Adherir a la solemnidad y rememoración del “Día internacional contra la discriminación racial”, celebrado el 21 de Marzo de cada año, transformando las iniciativas de respeto, seguridad y dignidad, en una respuesta verdadera de justicia, hacia todas las personas discriminadas por razón de su raza o nacionalidad.

Señor presidente:

La discriminación racial y étnica es un fenómeno cotidiano. En la cualidad de ser periódico está su peligrosidad. Sin duda dar un trato desigual a una persona o colectividad por motivos de sexo, religión, origen nacional u otros harán del receptor, como mínimo, un desaventajado social.

El solo hecho histórico de nacer humanos nos coloca en la condición de dignos. Todos los derechos inherentes a las personas, así como las oportunidades para desarrollarse como tales, deben ser y estar siempre presentes en condiciones de igualdad. Tal es así, que la Declaración Universal de Derechos Humanos proclama que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos sin distinción alguna, en particular por motivos de raza (…). Es algo que se entiende y se acepta como justo.

Los expertos litigantes del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) coinciden en la siguiente verdad: cuando existe discriminación racial, y ésta alcanza incluso, cuadros sistemáticos de prácticas que pueden derivar en genocidio, etnocidio o políticas de apartheid, se eleva la protección para definir al ataque, ut supra mencionado, como un DELITO DE LESA HUMANIDAD.

Con esa claridad se ha llegado a transformar a la prohibición de la discriminación racial en una NORMA IMPERATIVA FUNDAMENTAL con reconocimiento universal junto a la convicción de que debe ser cumplida.

El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial se celebra el 21 de marzo de cada año. Ese día, en 1960, la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra las leyes de pases del apartheid que se realizaba en Sharpeville, Sudáfrica.

Al proclamar el Día en 1966, la Asamblea General instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial y nuestro país receptó el criterio logrando la construcción del Ser Nacional, integrando al otro, como tierra abierta al mundo.

Quisiera destacar que, en nuestra Constitución Nacional, contamos con la Ley 17.722 que en su Artículo 1° aprueba la Convención Internacional sobre la Eliminación de TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN RACIAL obligando a los países que la firmaron a NO discriminar por razones de raza.

Asimismo, propongo que sigamos convencidos de lo siguiente: la existencia de barreras raciales es incompatible con los ideales de toda sociedad humana.

La comprensión de la diversidad humana y cultural propiciando la convivencia fraterna y la justicia social, son pilares fundamentales para la construcción permanente de la paz.

Por todo esto, y lo expresado anteriormente, con motivo de la conmemoración aludida, es que estimo que esta Honorable Cámara debe expresarse en tal sentido y solicito a tal fin el apoyo de mis pares.