Su más enérgico repudio al secuestro y amenazas que padeciera la señora Felisa Marilaf, sobreviviente de la última dictadura militar y testigo en las audiencias del Juicio por la Verdad.

Señor presidente:

La señora Felisa Marialf, testigo en las audiencias del Juicio Por la Verdad y sobreviviente de unos de los centros clandestinos de detención de la última dictadura militar, fue secuestrada durante dos horas en la ciudad de La Plata. Varias organizaciones de derechos humanos ya han repudiado el secuestro, especialmente por la inminencia del juicio al capellán Christian Von Wernich (Página 12, 12 de junio de 2007). Algunas de las organizaciones de derechos humanos que han repudiado este hecho son: la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos, Abogados Laboralistas de Izquierda (ALI), el Centro de Abogados por los Derechos Humanos (CADHU), el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, la Comisión por los Derechos Humanos de Uruguayos en Argentina, la Comisión por los Derechos Humanos de Trenque Lauquen y el Comité de Acción Jurídica, entre otras.

Felisa Marilaf es sobreviviente del campo de concentración conocido como "La Cacha" y, además, esposa de un obrero gráfico secuestrado y desaparecido en 1977 por las fuerzas de seguridad, que respondían al entonces jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps.

Cabe destacar que la señora Marilaf, debido a las amenazas que ya había recibido, contaba con un teléfono celular que le había sido entregado por el Servicio de Atención a la Víctima. No obstante ello, sus captores la despojaron de ese teléfono y la agredieron durante casi dos horas, recordándole su paso por "La Cacha".

Este hecho grave se suma a la desaparición del testigo Julio López, e incluso a las amenazas y agresiones que han padecido jueces y fiscales.

Por la gravedad de estos hechos y por los motivos expuestos, solicito la aprobación del presente proyecto.