Expresar adhesión por la conmemoración de un nuevo aniversario del último Golpe de Estado en nuestro país, el próximo 24 de Marzo de 2013.

Señor presidente:

Hoy nuevamente asistimos a un ejercicio de Memoria, Verdad y Justicia en la República Argentina. Recordamos los argentinos y argentinas muy dignamente la Dictadura cívico- militar que hemos padecido durante siete años, desde 1976 a 1983, que tuviera comienzo el 24 de marzo de 1976, día en que las Fuerzas Armadas desalojaran del poder al gobierno de la expresidenta María Estela Martínez de Perón.

En el presente proyecto de resolución no haremos un recuento histórico sobre la Dictadura. Por fortuna y por verdadera decisión política, pero también desde la misma sociedad, hemos recreado una verdadera cultura de la memoria en la Argentina, que implica no sólo el juzgamiento de los responsables directos e indirectos del genocidio perpetrado desde el poder estatal, sino que las producciones culturales, la literatura y la Historia misma nos permiten tomar en toda su dimensión y profundidad lo que ha constituido una verdadera afrenta contra la sociedad argentina.

Porque semejante genocidio - con más de 30.000 desaparecidos- no significaría sólo la destrucción de la dirigencia política, sindical y estudiantil de los argentinos. Sino que a través de la muerte y el miedo, se resolverían las tensiones políticas recreando una sociedad subordinada y sin espíritu de confrontación, permitiendo la instalación de un nuevo modelo político- social: el de la valorización financiera, lo que representaría la herida de muerte para el tejido industrial y una reestructuración de las relaciones sociales.

Dejar a los argentinos sin espíritu de confrontación, dejarlos sin trabajo, rifar los bienes públicos, destruir el patrimonio nacional, dar la bienvenida al imperio económico global, condenar a la pobreza a las familias, todo ha sido parte de un mismo plan: que la Argentina no sea la misma que en el pasado. Por eso el endeudamiento sin fin, por eso la Convertibilidad (no hay que olvidar la continuidad que constituyeron las políticas desplegadas por el menemismo en los años noventa), por eso las políticas de ajuste, por eso la incapacidad absoluta de decidir por nosotros mismos nuestro destino.

Frente a esto, también pretendo hacer un ejercicio de memoria política. Porque no quiero dejar de mencionar la clara ruptura que afortunadamente representara la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia de la Nación. Todo este cúmulo de experiencias de derrotas sociales es hoy un pasado al que no vamos a volver gracias a su gobierno y al de la actual Presidenta Cristina Fernández.

Al sometimiento, los argentinos lo hemos enfrentado con la ruptura de la paridad económica, la insubordinación con el FMI y con el desendeudamiento. A la desocupación, con la recuperación del salario, del mundo del trabajo y con la creación de millones de puestos de trabajo. Ante la desvalorización de lo público, hemos respondido con la recuperación de la educación, la renacionalización de empresas valiosísimas como YPF y con la capacidad de decisión económica y política en el Estado.

Contra la impunidad y la falta de Memoria, Verdad y Justicia de los genocidas y sus cómplices hemos respondido con una verdadera política de Democracia y Estado de Derecho: se han derogado las leyes de Obediencia debida y Punto final, se han multiplicado los Juicios por delitos de lesa humanidad, alcanzando un importante número de militares y civiles juzgados y con condena, hemos practicado una importante difusión de los derechos humanos y de memoria histórica en diversos ámbitos.

A los argentinos nos han querido dejar amnésicos y sin sed de justicia. Y hemos vencido esta imposición. Y hoy nos toca recordar una vez más este período tan negro de nuestra historia y volver los ojos sobre todos aquellos que han perdido sus vidas, a los desaparecidos y a su descendencia, que todavía buscamos.

Por eso, hoy más que nunca, deseo recordar el imperativo de Justicia que se nos presenta ante todos los que tenemos responsabilidades institucionales. Debemos profundizar el compromiso por más Democracia y, por supuesto, mayor Justicia. Por todas estas razones es que solicito a mis pares el acompañamiento en el presente proyecto de resolución.