la trayectoria de un gran hombre, sino que nos deja un gran legado: el de no condenar al que nació pobre a morir pobre y de su decisión de ser la voz de los que no tienen voz.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
MENDOZA, MAYRA SOLEDAD BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
FERNANDEZ SAGASTI, ANABEL MENDOZA FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
SANTILLAN, WALTER MARCELO TUCUMAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
LARROQUE, ANDRES CIUDAD de BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
CLERI, MARCOS SANTA FE FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
DE PEDRO, EDUARDO ENRIQUE BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
PIETRAGALLA CORTI, HORACIO BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
ALONSO, MARIA LUZ LA PAMPA FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
DERECHOS HUMANOS Y GARANTIAS (Primera Competencia)