Expresar el reconocimiento al atleta "Don Pedro Roberto Arias", prestigioso maratonista de la localidad de El Portezuelo - Departamento Valle Viejo de la Provincia de Catamarca.

Señor presidente:

Don Pedro Roberto Arias nació el 14 de Noviembre de 1933, en la localidad de La Bajada, departamento Paclín. Su familia estaba conformada por sus padres, Don José Daniel Arias, Doña Faustina Ortega y sus diez hermanos.

Cursó el nivel inicial en la Escuela N° 59 de la localidad de La Bajada y tuvo que abandonar sus estudios por razones económicas en 4° grado, ya que su padre era el único que tenía empleo y el mismo no alcanzaba para cubrir las necesidades de su numerosa familia. A su vez su madre con la ayuda de sus hermanos tenían una majada de cabras y hacienda, la cual aportaba de gran utilidad a la economía familiar de su humilde morada. De esta manera, pasó su niñez y adolescencia hasta los 19 años, edad en la que conoció a su futura esposa, Doña Miguelina González, oriunda de la localidad de "El Portezuelo". Con ella contrajo nupcias el 2 de Octubre de 1953. En ese mismo año, deja su hogar porque lo convocaron a formar parte del servicio militar obligatorio, hasta que a los 6 meses se anoticia que su esposa esperaba a su primer hijo -Ángel- razón por la cual le dan de baja del servicio militar para regresar junto a su esposa. En ese momento vivían en la casa de sus suegros hasta que más adelante llega su segundo hijo, Oscar.

En 1955, Pedro empezó a entusiasmarse por el deporte, y comenzó como arquero integrando el equipo que representaba a su pueblo natal. Más adelante, en 1956 participó de su primer maratón en la localidad de Los Altos, allí nació también su ambición por este deporte y en aquella oportunidad su primer premio fue la suma de "5 pesos y una lata de durazno".

Aparte de practicar distintos deportes como el ciclismo, Don Pedro trabajaba cultivando las tierras en las fincas de una familia de clase media. Luego de un tiempo Don Pedro y su familia se trasladaron a un puesto como cuidadores, el mismo se llamaba "Los Titiles", allí nacieron sus primeras hijas, Rosa y María.

A los años, regresan a vivir a la localidad de "El Portezuelo" donde nacieron el resto de sus hijos; Jacinta, Natividad, Azucena, Roxana y los gemelos Eduardo y Edgardo donde tuvieron la mala experiencia de perder a uno de sus gemelos -Edgardo- pero a pesar de todo juntaron fuerzas y siguieron

adelante.

Con todos estos golpes que le daba la vida, el nunca descuidaba su amor por el atletismo, participaba en todas las invitaciones que le hacían sin importarle el premio, generalmente en su categoría salía primero y de esa manera recorrió casi todo el interior de Catamarca de la mano del atletismo. Don Pedro decía "Lo importante es participar y amar el deporte".

En el año 1967 Don Pedro tuvo la suerte de ingresar a trabajar como guardia, en la cárcel, y en 1988 se retiró con el llamado "retiro voluntario", y gracias a ese beneficio, pudo construir su propia casa y darle de esa manera una mejor vida a su familia.

Luego se dedicó nuevamente al cuidado de distintas fincas cultivando y cosechando frutas y verduras, también tenía a su cuidado ganado vacuno a campo abierto que fue muy sacrificado. Llegó a tener un accidente con un animal bravo, donde recibió un fuerte impacto en la parte del hígado y riñón dejándolo convaleciente hasta que pudo recuperarse, dejando sin duda alguna secuela. En otro suceso, también casi perdió su vida debido a que tomó agua del arroyo y le contrajo fiebre amarilla, que gracias a Dios no pasó a mayores consecuencias.

Pedro Arias fue un brillante embajador del atletismo Catamarqueño en distintos centros del país como Córdoba, La Rioja, Salta y Tucumán, entre otros.

También tuvo una importante participación en 1974, en la maratón realizada en Buenos Aires teniendo la suerte de ser uno de los 5.000 invitados a participar de la Gran Maratón "El Gráfico", obteniendo el puesto N° 700 además de ser el único representante de la provincia de Catamarca.

En diciembre de 1979, integró la primera delegación local que participó de la mundialmente conocida "Corrida de San Silvestre" que se concreta todos los fines de año en la ciudad de San Pablo (Brasil). En compañía de Ramón "Pato" López y Hugo Figueroa defendió con altura los colores ambateños en esa inmensa mole de cemento del vecino país. El grupo también estuvo conformado por el entrenador y juez nacional Rolando Ferrero, el dirigente Julio Argentino Bulacios y el jefe de Deportes, Leopoldo Romero. Esa maratón internacional fue la más importante en su vida, nunca se pudo olvidar esa hazaña hasta sus últimos días.

En 1981 comenzó a realizar en la localidad de "El Portezuelo" su propia maratón, haciéndola sin falta todos los años casi siempre en el mes de

Febrero, allí donaba algunos de sus premios para los ganadores de las distintas categorías que se presentaban.

Hasta que un día en el año 1997 tuvo que decir basta a su carrera deportiva, debido al descubrimiento de una maligna enfermedad "cáncer de hígado" donde viajó a Córdoba para su tratamiento, esa enfermedad lo llevaba poco a poco a su sufrimiento hasta que no pudo resistir y fue el 23 de Noviembre de 1997 a las 13.20 horas en que se produjo su deceso, la cual causó una gran conmoción y tristeza en familiares, amigos y conocidos, pero dejó a su paso un buen ejemplo de vida.

Sus restos descansan ahora junto a su amada esposa y compañera de toda su vida, en el cementerio de El Portezuelo lugar donde lo acunó sus últimos años.

Actualmente después de su deceso, la "Maratón Don Pedro Arias" se la sigue realizando en su homenaje y la organizan sus hijos y es fiscalizada por la entidad madre del atletismo "ASOCAT".

"Don Pedrito", como la mayoría lo llamaban, era muy conocido, él sembró su amistad sin límites cosechando así muchos amigos, donde se paraba lo saludaban.

Tanto fue su amistad que en 1979, cuando regresó de su participación en la maratón de San Silvestre, los presos donde él trabajaba le realizaron un reconocimiento entregándole un cuadro de Honor enalteciendo de esta forma su respeto hacia los otros. Así pasaba su vida siendo esposo, padre y amigo ejemplar.

A pesar que su vida fue dura pero fructífera nunca se alejó de su amado deporte "El Atletismo".

En Don Pedro Roberto Arias se conjugaban en forma casi perfecta el atleta y el señor, es decir la calidad y la capacidad para la competencia con la riqueza humana y el tesoro espiritual. Y de ello pueden dar cabal testimonio quienes estuvieron viviendo junto a él su honesta y transparente campaña en el deporte. Desde entonces se lo recuerda con enorme respeto y gran admiración "caballero como pocos", así lo calificó alguna vez su amigo Rolando Ferrero. Nada más justo a la verdad.

Esto fue un recorte de su vida que será hoy y siempre recordado por sus hijos, 25 nietos y 24 bisnietos.

Don Pedro Roberto Arias, sin duda forma parte de la historia de la querida localidad de "El Portezuelo" y de la Provincia de Catamarca, es

merecedor de un auténtico reconocimiento de los Señores Miembros de la Excma. Cámara de Diputados de la Nación, por lo que solicito quieran tener a bien acompañar el presente Proyecto de Resolución.