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DERECHOS HUMANOS Y GARANTIAS

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P04 Oficina 411

Jefe SRA. CARBALLO LLOSA MARIANA A.

Miércoles 14.00hs

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PROYECTO DE LEY

Expediente: 0350-D-2010

Sumario: "DIA DEL EXILIADO POLITICO" INSTITUYESE COMO TAL EL 4 DE OCTUBRE DE CADA AÑO.

Fecha: 04/03/2010

Publicado en: Trámite Parlamentario N° 6

Proyecto
Articulo 1º: Institúyase como Día del Exiliado Político en todo el territorio nacional el día 4 de Octubre de cada año.
Artículo 2: Se establece el día 4 de Octubre en conmemoración del fallecimiento de la Sra. Mercedes Sosa.
Artículo 3: La presente deberá ser reglamentada dentro de los 90 días de su promulgación
Articulo 4: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Cabe poner de manifiesto que del latín exilĭum, el exilio es la separación de una persona de la tierra en que vive. Dicha separación puede ser voluntaria o forzada. En estos casos, se conoce como expatriación y suele ser motivada por cuestiones políticas
El alejamiento forzado del suelo natal ha sido y es una experiencia universal. Si se escribiera la historia de un país exento de esa experiencia generadora de zozobras individuales y colectivas, dicha historia sería leída como una fábula. En tiempos lejanos, cuando aún no existía el Estado, el miedo de los poderosos a la merma o pérdida de su poder, miedo alimentado de celos, rencores y sospecha --como hasta ahora se manifiestan en la patología de los déspotas-- fue el motivo o pretexto para imponer los rigores de la persecución, el confinamiento, la deportación. La literatura reconstructiva de la prehistoria da cuenta de ciertos hechos relacionados con esa experiencia. Esto quiere decir que desde esos tiempos nebulosos, en la medida en que se perfilaron los usos autoritarios del poder religioso, político, económico, o de otra índole, el exilio estuvo a la mano de quienes recurrieron a esos usos.
Nombres ilustres de la historia, en diversas regiones del mundo, figuran en un interminable recordatorio de exiliados, deportados y desterrados. Grecia ejemplifica el origen y trascendencia del exilio con el trágico mito de Prometeo, personaje que simboliza la primera civilización, confinado y encadenado por haber accedido a los bienes del saber. Como para dar consistencia al mito, la historia de la Antigüedad registra nombres de muchos que sufrieron ostracismo, vicisitud emergente de tan ominoso extrañamiento. En la Edad Media, la iglesia cristiana, aunque impotente ante a esta práctica del poder temporal, abrió sus parroquias y conventos para dar refugio a los perseguidos y exiliados por el poder irrestricto de los señores feudales. En los tiempos modernos, tiempos de la razón, las revoluciones europeas de los siglos XVII y XVIII pusieron en evidencia la radicalidad de ciertos acontecimientos políticos y el uso autoritario del poder, hechos que patentizaron la práctica del exilio, al punto de convertirla en opción obligada o voluntaria para salvar la vida. En el siglo XIX, las luchas políticas e ideológicas de Europa propiciaron numerosos exilios. En esos tiempos iluminados por la ciencia y la razón instrumental, Inglaterra y Francia fueron escenarios de incontables dramas del exilio.
El siglo XX fue el siglo de innumerables exilios masivos. La intolerancia ideológica y los trastornos sociales de distinto signo generaron verdaderos éxodos de numerosos pueblos. La autocracia zarista, con sus aterradores pogromos, exilió a millares de ciudadanos. Luego la Revolución Bolchevique de 1917 dio pie al exilio de innumerables hombres y mujeres que buscaron refugio en el occidente europeo y en Estados Unidos. El cataclismo persecutorio de los años treinta y cuarenta del siglo pasado, desencadenado por el fascismo y el nazismo, dispersó por el mundo, exiliados, a millones de seres humanos. En esa nefanda ola de persecución y extrañamiento, precipitada en la Segunda Guerra Mundial, se inscribe el exilio republicano español.
En la construcción de un socialismo ilusorio, capciosamente denominado "socialismo real", el exilio forzado o voluntario, según los casos, ha sido historia multitudinaria en numerosos países de Europa central y oriental. Durante la "Guerra Fría" más de cuatro décadas de enfrentamiento del socialismo ilusorio con el capitalismo el exilio ha sido la espada de Damocles, pendiente sobre la cabeza de cientos de millares de ciudadanos, particularmente en el Tercer Mundo. El exilio latinoamericano de los años setenta --que fue política sistemática de las dictaduras de la región-- es un hecho que puede analizarse con propiedad en la historia de ese enfrentamiento, cuya dinámica se movía según los requerimientos de la reacción capitalista y de los sectores beneficiarios de la dependencia.
Después de la caída del muro de Berlín y el colapso del bloque socialista, los motivos del exilio asumieron otras características. Con la expansión mundial del neoliberalismo y la generalización de la crisis económica, social y cultural que le acompaña, el exilio ha adquirido nuevos matices y dimensiones. Las políticas que emergen de la globalización, el desmantelamiento de industrias productivas en los países dependientes, la destrucción sin freno del medio ambiente, la desocupación y marginación masiva, el hambre, el horror económico, la miseria y el imperio de las transnacionales, son factores de nueva cuenta para que millones de seres humanos abandonen su país o su región. La desintegración de Yugoslavia, la intolerancia política y religiosa, los conflictos étnicos y tribales en el continente africano, la situación de varios pueblos asiáticos, las guerras de Chechenia y Afganistán y otros conflictos que afloran violentos en distintas latitudes del planeta, aumentan substancialmente las cifras de asilados, fugitivos y refugiados, al punto de que en el presente se los cuenta por millones. ACNUR revela que en la década de los años 90, la población de exiliados en el mundo se ha incrementado en más de ocho millones.
En América Latina, los antecedentes del exilio se remontan a tiempos anteriores al Descubrimiento. Nezahualcóyotl fue un exiliado en las laderas del Ajusco. En el Imperio de los Incas el exilio tuvo rango de razón de estado. Juan de Betanzos, Pedro Cieza de León, Garcilaso de la Vega y otros connotados cronistas informan de esta práctica sistemática del exilio masivo, considerada por no pocos historiadores como una política de colonización, destinada a extender el uso de la lengua quechua y las formas de administración imperial. Con este señalamiento me refiero a lo que la historia del Imperio incaico enseña acerca de los mitimaes, grandes contingentes humanos, erradicados de su lar nativo. Los propósitos de esta práctica del exilio masivo tuvieron mucho que ver con la represión, el descontento y la rebeldía de numerosos pueblos conquistados por los Incas, los cuales, vencidos en su resistencia al poder sojuzgador del Cuzco, eran trasladados a regiones distantes.
En la colonia novohispana fue singular el exilio de Fray Servando Teresa de Mier, víctima del poder eclesiástico. En las colonias andinas, después de la rebelión y ajusticiamiento de Tupaj Amaru, fueron famosos los decretos de anatema y destierro que sufrieron los sobrevivientes de la conspiración. En los inicios del siglo XIX, durante los quince años de guerra de Independencia en la región del Alto Perú, hoy Bolivia, fueron frecuentes los casos de autoexilio de peninsulares y criollos identificados con la causa realista, quienes, durante esa larga guerra sin cuartel, salieron del territorio. Y también fueron numerosos los casos de patriotas que se exiliaron ante los excesos del poder realista, al grado de que cuando se reunió el Congreso argentino (Tucumán 1816), las Provincias del Alto Perú, por entonces jurídicamente dependientes del naciente estado del Río de La Plata, estuvieron representadas por exiliados, en una proporción considerable.
Terminada la guerra de independencia y en el laberinto político de los estados emergentes, el área andina, como otras regiones emancipadas del dominio español, se convirtió en un vasto escenario del exilio. La lucha de la civilización contra la barbarie arrojó a decenas de ciudadanos argentinos a Bolivia y Chile. Domingo Faustino Sarmiento y Bartolomé Mitre fueron figuras señeras de la época. Decenas de ciudadanos bolivianos buscaron asilo y refugio en Chile y Perú, o fueron deportados a dichos países. Otros tantos ciudadanos peruanos salieron a Chile y Bolivia. La enconada lucha de facciones militares y oligarquías regionales obligaba a que numerosas personalidades políticas escogieran el camino del exilio, o sufrieran los vejámenes y rigores de la deportación impuesta por los gobiernos del momento. Juan Manuel Rosas y Mariano Melgarejo fueron destacados por algunos historiadores como los más conspicuos por su política represiva, causa de deportaciones violentas y de exilios voluntarios. En Ecuador, Colombia, Venezuela, los países centroamericanos y México, las circunstancias fueron similares, al punto de que la historia de la época no pretende hipérbole alguna cuando afirma que Nuestra América era el ámbito del exilio de unos y otros.
En la historia de América Latina independiente, el exilio, la deportación y el confinamiento han representado el antagonismo del poder imperante con el pensamiento y la acción política e intelectual. El subdesarrollo, la dependencia y las imposiciones imperialistas condicionaron la presencia de dictaduras férreas que conculcaron los derechos humanos. Una forma de conculcación de estos derechos ha sido y es el exilio, considerado como estilo autoritario de gobierno. A partir del golpe militar brasileño del año 1964, el exilio se convirtió en método operativo de la doctrina de seguridad nacional. Las dictaduras que sobrevinieron (Barrientos, Bánzer y García Meza en Bolivia, Stroessner en Paraguay, Pinochet en Chile, Lanusse, Videla y Galtieri en Argentina) arrojaron de sus fronteras a millares y millares de deportados y agregaron nuevas formas de terror a las modalidades del exilio. La operación Cóndor, por sus implicaciones internacionales, es un ejemplo. Por la falta de espacio político en la región, miles de latinoamericanos salieron del continente para situarse en países europeos. En esa época de terror persecutorio tuvo lugar notorio el masivo exilio latinoamericano que llegó a México.
En las últimas tres décadas del siglo XX, estas formas tradicionales de expatriación, se ampliaron con el refugio, concepto aplicado a millares de hombres, mujeres y familias enteras que, escapando de la violencia imperante en sus países abandonaron su región. El refugio, en tanto que nueva categoría migratoria, ha creado cierta confusión con el asilo político, concepto tradicional que enmarca la situación jurídica de exiliado político; sin embargo, en los hechos, el refugio, en América Latina, representa otra forma de exilio, quizás la más dura, masiva e inhumana de estos tiempos.
En el conjunto de convenciones latinoamericanas sobre el asilo político, no se cuenta con alguna que trate de manera particular y concreta la materia del refugio. Las convenciones de Montevideo de 1889 y 1933 estatuyen sobre el asilo político, lo mismo que la de La Habana de 1928. Solamente en el Tratado de Montevideo de 1939 se incluye el concepto "refugio político", adicional al de asilo político. Por ello este instrumento normativo lleva el nombre de "Tratado sobre Asilo Político y Refugio Político", cuyo texto contempla lo pertinente para cada concepto. Por su parte, las convenciones de Caracas de 1954 tratan del concepto y la práctica del asilo político, desdoblado en la distinción de "asilo diplomático" y "asilo territorial". Estas carencias normativas del refugio político no han pasado desapercibidas. ACNUR, organismo que atiende las emergencias del refugio político y de los refugiados, estima necesario precisar su significado, aunque, desde todo punto de vista y en cualquier circunstancia, los refugiados y asilados políticos son y serán siempre exiliados.
Quiero en este mensaje plasmar un resumen de la biografía de Mercedes Sosa quien nació en San Miguel de Tucumán, Argentina, el 9 de julio de 1935; En la adolescencia llegó a ser profesora de danzas nativas; también cantaba. Radicada en Mendoza, debutó discográficamente con un trabajo independiente: "Canciones con fundamento". Poco después consiguió cantar por primera vez en el Festival de Cosquín, gracias a la generosidad del ya entonces famoso cantor Jorge Cafrune. En ese mismo año, 1965, grabó con una juvenil voz el único tema de la obra conceptual "Romance de la muerte de Juan Lavalle" de Ernesto Sábato y Eduardo Falú.
En 1966 dio a conocer "Yo no canto por cantar", el álbum con el que inició su vinculación con la empresa Polygram - actualmente Universal-. En 1967, cuando ya iba por el tercer disco -el segundo fue "Hermano", su sucesor, "Para cantarle a mi gente", comenzó a viajar por el mundo. Cantó en Miami, Lisboa, Roma, Varsovia, Leningrado, Kislovo, Sochi, Gagri, Bakú y Tifilis. En esa gira conoció a Ariel Ramirez, el compositor de Misa Criolla, quien le propuso que fuera la voz de su obra "Mujeres Argentinas", y ella aceptó. Este disco lo grabó en 1969, poco después de que se conociera su álbum "Con sabor a Mercedes Sosa".
Por entonces era común que fuera censurada en la radios oficiales debido a la reforma radical que imponía por medio de sus canciones frente a la represión social que se vivía en ese momento en la República Argentina.
En 1970 participó en el filme El Santo de la Espada de Leopaldo Torre Nilsson, sobre la vida del General José de San Martín, Padre de la Patria de los Argentinos, y dio a conocer otros discos importantes en su carrera, El grito de la tierra y Navidad con Mercedes Sosa. Al año siguiente lanzó La voz de Mercedes Sosa y Homenaje a Violeta Parra. En esa misma temporada volvió al cine en el papel de Juana Azurduy en el film Guemes (La tierra en armas).
En 1972, cuando su arte sufría el constante jaqueo de la censura impuesta por el gobierno militar, se publicó Hasta la Victoria, un disco cargado de contenido social y político. También en ese año le puso voz a la Cantata Sudamericana. "Mercedes Sosa" y "Traigo un pueblo en mi voz" aparecieron en 1973, año del convulsionado regreso a la democracia.
En 1976, cuando los militares ya habían dado otra vez el golpe de Estado, se publicó "Mercedes Sosa".
En 1979 se publicó "Serenata para la tierra de uno", en medio de la violencia seguía cantándole a la vida. Pero el hostigamiento fue insoportable: luego de ser detenida durante un concierto en la ciudad de La Plata, junto a 350 espectadores, debió exiliarse. Primero vivió en París y al año siguiente, en 1980, se instaló en Madrid. Mercedes pudo desarrollar, en sus años de exilio, una intensa actividad artística internacional.
El 18 de febrero de 1982 pudo volver a cantar ante el público argentino en el teatro Opera de Buenos Aires acompañada por los más destacados músicos locales como León Gieco y Charly García. La democracia volvió a Argentina cuando el álbum doble de Mercedes Sosa en Argentina, grabado en vivo durante los conciertos de su retorno, el mayor suceso de ventas del mercado local. Ese éxito quedó demostrado en el estadio de fútbol de Ferrocarril Oeste para un par de conciertos. Durante ese espectáculo se filmaron imágenes para el largometraje documental "Como un pájaro libre", que le fue dedicado.
Después de publicar los albumes "Como un pájaro libre" y "Mercedes Sosa", y ya reinstalada en su casa de Buenos Aires, cantó en el Lincoln Center y el Carnigie Hall norteamerica, en el Mogador francés y también en numerosos escenarios argentinos.
En 1984 lanzó "Será posible el sur?", otra obra antológica, y poco antes de la Navidad protagonizó el espectáculo Corazón Americano. En la siguiente temporada sumó dos títulos importantes en su discografia. Por un lado volvió a dar un significativo apoyo a los compositores de su país con "Vengo a ofrecer mi corazón", en el que registró el tema "Razón de vivir" y "Madre de madres", "Entre a mi pago sin golpear" y "Canción para Carito".
En 1986 realizó una extensa gira por Alemania y Europa Central y cantó en los Estados Unidos, y además celebró 25 recitales en Brasil. En medio de aquellas giras, se editó "Mercedes Sosa '86" y "Mercedes Sosa '87".
En el ´88 lanzó "Amigos Míos", un disco compilado. En ese mismo año incursionó como productora, organizando el memorable espectáculo Sin Fronteras. En 1989 recibió la medalla de la Orden del Comendador de las Artes y las Letras, otorgado por el Ministerio de Cultura de la República Francesa.
En 1990 apareció "Mercedes Sosa en vivo en Europa", y siguió viajando. Poco después dio a conocer "De mí", un álbum con registros en vivo. El 1° de Abril de 1992 en el Salón Dorado del Consejo Deliberante porteño fue declarada Ciudadana Ilustre de Buenos Aires. Fue declarada Visita ilustre de Texas y de Houston, por el gobernador del estado y por el alcalde de la ciudad. A comienzos de 1993 cruzó nuevamente Los Andes para participar en el festival Internacional de Viña del Mar. En noviembre se publicó la compilación "Mercedes Sosa 30 años" que volvió a posicionarla en los primeros puestos. El suceso lo repitió con su siguiente álbum "Gestos de Amor" que apareció en 1994, y llegó a ser Disco de Platino. Luego cantó en representación de América en el segundo concierto de Navidad realizado en la Sala Nervi del Vaticano. En 1996 hizo la presentación en Buenos Aires de "Escondido en mi País". No terminó bien el año. En la primavera sufrió un agravamiento de dolencias en su físico. Por eso con un cuadro de depresión enmascarada, pasó cinco meses en cama, con una deshidratación que la hizo perder más de 30 kilos. Estuvo al borde de la muerte. Luego de medio año de sufrimiento, volvió a cantar en un disco notable, titulado significativamente "Al despertar". Ese trabajo mereció el Premio Gardel de la crítica especializada de Argentina como el disco del año, durante una ceremonia en la que también fue distinguida como la Mejor Artista de folklore de la temporada. Además de las distinciones ya mencionadas ha sido declarada Ciudadana ilustre de Tucumán, ha recibido la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, la Medalla al Mérito Cultural del Ecuador, la Placa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú en reconocimiento a sus 30 años de difusión del canto latinoamericano, el Premio ACE 1993 por su disco Sino, y el Martín Fierro 1994 al mejor show musical en televisión.
También se ha hecho acreedora del Gran Premio CAMU-UNESCO 1995, otorgado por el Consejo Argentino de la Música y por la Secretaria Regional para América Latina y el Caribe, del Consejo Internacional de la Música de la UNESCO; del Premio de la UNIFEM, organismo de las Naciones Unidas, que la distinguió poco antes de una actuación en el Lincoln Center de Nueva York por su labor en defensa de los derechos de la mujer, del Konex de Platino 1995 a la Mejor Cantante Femenina de Folklore y del Konex de Brillante a la Mejor Artista Popular de la Década.
Además, ha recibido el halago de ser incluida por la Conferencia de la Mujer, de la Secretaria General de la Naciones Unidas en la colección discográfica Global Divas. A poco de fin de milenio, totalmente recuperada de su enfermedad, sigue en actividad. En 1999 ha retomado a las intensas giras internacionales. Alternando con multitudinarias actuaciones en la Argentina, ha cantado en México, Guatemala, El Salvador y otros países centroamericanos. En julio acompañó a Charly García en un concierto ante público de rock en el DF de México, y entre setiembre y octubre realizó una importante gira por Inglaterra, Israel, Alemania, Suiza, Austria y Holanda. Poco después, en México, las máximas autoridades de UNICEF le entregaron las credenciales que la acreditaban como Embajadora de Buena Voluntad de la organización para América Latina y el Caribe. Y sigue su vida de cantora. En el 2003 comenzó a trabajar en un libro con sus Memorias.
En 2009 regresa a las bateas con una obra conceptual partida en dos volúmenes: "Cantora 1" y "Cantora 2" que recopila sus grandes éxitos y canciones populares interpretadas a dúo con artistas de renombre como Joan Manuel Serrat, Julieta Venegas, La Sole, Diego Torres, Shakira y Gustavo Santaolalla entre muchos otros
Y lamentablemente, falleció el 4 de Octubre de 2009.
Como un homenaje mas a su lucha y en la interpretación de que ella fue una figura que lucho desde el exilio, quiero plasmar como homenaje la instauración del Día Nacional del Exiliado.
Por lo expuesto, le solicito a mis pares que me acompañen con la firma del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
BIANCHI, IVANA MARIA SAN LUIS PERONISMO FEDERAL
PEREZ, ALBERTO JOSE SAN LUIS PERONISMO FEDERAL
ALBRISI, CESAR ALFREDO CORDOBA PERONISMO FEDERAL
PANSA, SERGIO HORACIO SAN LUIS PERONISMO FEDERAL
DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA BUENOS AIRES LIBRES DEL SUR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
DERECHOS HUMANOS Y GARANTIAS (Primera Competencia)
LEGISLACION GENERAL
Trámite en comisión(Cámara de Diputados)
Fecha Movimiento Resultado
14/04/2010 INICIACIÓN DE ESTUDIO Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría
Trámite
Cámara Movimiento Fecha Resultado
Diputados SOLICITUD DE SER COFIRMANTE DE LA DIPUTADA DONDA PEREZ (A SUS ANTECEDENTES)
Diputados REPRODUCIDO POR EXPEDIENTE 8485-D-14
Diputados REPRODUCIDO POR EXPEDIENTE 2067-D-15