Expresar su adhesión a la conmemoración del 40° aniversario de la muerte del sacerdote Carlos Mugica, asesinado frente a la Iglesia San Francisco Solano de la ciudad de Buenos Aires el 11 de mayo de 1974.

Fue un cura obrero perteneciente al Movimiento Sacerdotes del Tercer Mundo, que eligió para ejercer su sacerdocio a la Villa 31 de Retiro, un barrio de trabajadores pobres, migrantes de la Argentina y de países limítrofes.

Señor presidente:

Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe, el Padre Mugica, fue un cura obrero perteneciente al Movimiento Sacerdotes del Tercer Mundo, el cual se definía por el compromiso con los pobres, la lucha por una sociedad más justa y la igualdad entre los hombres.

Optó como espacio para ejercer el sacerdocio la Villa 31 de Retiro, cuyos habitantes eran trabajadores que provenían en gran parte del interior de la Argentina y de países limítrofes. Allí fundó la Capilla del Cristo Obrero, celebró misas, bautismos, casamientos y ayudó a la organización de los habitantes del Barrio para hacer más habitable el lugar. Siempre estuvo con ellos dando testimonio de amor y solidaridad.

El 11 de mayo de 1974 el sacerdote celebró misa en la Iglesia San Francisco Solano del Barrio de Villa Luro en la Ciudad de Buenos Aires y al salir a la calle fue ultimado a balazos en un asesinato que nunca fue esclarecido. Fue velado en la iglesia que fundó.

El dolor, la rabia y el sentimiento de orfandad de aquellos que lo amaban siguen vigente en quienes lo conocieron y en los que hoy escuchan los relatos sobre aquel cura y su amor a la gente.

Fue autor del texto de la "Misa para el Tercer Mundo", obra musical grabada entre 1973 1974 con la colaboración del Grupo Vocal Argentino y numerosos músicos. La obra originalmente fue secuestrada, destruidas todas sus copias y se prohibió su presentación pública. En 2007, gracias a un disco de promoción recuperado el sello SONY-BMG lo reeditó.

En un párrafo de una oración creada por él expresó: "Señor yo puedo hacer huelga de hambre; ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre, quiero estar con ellos a la hora de la luz".

En la lucha del cura contra las injusticias no tuvo lugar la violencia, su concepción se condensaba en la frase "prefiero el arado a la espada".

Por defender a los más pobres y excluidos fue asesinado. En reconocimiento al Padre Mugica y a todos los sacerdotes que murieron o fueron perseguidos por pensar como Mugica, solicito a mis pares su acompañamiento en este proyecto.