Expresar su profundo rechazo a la actitud de la editorial EUDEBA de ignorar el nombre de Ernesto Sábato en la nueva edición del Informe Nunca Más editado en marzo del corriente año, además de continuar reemplazando el texto original, de profundo valor histórico y fuente de la memoria colectiva, por otro corregido en el año 2006 por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

Señor presidente:

En ocasión de la reedición del informe Nunca Más en el año 2006, expresábamos en una declaración presentada en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires nuestro rechazo a la introducción de un nuevo prólogo ya que este documento histórico no es patrimonio de nadie, sino que se había convertido en un patrimonio de las sociedades democráticas del mundo, que vieron plasmado en esta investigación los crímenes aberrantes cometidos por la dictadura cívico militar.

Así también repudiábamos las expresiones vertidas por el entonces Subsecretario de Derechos Humanos en las que señalaba que el prólogo de Sábato era "una apología de los dos demonios", lo que a nuestro entender no está contemplado en dicho texto histórico, el que se basa en una descripción fehaciente de las características políticas de la década del 70, y fundamentalmente de las atrocidades provocadas por el genocidio que el proceso llevó adelante. Tratar de cambiar lo antedicho es muy grave, ya que atenta contra la verdad histórica e intenta reinventar la historia.

La labor realizada por todos los miembros de la CONADEP debe merecer nuestro respeto, y su informe constituye un documento de gran transcendencia histórica y política para las generaciones pasadas, presentes y futuras, independiente de las pertenencias políticas, siendo común a toda la ciudadanía, y no puede ser de ninguna manera bastardeado ni apropiado por ningún sector.

En un texto publicado por Norma Morandini en el cual rechaza la modificación del prólogo realizada en 2006, manifestaba que "De la misma manera que la Biblia no se reescribe sino que se reinterpreta al calor y el color de las contingencias, es que debiéramos ser respetuosos con aquellos que vencieron su propio miedo y, cuando pocos en el país se animaban siquiera a querer saber, abrieron esa caja de Pandora para que se desparramaran ante nosotros los males del mundo. Descendía a los infiernos, decía Ernesto Sábato en todos los idiomas". Más adelante agrega "Qué razón existe para modificar el prólogo del Nunca Más, cuando en realidad la necesidad histórica nos exige corregir la cultura autoritaria legada por el terror e incorporar como cultura una verdad sencilla e irrefutable: el único que puede violar los derechos humanos es aquel que debe garantizarlos. O sea, el estado", agregando más adelante "Modificar el prólogo del Nunca Más es como reinventar el Génesis de la democracia, sin la generosidad histórica que merecen aquellos que hicieron lo que se podía frente a un poder militar humillado pero amenazante...", "...eso es el Nunca Más, un testimonio de ese esfuerzo y coraje, un documento testimonial de la peor época de la historia contemporánea".

Es cierto, tal como dice el descargo de la editorial EUDEBA, que ninguna edición del libro, desde su primera publicación, llevó la firma de Ernesto Sábato. Es así, lo que constituyó un acto de extrema humildad, ya que para Sábato el informe, al igual que el resto de la tarea llevada a cabo, era una realización del esfuerzo colectivo de todos los que integraron la CONADEP. Pero esto no impide el reconocimiento que se merece, editar el prólogo tal como fue redactado y consensuado en su momento, y el que su nombre figure en el mismo como signo del respeto por su trayectoria y compromiso democrático.

Finalmente, y ya que del prólogo del Nunca Más se trata, queremos citar un párrafo del mismo tal como se publicara en 1984:

"Con tristeza, con dolor hemos cumplido la misión que nos encomendó en su momento el Presidente Constitucional de la República. Esa labor fue muy ardua, porque debimos recomponer un tenebroso rompecabezas, después de muchos años de producidos los hechos, cuando se han borrado deliberadamente todos los rastros, se ha quemado toda documentación y hasta se han demolido edificios...". "Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda la historia sufrió la Nación durante el período que duró la dictadura militar iniciada en 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que solo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Unicamente así podremos estar seguros que Nunca Más en nuestra patria se repetirán los hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado".

Es por todo lo expuesto que solicitamos a las/los señoras/señores diputadas/diputados que acompañen el presente proyecto.