Expresar su total repudio al accionar de la Comisaría Primera de Berisso, y al mismo tiempo solidarizarse con Mario Verón, trabajador de la Comisión Provincial de la Memoria de la Provincia de Buenos Aires, quien el pasado 21 de octubre fuera privado ilegalmente de su libertad, torturado y amenazado por miembros de dicha seccional policial.

Señor presidente:

El domingo 21 de octubre a la madrugada, Mario Verón se trasladaba en un taxi rumbo a su casa ubicada en la localidad de Ensenada cuando el vehículo es interceptado por policías de la primera de Berisso, los que estaban realizando un operativo a la altura del Puente Roma, señalado por la víctima como uno de los tres retenes habituales a la entrada de la ciudad de La Plata. Allí le solicitan el documento de identidad, que Verón no encuentra, motivo por el cual intentan arrebatarle el bolso a lo cual se resiste y encierra en el taxi.

Pese a que ya se había identificado dando su nombre y apellido, número de documento y lugar de trabajo, los agentes requieren la presencia de otro móvil policial, lo obligan a bajar del taxi, es esposado con las manos en la espalda y en esa situación comienzan a golpearlo brutalmente, propinándole patadas y trompadas en ojos, cara y cuerpo. A continuación lo detienen y trasladan a la comisaría primera de Berisso, alojándolo en un lugar cercano a las celdas donde ya estaba encerrado otro joven también golpeado salvajemente.

Según consta en la denuncia realizada por la Comisión Provincial de la Memoria, durante la golpiza "le apretaron la cara con un pie calzado con botas", mientras le decían que no les importaba que trabajara "en Derechos Humanos". Estando en la celda, un funcionario policial le dijo a otro "sacalo, a ver si se nos ahorca como el otro", en clara referencia a Cristian Domínguez asesinado en esa seccional, y cuyos responsables fueron juzgados y penados, si bien las penas fueron leves como es frecuente en este tipo de casos y que permiten que este accionar de las fuerza policiales y penitenciarias siga ocurriendo impunemente. Allí lo hicieron desnudar y a realizar flexiones en una situación que describe como degradante.

Verón relata que intentó comunicarse sin éxito con su hermana mientras estaba en el taxi, pero que estaba tranquilo ya que había dado todos sus datos y "ya no existe más la AA (Averiguación de Antecedentes) y lo que hacen es la AI (averiguación de identidad)" agregando que ambas cosas "para ellos es lo mismo, es como si no se hubiesen enterado".

Luego de ser dejado en libertad, Verón se dirigió a la guardia médica del Hospital Cestino, donde se constataron excoriaciones en las piernas, cuello, rostro y cabeza. Al respecto en un comunicado de prensa la Comisión Provincial por la Memoria expresa "Los golpes y amenazas se intensificaron cuando informó que trabajaba en lo Comisión, lo que denota un hostigamiento especial por ser defensor de los derechos humanos" agregando que "la gravedad del hecho da cuenta de prácticas habituales de la policía que no son condenadas, quedando impunes o con penas muy leves" para luego exigir al ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal "la inmediata investigación del hecho y la urgente cesantía de los policías implicados".

El martes 23 de octubre la Comisión Provincial por la Memoria presentó la correspondiente denuncia en la Mesa de Entradas del Ministerio Público Fiscal, luego la presentó en la recientemente creada Interministerial, comisión cuyo objetivo sería el presunto autocontrol de torturas y malos tratos en fuerzas tanto policiales como penitenciarias, como si el ejecutivo pudiera controlarse a si mismo con efectividad y sin ningún tipo de interferencias e intereses.

Cabe destacar que mientras el gobernador Scioli crea esta Interministerial, le recorta el presupuesto a la Comisión Provincial de la Memoria en un 34%, institución de reconocida trayectoria, tanto en el país como en el exterior, y cuyos informes acerca de la realidad que viven las personas privadas de libertad evidentemente no son demasiado bien recibidas por gran parte del ejecutivo bonaerense.

Finalmente cabe resaltar el increíble grado de omnipotencia de la policía bonaerense, ya que, segura de su total impunidad, tiene actitudes como las relatadas contra alguien que, por su función, cuenta con respaldo suficiente para hacer público este tipo de accionar. Y al mismo tiempo cabe preguntarnos cuantos hechos como éste nunca salen a la luz pública por miedo, impotencia y desconocimiento de los que lo sufren, y aún en aquellos que si son publicados por ciertos medios, la escasa visibilidad que obtienen en los de gran difusión masiva. Solo algunos casos paradigmáticos adquieren cierta importancia durante algún tiempo, quedando en el esfuerzo denodado de familiares, amigos e instituciones de la sociedad la búsqueda de una justicia que generalmente desconoce la gravedad de los hechos y aplica penas sumamente leves, cuando las aplica.

Por todo lo expuesto es que solicitamos a las/los señoras/señores diputadas/diputados que acompañen el presente proyecto.