Declarar su preocupación y más enérgico repudio a las agresiones antisemitas que sufrieron los titulares del comercio denominado "Bar Charles" del barrio Independencia de la Ciudad de Rosario el día 26 de diciembre de 2006. Con este se suma otro hecho más para lamentar el odio y la intolerancia religiosa de sectores minúsculos y violentos de nuestra sociedad.

Solicitar a las autoridades de la Provincia de Santa Fe el mayor empeño para el esclarecimiento del caso.

Señor presidente:

Una incalificable actitud de jóvenes presumiblemente pertenecientes al Club Gimnasia y Esgrima de la Ciudad de Rosario movilizó a las entidades culturales, organismos de derechos humanos y la justicia, no sólo para identificar a los autores y establecer responsabilidades penales, sino también para alertar sobre el peligro que estos hechos ocasionan en la sociedad.

La primera agresión sucedida el 26 de diciembre de 2006, se expresó a través de pinturas en el frente del comercio con simbologías que recuerdan al período de la dominación nazi en el que con este tipo de manifestaciones, utilizadas para generar odio y desprecio, se buscaba además de segregar; lesionar los derechos más elementales del los hombres: el derecho a profesar en paz y libertad un arte, una religión o una profesión.

Con posterioridad a estos hechos, el día 1 de enero de 2007, se constató el destrozo de los cristales de la vidriera y a partir de allí una continua campaña de hostigamiento a través de sitios de internet con amenazas y agraviantes descalificaciones. Esto ha sucedido desde el 4 de enero y ha persistido en el tiempo, por lo cual se dispuso la presencia de custodia policial.

Los mencionados acontecimientos son de tan extrema gravedad que deben alertar además de a las entidades de la colectividad judía, a toda la comunidad de hombres y mujeres que en amplia mayoría creemos que en los valores más esenciales como la libertad, la democracia y la fraternidad interreligiosa están contenidos los preceptos fundamentales de un futuro de paz y encuentro.

Si bien luego de la movilización de entidades de la sociedad civil y de las instituciones de la democracia se ha determinado la permanente custodia de los damnificados, el sólo hecho de que esto así ocurra nos debe poner en el convencimiento de que existe una peligrosa alteración del orden y que los irracionales no pueden tener cabida en nuestra sociedad y deben ser perseguidos con todas las herramientas jurídicas del Estado de derecho para que situaciones de esta gravedad no se repitan más.

Por todo lo expuesto solicito a esta H. Cámara a votar afirmativamente el presente proyecto de declaración.