Expresar beneplácito por la muestra que recuerda a los desaparecidos en la última dictadura militar en nuestro país, que se realiza en el Centro Cultural Haroldo Conti, en el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, en la Ciudad de Buenos Aires.

Señor presidente:

En el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, hoy Centro Cultural Haroldo Conti, se lleva a cabo una impactante muestra artística en memoria de los desaparecidos durante el Proceso de Reorganización Nacional (1976- 1983) que nos ha dejado 30.000 desaparecidos, y una huella insondable en términos de destrucción política y de expoliación económica.

Pero más allá de ese número, nos queda a los argentinos recuperar las historias de aquellos hombres y mujeres que hoy ya no están, pero que fueron víctimas del terrorismo de Estado, impartido con increíble saña desde 1976. Terrorismo de Estado que, por más que quieran burlar el sentido común, no hay forma de entender a los desaparecidos como verdaderas víctimas del mismo.

La artista plástica Andrea Fasani se dedicó a recuperar las historias de los asesinados o desaparecidos en nuestro país en esa época a través de una instalación visual y sonora en la que se exhiben más de dos mil cuadernos "Gloria" tapa blanca y color naranja, sobre el piso de la sala dedicada a la muestra y sobre las paredes, las listas de nombres de los desaparecidos y asesinados por orden alfabético.

El extraordinario trabajo de la artista se basó en un extenso trabajo de archivo en la que recogió el nombre de cada víctima y su fotografía que fueron retomados de los recordatorios publicados en el diario Página 12 y que fueron plasmados en esos cuadernos. La utilización de ese elemento escolar, usado muy comúnmente para ejercicios de repetición de palabras en la educación primaria, nos remite a un ejercicio de retención de esas historias a través de la memoria y su replicación.

Los cuadernos apoyados en el suelo simbolizan la construcción de una "piel de la memoria". El enfoque de esta muestra es ingresar a la construcción de memoria desde diversos accesos visuales y sonoros. Como si el ruido de ambiente y la imagen de cada persona que hemos perdido en esos duros años pueden ayudarnos a construir una memoria que con el tiempo arraigará cada vez más fuerte en nuestra conciencia. Es un ejercicio paralelo al proceso de enjuiciamiento que se lleva a cabo en nuestro país a un gran número de responsables civiles y militares de tamaño genocidio, proceso del que tenemos que estar sumamente orgullosos los argentinos y argentinas.

Por ello, es interesante el ejercicio de recuperación de las historias de vida de todos nuestros desaparecidos y asesinados. Son historias de vida que nos muestran la riqueza y profundidad de todos aquellos que perdieron su vida. Así ya podremos visualizar y entender la enorme movilización social en nuestro país en esa época, así veremos que la juventud era un poder en movimiento. Así podremos ver que se puede luchar por cambiar la realidad por más que nos hayan pisoteado los poderes más extremos y descarnados. Por eso es que tenemos que sumar todos los días para construir una democracia más sólida, donde esos poderes comprendan que esta democracia, lograda a sangre, sudor y lágrimas, es para todos y para que cada día más ciudadanos puedan ver realizados sus sueños de tener una vida digna.

Por todas estas razones, es que solicito a mis pares el acompañamiento en el presente proyecto de resolución.