Expresar su reconocimiento a la lucha de las Madres de Plaza de Mayo al cumplirse el 40º aniversario de la primera ronda realizada el 30 de abril de 1976.

Señor presidente:

A través de este proyecto, pretendemos rendir tributo a la lucha de las Madres de Plaza de Mayo, al cumplirse el 40º aniversario de aquella primera ronda que les diera origen.

El 30 de abril de 1976, Azucena Villaflor de De Vincenti, Berta Braverman, Haydée Garcí¬a Buelas, Marí¬a Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, Marí¬a Mercedes Gard y Cándida Gard, Delicia González, Pepa Garcí¬a de Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin, Elida de Caimi y una joven que no dio su nombre, se encontraron aquel sábado buscando en soledad conocer el paradero de sus hijos.

Nacía allí uno de los movimientos sociales más importantes de nuestra historia, aquellas mujeres estaban transformando su dolor en acción por la búsqueda de la verdad, en tiempos en que la muerta andaba suelta persiguiendo a los sueños, acorralando a la vida. Y de su desesperación por conocer el paradero de sus hijos nació el coraje.

Fueron tal vez la primera muestra publica de resistencia a ese régimen atroz de terrorismo de Estado, al denunciar la desaparición forzada de sus hijos. Al ser obligadas a circular por el estado de sitio imperante, ellas decidieron andar. Esa primera vez alrededor del monumento a Belgrano, en sentido contrario a las agujas del reloj, y muchas veces con los diarios bajo el brazo como defensa contra los perros que las fuerzas de seguridad les largaba para amedrentarlas.

Las rondas, que impactaron no sólo en Argentina al ser cubiertas por periodistas extranjeros, la respuesta oficial se limitó a tildarlas de “VIEJAS LOCAS”, por suerte la historia demostró quienes eran los cuerdos.

Meses más tarde, y con motivo de la peregrinación juvenil a Lujan, surgiría ese distintivo que nos conmueve hasta las entrañas, los pañales de sus hijos sobre sus cabezas como forma de reconocerse.

En diciembre de 1977, comenzaron a desaparecer quienes buscaban a los desaparecidos, en tren de mermar la lucha de estas mujeres, siendo Azucena, considerada una de las “mejores madres” fue secuestrada. Sus restos se hallarían recién en el año 2003 e identificados en el 2005. Por suerte para la

historia y la verdad, ese hecho no logró amedrentarlas, al contrario, redoblaron esfuerzos para buscar a sus hijos e hijas y también a sus amigas, sus compañeras.

Recién en 1979 se crearía la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, la lucha continuaba organizada de otra manera.

El paso del tiempo, la constancia y el reconocimiento social por su inagotable lucha, hicieron de esas mujeres un emblema en la defensa de los Derechos Humanos, pero, sobre todo, la personificación de la vida y la esperanza.

Lamentablemente su existencia surge por la atrocidad de la Dictadura y por la necesidad de conocer el paradero de sus hijos. Sin embargo, que su creación, aún desde el dolor y la angustia, son un faro permanente que mantiene iluminada la memoria colectiva para que nunca más exista terrorismo de Estado en Argentina.

A 40 años de ese hito en nuestra historia que quedará grabado por siempre, queremos reafirmar nuestro compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia y la continuidad de esa lucha iniciada por esas 14 mujeres a través del tiempo y en las generaciones futuras.

Por los motivos expuestos, es que solicitamos la aprobación del presente proyecto.