Expresar beneplácito por la obtención de la medalla de oro por parte del deportista argentino German Chiaraviglio en la disciplina salto con garrocha en el Mundial Júnior de Atletismo, realizado durante el mes de agosto de 2006 en la ciudad de Beijing, China.

Señor presidente:

La corona mundial júnior ( sub-20) que Germán Chiaraviglio acaba de conquistar en Beijing se inscribe entre las mayores hazañas históricas del atletismo argentino. Después de batallar casi tres horas con un duro rival como fue el local Yansheng Yang y ya con el oro asegurado, Chiaraviglio le sumo el plus de los 5 metros y 71 centímetros, que no solo significan una marca de consideración entre los mayores sino un múltiple récord: la mejor marca en el historial de estos campeonatos ( la anterior era del húngaro Istvan Bagyula desde 1988), el tope argentino absoluto y el tope sudamericano sub-23 y júnior.

Hay que señalar q son pocos los atletas ( aun los mayores) que suman su mejor marca personal en una competencia de este calibre. Es sencillo: el objetivo es otro, ganar. Les asegura la gloria y la proyección. El resto viene después, como un obsequio.

Lo que hizo Chiaraviglio sobre el saltómetro de Beijing fue una contundente demostración de personalidad (lo de la técnica ya lo conocían todos, es un dotado para la especialidad, de las más difíciles del programa atlético). Tuvo un claro dominio psicológico de la prueba y sólo Yang emergió como un rival de consideración cuando entraron en las alturas donde se jugaban las medallas. Fuerte y también dotado técnicamente, Yang llegaba con un antecedente de 5,50 y con un título mundial de menores en Marruecos 2005 (que había heredado al de Germán del 2003). El chino consiguió inquietar con sus 5,54 pero, desde allí, la situación era más clara: las alturas mayores, para llevarse el título, estaban más alcance del argentino.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares, la aprobación del presente proyecto.