Expresar su enérgico repudio a las declaraciones del dictador genocida Jorge Rafael Videla, condenado a perpetuidad por delitos de lesa humanidad, reproducidos en distintos medios de la prensa escrita como anticipo del libro "Disposición Final"

Señor presidente:

Recientemente se dio a publicidad la entrevista efectuada al ex dictador y genocida Jorge Rafael Videla por el periodista Ceferino Reato, para la redacción de su libro "Disposición Final" en la que se detalla el "método" represivo utilizado durante la represión ilegal.

Sus dichos fueron publicados en distintos medios periodísticos (Revista Noticias del 14/04/12 págs. 26, 27 y 28, Diario La Nación del 15/04/12 en la Sección Enfoques, páginas 1 y 4 y el diario Clarín del 14 y del 15 de abril, entre otras publicaciones).

Las declaraciones efectuadas por el ex dictador, reabre heridas aún no cerradas en la sociedad, máxime cuando tales declaraciones infieren que no existió reflexión ni arrepentimiento alguno por parte de quien encabezó la más sangrienta represión en nuestro país.

En el año 1985 Videla fue condenado a prisión perpetua en el denominado Juicio a las Juntas Militares, juicio en el que la fiscalía lo acusó formalmente por 700 casos de violación a los derechos humanos.

Hoy después de varios procesos judiciales donde fue declarado culpable de delitos aberrantes, explicó descarnadamente la metodología empleada por el gobierno militar expresando con total soltura: "Pongamos que eran siete mil u ocho mil las personas que debían morir para ganar la guerra contra la subversión; no podíamos fusilarlas. Tampoco podíamos llevarlas ante la Justicia" por lo tanto se pasó a las personas a "disposición final" es decir para su eliminación.

A través de este método se secuestró a miles de ciudadanos que luego fueron interrogados en lugares o centros clandestinos donde en la mayoría de los casos se provocaba la muerte de los detenidos ya sea en el mismo interrogatorio o posteriormente y sus cuerpos arrojados al mar o enterrados en lugares secretos o bien quemados en un horno o cualquier otro método repugnante a la condición humana.

Aclara además que "la sociedad no debía darse cuenta" y en consecuencia se optó por una sistemática desaparición de hombres mujeres y niños, a tal punto que reconoce la apropiación de bebés para su entrega clandestina a familias de militares o de otras fuerzas, que también debieron responder ante la justicia.

En las notas periodísticas, Videla desvirtúa la realidad imperante en esa época en que el terror teñía a toda nuestra sociedad al sostener que su gobierno obtuvo consenso de la ciudadanía. La historia pone en evidencia que finalizada la barbarie, a través de jueces naturales, la Junta Militar fue juzgada por delitos de lesa humanidad, ello sin perjuicio que con las posteriores derogaciones de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, se permitió el juzgamiento y condena de los mandos inferiores.

La metodología adoptada en el proceso menoscabó en lo más hondo, los valores que pertenecen a nuestra cultura, a nuestras tradiciones, a nuestro modo de ser, a nuestro derecho y a nuestro sentir nacional y no se ha encontrado ni una sola norma o principio que justifique o disculpe a los autores de los hechos tan aberrantes de nuestra historia con Videla como cabeza de la represión.

La falta de humanidad de este personaje repugna y merece el repudio de todo el pueblo argentino que, a pesar del "nunca más", aún alberga en su corazón un profundo dolor que el tiempo no puede borrar.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares acompañen el presente proyecto de resolución.