Su mas enérgico repudio a la agresión sufrida por la Señora Felisa Marilaf, testigo en el Juicio por la Verdad, que lleva adelante la Cámara Federal de la Plata, el pasado Domingo 10 de Junio.

Señor presidente:

Felisa Marilaf en su carácter de sobreviviente del campo de concentración "La Cacha", fue testigo en el Juicio por la verdad que lleva adelante la Cámara Federal de la Plata. A partir de entonces ha recibido amenazas telefónicas, que determinaron que el Centro de Atención a la Victima de la provincia de Buenos Aires le entregue un handy con GPS, como medida de protección.

No obstante, el domingo 10 de Junio a las diez de la noche fue secuestrada en la Plaza Moreno, pleno centro de la ciudad de La Plata. Durante dos horas la mantuvieron acostada en el piso de un automóvil que nunca detuvo su marcha mientras la amenazaban constantemente con frases intimidatorios como "que dejaran de hablar en los juicios", o "ya una vez te perdonaron la vida", Finalmente fue liberada detrás de el Regimiento 7ª de La Plata.

Aún en estado de shok se comunicó con el Centro de Atención a la Victima, obteniendo como incomprensible respuesta, el envió dos agentes de la policía que la trasladaron a la Comisaría 5ta. de La Plata, que como todos recordamos funciono como centro de detención clandestina durante la dictadura.

La desaparición de Julio López y las reiteradas amenazas y agresiones a testigos del Juicio por la Verdad, tanto en La Plata como en diversos lugares de la provincia de Buenos Aires; pone en claro la intencionalidad de estos hechos aberrantes. Atemorizar a las victimas, impedir el desarrollo de los juicios y pretender reinstalar la idea de la victoria de la impunidad sobre la verdad y la justicia.

En los 24 años de democracia recuperada del genocidio dictatorial, es mucho lo que hemos avanzado en desentrañar el horror en recuperar la Memoria y la Verdad y en restablecer la Justicia. Ese camino es hoy patrimonio inalienable de la sociedad Argentina y constituye definitivamente una política de estado.

Lo que resta por hacer es también parte esencial e irrenunciable de esa política de estado y de esa decisión colectiva y profunda de nuestra sociedad. Por eso es que debemos asegurar efectivamente, la protección de todos los testigos. Una forma eficaz de protegerlos es dando respuestas claras a quienes pretenden amedrentarnos a todos agrediéndolos a ellos, de que sus practicas no solo son violentas y mezquinas, sino sobre todo ineficaces. Cuando las sociedades definen irreversiblemente aplicar la justicia nada lograra hacerlas capitular o retroceder a la impunidad.

Por lo expuesto solicito a mis pares me acompañen con el presente proyecto.