Su más enérgico repudio a las tareas ilegales de inteligencia que realizó el ingenio Ledesma sobre organismos de derechos humanos, familiares, sobrevivientes, funcionarios nacionales, militantes de organizaciones sociales, políticas y sindicales y demás organizadores de la "Marcha del Apagón" del año 2005, cuyo material fue hallado en las oficinas de la empresa en un allanamiento judicial realizado el 26 de abril del 2012.

Señor presidente:

En un allanamiento realizado por el juez federal jujeño Fernando Poviña en una de las oficinas del ingenio Ledesma el pasado 26 de abril del 2012, se encontró un informe de inteligencia de 300 fojas rotulado como "Informe sobre las acciones desarrolladas en el marco de la XXII Jornada de Derechos Humanos y Cultura en Libertador General San Martín, Año 2005, 29 Marcha del Apagón".

Dicho documento contenía información precisa sobre los días previos a la Marcha del Apagón del año 2005, con nombre y apellido de sus organizadores y participantes, detallando hora a hora las tareas realizadas por cada uno de ellos hasta el momento mismo de la marcha.

También se detallaba en el informe los datos de los vehículos que estuvieron durante la Marcha del Apagón, con características como tipo de vehículo, marca, color, patente y procedencia.

En respuesta al lamentable hallazgo de esas tareas ilegales de inteligencia en plena democracia, el juez Poviña realizó la denuncia penal correspondiente por espionaje ilegal, que fue remitida a la fiscalía federal de turno.

Es de público conocimiento que la empresa Ledesma y sus principales directivos están siendo investigados por su complicidad con el terrorismo de Estado que gobernó el país entre 1976 y 1983, por la comisión de delitos de lesa humanidad.

Entre la documentación secuestrada durante el allanamiento mencionado, se encontraron diversos informes de inteligencia de aquella época sobre dirigentes y trabajadores, con los cuales se demuestra la participación fundamental y hasta la instigación por parte de la empresa en las privaciones ilegales, torturas y desapariciones de las cerca de 400 víctimas de aquel momento.

Sin embargo, nadie podía imaginarse que la impunidad de Ledesma llegara al punto tal de continuar con el espionaje ilegal de trabajadores y dirigentes sociales en plena etapa democrática, en el año 2005.

Por eso, y porque hechos como estos no deben pasar desapercibidos o como hechos normales, y con el objetivo de apoyar el proceso de memoria, verdad y justicia de los delitos ocurridos durante la dictadura cívico-militar, pero también de los resabios de esas prácticas que perduran hasta nuestros días, es que solicito a mis colegas diputados que acompañen este proyecto.