Expresar su beneplácito por las actividades en pos de la inclusión que realiza la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos.

Señor presidente:

Aprender a jugar este deporte no es nada fácil. Y aprender a jugarlo sin poder ver quizás resulte impensable, pero no imposible. En buena hora, la igualdad de derechos para realizar actividad física comenzó a naturalizarse en las últimas décadas y alcanzó su punto más alto con la inclusión de los deportes adaptados: básquet en silla de ruedas, la aparición de Los Murciélagos, el fútbol y las bochas para personas con parálisis cerebral y muchos otros. Desde hace ocho años aproximadamente, en la Argentina se sumó uno más a la lista: el tenis para ciegos.

El tenis para ciegos se juega en una cancha más reducida que la convencional. Tiene 12,80 por 6,10 metros, con una red a 83 centímetros de altura para los ciegos totales, y a 90 para los que tienen algún resto visual. Las líneas perimetrales están marcadas con una soga de unos 3 milímetros de espesor adherida al piso con una cinta, lo cual sirve de relieve y permite a los jugadores ubicarse por medio del tacto con la raqueta o con los pies. Para ciegos totales, se permite hasta tres piques. Si el deportista tiene la capacidad de divisar algo al menos, se permiten dos piques. Se juega con raquetas juniors, que son más chicas que las convencionales, y tienen menor distancia entre el mango y el centro de la raqueta. Los tantos se suman como en el tenis tradicional.

La pelota está hecha de goma espuma, es más grande que la normal, tiene 9 centímetros de diámetro, y contiene una de ping pong con municiones de plomo en su interior para crear la referencia espacial para el jugador. Es amarilla para los jugadores ciegos y negra para los disminuidos visuales. Emite un sonido similar a un cascabel. Es el corazón del tenis para ciegos.

Uno de los factores fundamentales de este deporte es el sonido. ¿Cómo se orientan los jugadores para ubicar cuando una pelota sale de la raqueta del rival? Por el ruido. Cuando se inicia el juego, el sacador tiene que decir “Va”. El receptor tiene que responder “Listo” y nuevamente el sacador tiene que decir “Juego”.

La Argentina es integrante de la Asociación Internacional de Tenis para Ciegos (IBTA; sus siglas en inglés), que regula el deporte y fue creada en 2014. Japón, Corea y España acompañan a la Argentina en la IBTA, aunque también hay escuelas en otros 20 países.

La Selección Argentina de Tenis para Ciegos logró posicionarse en competencias internacionales, en su primera participación en el Mundial realizado en España en junio pasado, el equipo nacional se despidió entre los ocho mejores del torneo: los cuatro representantes llegaron hasta cuartos de final.

El tenis para ciegos es un claro ejemplo donde un deporte, no sólo permite mantener un buen estado físico y estar saludable, sino que también, por más complejo que parezca, nos puede salvar, nos puede curar y hasta puede generar un estado de plenitud más allá de toda experiencia.

La actividad de la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos es dable de destacar, los no videntes necesitan tener actividad, no quedarse quietos. El tenis les da una fuerza grandísima que los ayuda a desarrollar otros sentidos como el sonido y el tacto. El tenis les otorga seguridad, no los hace sentir limitados.

Con los objetivos bien claros de amistad, compañerismo, trabajo, evolución e inclusión, la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos a través de sus Escuelas de Tenis para Ciegos, ha sabido enaltecer el espíritu y los valores de la solidaridad.

Es por todo lo expuesto que solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto de resolución.