Su beneplácito por la condena dictaminada por el Tribunal Federal de la ciudad de Posadas, en el juicio oral y público, a los Sres. Rubén Gómez y José María Cuenca, ex agentes del Servicio Penitenciario Federal de la provincia de Misiones, acusados de aplicar tormentos a los presos políticos, alojados en la Unidad 17 de Candelaria, durante la última dictadura militar. Juicio que se desarrolló en el marco de las normas éticas, referidas a los fundamentos filosóficos de los Derechos Humanos, que reposan básicamente en el respeto de la dignidad humana.

Señor presidente:

El Tribunal Federal de la ciudad de Posadas, encontró los elementos necesarios, para considerar a Rubén Gómez y José María Cuenca, como autores penalmente responsables de delitos de lesa humanidad, por lo que condenó a Gómez a 23 años y a Cuenca a 20 años de prisión. Los Camaristas utilizaron el Código Penal que estaba vigente en ese entonces.

Conforme a las conclusiones de la causa que instruyera el Juzgado Federal de la ciudad de Posadas, Cuenca fue considerado autor penal de once hechos de tormentos agravados y a Gómez como autor de 18 hechos de torturas, en el Penal Federal de Candelaria desde Octubre del año 1976. Ambos fueron inhabilitados para ejercer funciones públicas.

Por la autoría de estos delitos, fueron condenados Gómez y Cuenca, quienes se desarrollaban como funcionarios, prestando servicios como jefes de turno en esa penitenciaria, y que actualmente se encuentran en situación de retiro.

El juicio fue presidida por la Jueza de Cámara, Doctora Norma Lampugnani de Arce Mielnik, y el Tribunal fue integrado por los Jueces Doctor Manuel Alberto Jesús Moreira y el Doctor Carlos Adolfo Sodá.

La Fiscalía estuvo a cargo de la Doctora Viviana Andrea Barboza, secundada por el fiscal coadyuvante Doctor Guillermo Stehr, y se presentó como querellante, la Subsecretaria de Derechos Humanos de la provincia de Misiones, Señora Amelia Rosa Báez, quién tuvo a su esposo recluido en la penitenciaria de Candelaria.

La última jornada de debate se desarrolló el día 30 de Junio, con la exposición del Doctor Juan Bautista Martinez, abogado querellante, quién recordó, "Que el 24 de Marzo de 1976, luego de que el poder constitucional fue destituido por el golpe militar, el terrorismo de Estado se instauro en el país con el objetivo de aniquilar a todo opositor político que provenga de agrupaciones estudiantiles o movimientos agrarios, aclarando que los hechos juzgados en el debate no son comunes, aislados, sino que son considerados de lesa humanidad por ser aberrantes, horrendos, que atentaron contra la humanidad, por lo tanto considero que deben ser perseguidos y juzgados".

En tanto la fiscal, Doctora Viviana A. Barboza, aseguró que a través de los testimonios "coincidentes y corcondantes, los internos del penal, eran sometidos a torturas por los ex penitenciarios Cuenca y Gómez, ambos impusieron tormentos y por ellos deben responder, Cuenca como Gómez tenían libertad de elegir y optaron por imponer torturas a los detenidos que estaban bajo su guarda".

Vale aclarar que se trata del segundo juicio por la Verdad, que se realiza en la provincia de Misiones, ya se desarrolló el proceso que terminó con la condena a 25 años en una cárcel común, al ex Jefe del Ejercito de la provincia, Señor Carlos Humberto Caggiano Tedesco, por la desaparición del Ingeniero universitario Alfredo González.

Señor Presidente, tenemos aún la dolorosa experiencia del pasado, frente a la cual tratamos de reafirmar en todos los casos, el valor a la verdad, la justicia y la reparación, para la construcción de un mundo más pacífico, mas equilibrado, más estable y en suma, mas humano para todos. Nuestra sociedad, no obstante tiene heridas abiertas por el terrorismo de Estado de hace 33 años, tratando de restañar mediante el arduo ejercicio de la memoria.

El Doctor Javier Garin, en su Manual Popular de los Derechos Humanos, expone de manera sintética, los fundamentos teóricos de los Derechos Humanos. "La máxima conquista de la conciencia jurídica de la humanidad", pero no son adquisiciones de una conciencia abstracta, sino el fruto de las luchas populares en distintas épocas y países. Debajo de cada derecho corrieron, y corren, ríos de sangre. Aunque tan costosos, estos logros son también enormemente frágiles. De allí que sea necesario trabajar constantemente, a favor de una verdadera cultura de los Derechos Humanos y en contra del autoritarismo y la opresión.

Por lo acá expresado, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de Declaración.