Expresar su hondo pesar por el fallecimiento del Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, ocurrido el martes 3 de abril de 2012.

Señor presidente:

Eduardo Luis Duhalde tuvo múltiples funciones a lo largo de su vida, pero ante todo se lo debe recordar como un ciudadano ejemplar; un hombre de bien. Su profesión fue el ejercicio del derecho, pero también el periodismo y la labor académica y todo ello lo hizo desde un humanismo ejemplar. Aún cuando esa postura, para él irrenunciable, lo haya llevado a enfrentarse a quienes se apropiaron del poder en los momentos más oscuros de la historia de nuestro país.

Durante la dictadura cívico militar de 1976 le hicieron conocer el terror de cerca obligándolo a vivir la infamia del exilio. Pero aún en la España que lo cobijó, creo la Comisión Argentina de Derechos Humanos, en un accionar que marcará toda su vida. Desde 2003 se desempeñaba como Secretario de Derecho Humanos de la Nación y trazó una trayectoria intachable como abogado defensor de víctimas de la represión de Estado.

Como hombre militante y comprometido, fue unos de los impulsores de los procesos abiertos contra represores y genocidas, además de estar siempre a la vanguardia de promover actividades por la memoria, la verdad y la justicia.

Es importante el reconocimiento a un verdadero luchador, quien en los momentos más oscuro de nuestro país, arriesgó su vida representando a militantes políticos perseguidos y detenidos. En su larga trayectoria en la defensa de presos políticos, fue convirtiéndose en el más férreo defensor del movimiento de derechos humanos de nuestro país.

Con el objetivo de rendir un merecido homenaje a un hombre que perdurará en la memoria colectiva mientras mantengamos presente la decencia, lucidez y perseverancia durante su vida, solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación del presente proyecto.