Expresar beneplácito y satisfacción por la actuación del boxeador argentino Jorge Rodrigo Barrios ( La Hiena ) quien obtuvo la Corona Intercontinental Superpluma de la AMB el día 22 de abril de 2007, en el Luna Park, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

Asimismo felicitar a los preparadores físicos que colaboraron en el entrenamiento de dicho deportista.

Señor presidente:

No son muchos los afortunados que logran cumplir en algún momento sus anhelos de juventud. El famoso sueño del pibe vive en la memoria, esperando convertirse en realidad. Y esta madrugada, las retinas del crédito de Tigre capturaron con avidez toda esa mística de cumplir su sueño: Rodrigo La Hiena Barrios se subió por primera vez al cuadrilátero del mítico Luna Park y ganó el título intercontinental superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al vencer al tailandés Decho Bankluaygym (24-8-2; 17 KO) por KO en el tercer round.

La Hiena tumbó al tailandés en el primer round con un cross de izquierda que impactó de lleno en la cara de Bankluaygym. La pelea se paró unos minutos cuando el boxeador Mauricio Cabrera trato de subir al cuadrilátero con un cartel para realizar un reclamo a la Federación. Después la pelea se ensució, fue desordenada, y el argentino tocó la lona con una mano tras una contra del tailandés. La resolución llegó en el tercer asalto, con un golpe en las costillas que dejó en el piso a Bankluaygym, totalmente rendido. Y así La Hiena cumplió con el sueño del pibe.

El primero en obtener un cinturón mundial en esta cuna del deporte fue Víctor Galíndez. En aquella pelea de diciembre de 1974, el estadounidense Len Hutchins sucumbió en el 13° y le dio al bonaerense el título mediopesado de la AMB. El Luna Park escribía otra página dorada.

Pero no fue la primera. El gran Carlos Monzón, en tres oportunidades previas, había bajado del cuadrilátero con el cinturón de campeón. Pero se trató siempre de defensas airosas. Perdieron Emile Griffith, en setiembre de 1971, Benny Briscoe en noviembre de 1972 y Tony Mundine un par de meses antes de la conquista de Galíndez.

Ese aura que vive en cada rincón suyo también fue alimentada en gran parte por los 25.236 espectadores testigos de la victoria de Oscar Ringo Bonavena sobre Gregorio Peralta en 1965, en un récord histórico de público. Seguramente también el alma del gran Tito Lectoure, el padre del boxeo en el Luna Park, ronda los pasillos queriendo permanecer en el lugar de sus amores.

Más cerca en el tiempo, el chubutense Omar Narváez se metió en la historia grande con la obtención del título mosca de la OMB en el regreso del boxeo al Luna Park después de 15 años. En aquella noche de julio de 2002, el nicaragüense Adonis Rivas no pudo con Narváez en una premonición del destino de los otros tres retadores que vendrían. Everardo Morales, Reginaldo Martins y Walberto Ramos fallaron luego en robarse la gloria en ese mismo estadio. Todos esos pibes cumplieron sus sueños en el Luna Park. Y debieron haber sentido el mismo hormigueo interior en su primera vez. Ese que hizo vibrar de energía a Barrios.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.