Expresar su repudio, pesar y consternación ante las agresiones físicas contra el joven Pedro Robledo por su condición sexual, y condenar este episodio de intolerancia, violencia y homofobia, que revela una grave actitud discriminatoria en pugna con los principios cristianos de concordia, fraternidad y respeto por las personas, la libertad, la dignidad y los derechos humanos fundamentales.

Señor presidente:

Con el presente proyecto de declaración queremos expresar nuestro repudio, pesar y consternación ante las agresiones físicas inferidas al joven Pedro Robledo, de 21 años, por su condición sexual, luego que se encontrara con su pareja en una fiesta, junto a un grupo de amigos en una casa de San Isidro, Provincia de Buenos Aires, el 23 de marzo pasado.

Tal como he manifestado recientemente en declaraciones a la prensa: "pareciera mentira que aún debamos abordar ciertos temas en el Siglo XXI. Estamos en el año 2013, y la homofobia sigue provocando dolor a nuestros hermanos".

Esta vez le tocó sufrirla en primera persona a Pedro Robledo. Lo agredieron brutalmente por su condición. El cobarde agresor invocó la figura del "Papa argentino" para justificar su agresión. Nada más lejano que lo que significó la elección de Francisco para cualquier persona de bien. La predica de Francisco expresa todo lo contrario, que es la comprensión y la tolerancia.

El reciente episodio de discriminación contra el joven Robledo adquiere mayor gravedad si tenemos en cuenta que no resultaron suficientes las heridas físicas de la golpiza a que fue sometido. La homofobia debió hacerse presente de nuevo en la Guardia Médica donde, en lugar de recibir una pronta asistencia, lo juzgaron por su estilo de vida.

Tengo la más arraigada convicción que todo acto de discriminación, por cualquier motivo, es repudiable.

Por ello, deseo expresar a través de este proyecto, como ya manifestara a la prensa : "mi solidaridad al joven agredido, la comunidad LGBT, su familia, y con todos aquellos que desean dar un paso a una sociedad que no haga distinciones de orígenes étnicos, orientación sexual, credo, situación social, económica o cualquier otra forma de discriminación".

No puede ocultarse que este episodio de intolerancia, violencia y homofobia, revela una grave actitud discriminatoria, en pugna con los principios cristianos de concordia, fraternidad y respeto por las personas, a la vez que agrede de manera brutal la libertad, la dignidad y los derechos humanos fundamentales.

Por todo ello, solicito el apoyo de mis pares para dar aprobación al presente proyecto de declaración.