Su beneplácito por la labor deportiva de la selección femenina de la Asociación del Futbol Argentino (AFA), que clasificó al mundial organizado por la Federación Internacional de Asociación de Fútbol (FIFA), a realizarse en Francia en el año 2019, luego de empatar 1 a 1 en la vuelta del repechaje frente a Panamá, el pasado martes 13 de noviembre.

Señor presidente:

El pasado martes 13 de noviembre, el seleccionado femenino de fútbol argentino no sólo logró un hito histórico al clasificarse al mundial, competencia deportiva a la cual no accedían hace 12 años, sino que además dio una muestra de carácter, compromiso y sacrificio. Esto es así, ya que previo a esta clasificación las jugadoras atravesaron momentos difíciles, a tal punto que tuvieron que realizar un paro pidiendo igualdad de derechos y recursos que los hombres. En esta línea, cabe destacar que el seleccionado femenino debió dormir en un micro debido a la falta de hospedaje durante la cita mundialista.

Asimismo, fueron varias las oportunidades en las cuales la Asociación del Futbol Argentino (AFA) incumplió con los pagos de los viáticos que había prometido. Del mismo modo, un dato no menor es que la selección de fútbol femenino estuvo 774 días sin entrenador, hasta el regreso de Carlos Borrelo como director técnico. Debido a este vacío de dirección en el seleccionado, la vuelta de Claudio fue como una suerte de refundación, no sólo para el plantel superior, sino también para las categorías bajas. Además, no disputaron partidos a nivel internacional entre julio de 2015 y agosto de 2017.

Por otra parte, si bien el logro alcanzado fue a nivel colectivo, es importante destacar el recorrido de las jugadoras individualmente. Un caso puntual es la jugadora Florencia Bonsegundo, la autora del gol en el empate frente a Panamá en el repechaje de vuelta, que les daría la posibilidad de jugar nuevamente un mundial. Nacida en la Provincia de Córdoba, en la ciudad de Morteros, jugó de los 4 a los 15 años entre varones y comenzó en el 2018 trabajando en un local de ropa de UAI Urquiza, su último club en Argentina antes de pasar a jugar en el Sporting de Huelva, en la máxima división española.

A pesar de la situación expuesta con anterioridad, las chicas continuaron esforzándose y finalmente lograron el respaldo de la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y de su presidente, Claudio Tapia. Esto constituyó un gran avance y, en consecuencia, el año que viene el seleccionado femenino representará tanto a las mujeres apasionadas por practicar este deporte, como a la República Argentina en su totalidad. Realmente un orgullo.

Como el lema estampado en una remera, exhibida en la intimidad del vestuario: “ni 11 ni 23: un país”. El fútbol femenino no es femenino, es fútbol.

Por todo lo mencionado anteriormente, es un enorme orgullo a nivel nacional contar con deportistas comprometidas, y más aún, personas involucradas en hacer valer sus derechos y priorizar la igualdad por sobre todas las cosas. Su historia es un ejemplo de

perseverancia, compromiso y profesionalismo para muchas otras personas. Del mismo modo, esta clasificación debe ser utilizada para dar un impulso hacia el futuro y poder erradicar de una vez el prejuicio en el fútbol femenino. En definitiva, nuestras jugadoras son nuestras embajadoras, deben tener esa confianza y saber que están entre las mejores del mundo. Por los motivos anteriormente expuestos, solicito a mis pares me acompañen en la presente declaración.