DERECHOS HUMANOS Y GARANTIAS
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PROYECTO DE DECLARACION
Expediente: 2580-D-2011
Sumario: EXPRESAR REPUDIO ANTE LA RESOLUCION DE LA CAMARA FEDERAL DE BAHIA BLANCA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES, DE DISPONER LA EXCARCELACION DE 36 REPRESORES ACUSADOS POR LA COMISION DE CRIMENES DE LESA HUMANIDAD, IGNORANDO LA DECISION DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.
Fecha: 13/05/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 48
Su preocupación y repudio ante la
decisión de la Cámara Federal de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, de
disponer la excarcelación de 36 represores acusados por la comisión de
crímenes de lesa humanidad, ignorando la decisión de la Corte Suprema de
Justicia que ordenó extremar las precauciones para evitar que los imputados
obstaculicen o burlen el accionar de la Justicia.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En la ciudad de Bahía Blanca,
provincia de Buenos Aires, todavía se espera el inicio de los llamados "Juicios
por la Verdad". Nada se sabe de las posibles fechas de inicio de los juicios a los
represores, correspondientes a la jurisdicción del Comando del Vº Cuerpo de
Ejército, en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, a pesar de
que la causa se reabriera hace cinco años y de la promesa de que en el 2010
comenzarían los juicios. Incluso el Tribunal que debe juzgarlos se encuentra
hoy en día sin conformación.
A esta situación se suma la
vergonzosa e inexplicable reciente decisión de la Cámara Federal de Bahía
Blanca de disponer la excarcelación de 36 represores acusados por la comisión
de crímenes de lesa humanidad en la jurisdicción del Vº Cuerpo de Ejército,
ignorando la decisión de la Corte Suprema de Justicia que ordenó extremar las
precauciones para evitar que los imputados obstaculicen o burlen el accionar de
la Justicia.
El argumento esgrimido por la
Cámara Federal de Bahía Blanca fue que, para mantenerlos en prisión, habría
que demostrar caso por caso por qué se considera que la excarcelación pondría
en riesgo el proceso, como si no existieran sobrados ejemplos al respecto y
antecedentes de fuga en todo el país, y particularmente en la ciudad de Bahía
Blanca.
Esta situación ha provocado una
fuerte reacción de rechazo por parte de entidades que agrupan a familiares de
víctimas, agrupaciones políticas, organismos de derechos humanos y entidades
que agrupan a residentes argentinos en diversas ciudades europeas y de
América Latina.
El ex integrante de
la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca, Dr. Luis Alberto Cotter
coincidió con las críticas a la decisión de la Cámara Federal de Bahía Blanca, y
sostuvo que con las resoluciones firmadas por sus antiguos colegas camaristas
"no se ha cumplido debidamente ni con la letra ni con la función que la Justicia
debe tener". Asimismo dijo estar "sorprendido" con la noticia porque "al haber
participado en las investigaciones de muchos de los hechos que ahora van a ser
motivo de juzgamiento" conoce "el conjunto de delitos que demuestra la
gravedad inusitada con que fueron cometidos y la impunidad. Esos elementos
tendrían que haber sido tenidos en cuenta al momento de dictar la libertad".
"Señalan que los imputados han cometido delitos que ya están calificados de
lesa humanidad pero identificándolos, estamos hablando de violación, de robo
de bebés, torturas, desaparición de personas, etcétera. Si bien la ley de
excarcelaciones no contempla la gravedad de los delitos, sí se relaciona con dos
presupuestos que deben ser tenidos en cuenta en el momento de evaluar la
excarcelación. Esos son el entorpecimiento de la investigación y el peligro de
eludir la acción de la justicia. Estos señores evidentemente con este cúmulo de
delitos de alta peligrosidad y gravedad entran en los dos presupuestos", advirtió
Cotter.
Por su parte, el
fiscal general Hugo Cañon reflexionó hace un tiempo: "La actitud de ciertos
jueces y fiscales ante delitos de lesa humanidad denota cuanto menos cierto
temor a actuar con la frontalidad que aplican en causas comunes. Si ante
imputados de gran habilidad, que han gozado de impunidad por décadas y
tienen recursos para eludir a la Justicia, no se actúa con habilidad y diligencia,
la posibilidad de un juzgamiento adecuado puede frustrarse". Y agregó: "En
Bahía Blanca se ha dado el caso de militares con órdenes de detención que
seguían cobrando como retirados, lo cual es una burla a la inteligencia".
No podemos dejar de coincidir en
que esta decisión del tribunal, de suma gravedad, implica un riesgo tanto para
la sociedad bahiense como para toda la Nación, así como una promoción y
afianzamiento de la impunidad.
Al respecto las
Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora,
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, e H.I.J.O.S. Red
Nacional, denunciaron en un comunicado que "El real peligro de fuga junto con
el entorpecimiento de las investigaciones por los delitos cometidos durante la
dictadura cívico-militar y la alarmante lista de genocidas prófugos, algunos de
ellos recientemente, son motivos suficientes para exigir que los represores
estén detenidos en cárceles comunes. Meses atrás, represores de Bahía Blanca
tuvieron el increíble beneficio de ser excarcelados para irse de vacaciones,
medida que repudiamos y denunciamos."
Vale la pena recordar en este
punto la fuga de la dependencia de la Policía Federal Delegación Bahía
Blanca del ex teniente coronel del Ejército Julián "Laucha" Corres, noticia que
tomara trascendencia a través de todos los medios nacionales, y que no hizo
más que expresar o una altísima negligencia por parte de las fuerzas del Poder
Judicial y las fuerzas de seguridad, o directamente una connivencia con la fuga.
Al respecto hemos presentado en esta Honorable Cámara un pedido de
informes (Expediente 4050-D-2008), que nunca obtuvo respuesta.
El trabajo desde las organizaciones
sociales, los organismos de derechos humanos y el acompañamiento de gran
parte de la ciudadanía, han contribuido en llevar adelante la lucha contra la
impunidad y por el juzgamiento a los represores, pero estas instancias todavía
no alcanzan. La lentitud de la Cámara Federal de Bahía Blanca respecto a su
actuación por los crímenes cometidos durante la dictadura, sumado a
decisiones como la que aquí repudiamos, ha permitido que en este ámbito ya
sean más los fallecidos y prófugos que los imputados.
Acerca de los
motivos de la dilación del inicio del juicio, Anahí Junquera, una de las
querellantes en la causa conocida como Vº Cuerpo del Ejército, señaló a un
medio de prensa que "suponemos que tiene que ver con cuestiones procesales,
que generan impunidad técnica, ya que mientras que las causas no avanzan,
los represores se siguen muriendo sin condena".
Haciendo nuestra las numerosas
voces que reclaman por el inmediato inicio de los juicios, consideramos que
para que se pueda efectivizar el rol del Estado en la búsqueda de la verdad y la
justicia resulta fundamental esclarecer, juzgar y condenar a los represores
acusados de crímenes de lesa humanidad. En tal sentido compartimos la
intranquilidad y desasosiego que provoca esta demora en los juicios, así como
la vergonzosa e inexplicable decisión de de disponer la excarcelación de 36
represores, solicitando que se resuelva esta situación a la brevedad.
Creemos que un avance en tal
sentido vendrá a reflejar las tendencias más progresistas en materia de
protección de los derechos humanos, el cual esperamos que sea el primer paso
de un proceso en que muchas instancias del Poder Judicial se sacudan la capa
de indiferencia y complicidad con que han eludido el problema todos estos años
y resuelvan comenzar a transformar a la República Argentina en un verdadero
estado de derecho.
Sobre este punto no podemos
dejar de señalar que la referida indiferencia respecto de la dilación en la fecha
de inicio de los juicios, así como estos vergonzosos y peligrosos beneficios
otorgados a represores, se instala dentro de una creciente obstaculización a la
efectiva realización de verdad y justicia desempeñada por diversos sectores del
Poder Judicial en los últimos años. Algunas de las acciones asociadas a este
aplazamiento son la morosidad en los procesos de instrucción y juicio, la
tramitación de defensas sistemáticamente rechazadas, detenciones
domiciliarias, hostigamiento y revictimización a testigos, inusuales límites al
obrar de las querellas, pocos casos de elevación a juicio. Estos hechos se han
dado al amparo político de quienes prefieren el perdón y el olvido de tan
aberrantes delitos. Todo esto se inscribe en el contexto más amplio de la
necesaria profundización de la democracia, y en particular, con respecto al
Poder Judicial.
En tal sentido, estamos
convencidos que el compromiso de todos los sectores profundamente
democráticos debe ser el de garantizar que los juicios por la verdad sigan
adelante, progresando y multiplicándose con la fuerza que les ha dado la
legitimidad de su proceder y de sus objetivos.
A continuación presentamos un
breve resumen de los nefastos hechos ocurridos durante la última dictadura en
la ciudad de Bahía Blanca y la zona.
La represión asaltó cruelmente en
Bahía Blanca, especialmente bajo el mando del General Acdel Edgardo Vilas
(quien fuera procesado en 1987 por la Cámara Federal por 12 homicidios, 61
privaciones ilegales de la libertad calificadas y 41 casos de torturas), que venía
de secundar al general Antonio D. Bussi en el Operativo Independencia, el
nombre con que se conoce al inicio del aniquilamiento de las fuerzas populares
en Tucumán ordenado por el gobierno de Isabel Martínez. Varios centros de
concentración funcionaron en dicha ciudad. Allí, hombres, mujeres y
adolescentes fueron cruelmente torturados y en su mayoría "trasladados".
La Delegación de la Comisión
Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP) en Bahía Blanca ha
podido establecer una lista de personas ultimadas en supuestos
enfrentamientos, varias de las cuales habían sido vistas con vida en la
"Escuelita", una vieja construcción que había servido para guardar caballos
militares, compuesta de varias habitaciones, situada a unos 100 metros del
galpón principal del Vº Cuerpo de Ejército y denominada de tal manera por
sinonimia con el edificio escolar que se usó en Tucumán para torturar, la
Escuelita de Famaillá.
Testigos reconocieron el lugar,
según consta en la CONADEP, a unos 2.000 metros de la sede del Comando, en
un paraje conocido como "El viejo tambo" en el camino de "La Carrindanga", el
lugar donde se levantaba la "Escuelita", demolida durante unas maniobras
militares en el año 1978, rodeada por una arboleda aún en pie y que resultó
inconfundible.
"La Escuelita" fue el único centro
del que se ha podido recoger un testimonio escrito, pero se sabe que en la
región de Bahía Blanca hubo por lo menos cuatro centros de detención ilegales
y tres campos de concentración. El más cruel de ellos fue un campo de
exterminio en una zona de la Base Naval conocida como Baterías, donde sólo
quedaron dos supervivientes y por donde pasaron numerosos militantes
desaparecidos.
Cuando el número de detenidos
desbordaba la capacidad, algunos eran derivados transitoriamente a otro
edificio ubicado en la Base Naval o en sus inmediaciones, donde los custodiaba
personal de la Marina. Esta por su parte, contaba con otro centro de detención
clandestino instalado en la Batería 2, frente a la costa, donde quedó fondeado
un barco utilizado con idéntico fin en los momentos en que la represión fue más
intensa.
Tanto La Escuelita como la cárcel
de Villa Floresta constituyeron un circuito de distribución de detenidos-
desaparecidos. Su funcionamiento ratifica que la desaparición fue una política
de Estado, que combinó lo legal y lo ilegal, lo público y lo clandestino.
Así lo confirmó Oscar Bermúdez
Congo, quien fuera secuestrado por la Policía Federal el 1º de enero de 1977,
con el comisario Forchetti a la cabeza, para ser posteriormente entregado al
Ejército, que lo transportó hasta "La Escuelita":
"Para este
'proyecto escolar' se reunieron las tres fuerzas armadas; una clase media alta y
muy sólida; la CGT de Bahía Blanca; la única prensa existente -que no sólo
ocultaba la verdad de lo que ocurría, sino que acompañaba a los militares en su
tarea de exterminio y silenciamiento-. Y también la Iglesia del arzobispo Mayer,
que además de tapar el asesinato de los propios curas bahienses, expulsaba a
los familiares de los desaparecidos que iban a buscar ayuda, y permitía que sus
capellanes 'asistieran espiritualmente' a los recluidos en La Escuelita.
Justamente fue esta Escuelita la que enseñó a los de afuera qué había que
callar, mientras asesinaba y torturaba a quienes eran llevados allí, a los que
inútilmente intentó quebrar política y moralmente."
De las zonas en que estaba
dividido el sur del país, la ciudad de Bahía Blanca estaba comprendida en la
Zona 5, Subzona 51, que tenía jurisdicción en la provincia de Buenos Aires
sobre los Partidos de Adolfo Alsina, Guaminí, Coronel Suárez, Saavedra, Puán,
Tornquist, Coronel Pringles, González Cháves, Coronel Dorrego, Tres Arroyos,
Villarino, Bahía Blanca, y Patagones, y en la provincia de Río Negro los
departamentos de Avellaneda, Pichi Mahuida, 25 de Mayo, 9 de Julio, Valcheta,
San Antonio, Adolfo Alsina, y Conesa.
La zona de seguridad colocada
bajo control del Vº Cuerpo de Ejército, abarcaba los partidos bonaerenses de
Tres Arroyos, Coronel Dorrego y Carmen de Patagones, así como la ciudad de
Bahía Blanca, sede del Comando de Cuerpo, a excepción del área bajo
jurisdicción de la Armada (Base de Puerto Belgrano), y más allá, las provincias
de Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
La represión clandestina operó a lo
largo de ese vasto territorio apoyándose en lugares transitorios de detención
(Comisarías, Cuarteles, Delegaciones de la Policía Federal, etc.) desde donde
los prisioneros eran trasladados a los dos centros permanentes ubicados en la
ciudad de Bahía Blanca a los que hiciéramos referencia.
Para finalizar, queremos agregar
una pequeña reflexión acerca de la trascendencia y vital importancia para toda
la sociedad del inicio de los juicios por la verdad y la memoria. La reapertura de
los juicios nos interpela desde de la memoria y nos hace tomar conciencia que
la disputa por procesar el pasado, que nunca es sólo pasado sino más bien
continuidad y permanencia, es parte de las urgencias del futuro. Esta tarea
compromete a la sociedad que somos en su totalidad, y a la que queremos ser.
Para ello debemos pronunciar la muerte, nombrarla, con el objeto de romper el
silencio que la rodea.
Por todo lo expuesto
anteriormente, y con la intención de colaborar en la recuperación de nuestra
memoria histórica, es que solicito a las Sras. Diputadas y Sres. Diputados
acompañen en la sanción del presente Proyecto de Declaración.-
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
LINARES, MARIA VIRGINIA | BUENOS AIRES | GEN |
MILMAN, GERARDO | BUENOS AIRES | GEN |
ALCUAZ, HORACIO ALBERTO | BUENOS AIRES | GEN |
PERALTA, FABIAN FRANCISCO | SANTA FE | GEN |
DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA | BUENOS AIRES | LIBRES DEL SUR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
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DERECHOS HUMANOS Y GARANTIAS |