Expresar su hondo pesar por el fallecimiento de la Abuela de Plaza de Mayo Nélida Cristina Gómez de Navajas.

Señor presidente:

El día 2 de mayo falleció Nélida Cristina Gómez de Navajas, una de las primeras participantes de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Nélida dedicó su vida a la lucha por los derechos humanos y a la búsqueda de su nieto y de todos los nietos que fueron apropiados durante la última dictadura militar.

La Abuela Nélida nació el 23 de julio del año 1927. Se recibió muy joven de profesora de danzas, a los dieciséis años, y de maestra a los diecisiete. Se casó en 1948 con Miguel Ángel Navajas, con quien tuvo dos hijos: Cristina y Jorge. Su marido trabajaba en YPF y después de jubilado, en una empresa privada, siempre en el sector de embarques. Miguel Ángel falleció en el año 1970 y Nélida siguió trabajando como docente y además consiguió un puesto en la Caja de Ahorro. Cristina se recibió de Maestra en el Normal 1 y para aprender inglés hizo un intercambio con Estados Unidos. Al volver, comenzó a ejercer la docencia y a cursar la carrera de Sociología en la Universidad Católica. Es ahí donde conoció a Julio Santucho, con quien se casó en 1973. Camilo fue el primer hijo, Miguel, el segundo.

En el año 1976 los dos jóvenes militaban en el El PRT-ERP y se mantenían en la clandestinidad. Gran parte de la familia Santucho ya había sido brutalmente diezmada por la represión. Sin embargo, Cristina y Nélida se daban todavía su espacio para encontrarse. El 10 de junio de 1976 fueron al cine con Camilo y Miguel. Ésa es la última vez que Nélida vio a su hija. El martes 13 de junio, a las 23 horas, Nélida recibió un llamado: vecinos de Cristina le avisaron que los niños estaban solos y llorando. "Cuando llegamos, los niños no podían parar de llorar. Durante mucho tiempo no pude escuchar el llanto de bebés, me estremecía" -recordaba Nélida hace unos años. Los niños eran Camino, Miguel y Diego Genoud, hijo de Manuela Santucho, cuñada de Cristina, que también fue secuestrada ese día junto con Alicia D'Ambra, otra compañera de militancia. En el departamento que compartían las tres jóvenes, en la cartera de Cristina, había quedado una carta para Julio que no llegó a mandar. En esta carta le contaba que creía estar embarazada.

Allí comenzó para Nélida un recorrido inagotable en la búsqueda de sus seres queridos, tocó todos los contactos posibles, políticos, religiosos, militares. Jamás supo nada por esta vía. Sí supo, después, por sobrevivientes de los centros clandestinos de detención "Automotores Orletti" y "Pozo de Banfield", que efectivamente Cristina estaba embarazada al momento del secuestro y que pese a que muy torturada, no perdió su embarazo. Nélida nunca supo si buscaba un nieto o una nieta, sólo supo que debió nacer en febrero de 1977. Pero nunca perdió sus esperanzas.

En el año 1984 comenzó su recorrido con Abuelas de Plaza de Mayo. Nélida fue durante muchos años secretaria de la Asociación. Recorrió el mundo cuando buscaban un método científico que les permitiera identificar a sus nietos en ausencia de los padres. Representó a Abuelas en innumerables encuentros nacionales

e internacionales. Dedicó su vida a la búsqueda de todos los bebés apropiados durante la última dictadura cívico-militar.

"Las Abuelas ponemos nuestro granito de arena, hacemos lo que podemos. Nuestro mayor agradecimiento es para el pueblo. Para todos los que nos ayudaron y nos dieron el dato más grande o el más chico que nos permitió encontrar a todos nuestros niños".

Abuela Nélida

Por su invalorable aporte a la defensa de los Derechos Humanos es que solicitamos la aprobación de este proyecto de resolución.