Solicitar al Poder Ejecutivo que a través de los organismos correspondientes, informe sobre los siguientes puntos relacionados con los sobreprecios de los productos comestibles y bebidas comercializadas al público durante los espectáculos deportivos y artísticos que se desarrollan en los estadios de futbol de la Republica Argentina:

1. Informe cuáles son los organismos estatales que tienen como objetivo evitar dichas distorsiones de los precios del mercado en los estadios de futbol de nuestro país. Indique además, cuáles son las medidas aplicadas para tal fin, considerando el artículo 42 de la Constitución Nacional Argentina que estipula que las autoridades proveerán del control de los monopolios naturales y legales, entre otros derechos, a los consumidores y usuarios de bienes y servicios

2. Considerando que la Guía de Capacitación, elaborada por la Subsecretaria de Defensa del Consumidor perteneciente al Ministerio de Economía y Finanzas Publicas señala que los productos alimenticios deben ser ofrecidos con precios regulados o acordados, indique cuáles han sido los precios tomados como referencia para acordar los precios vigentes en los estadios de futbol.

3. Indique si el organismo estatal, encargado de recibir reclamos de los consumidores por sobreprecios en los productos comercializados en los estadios de futbol, ha recibido denuncias en este sentido en el último año y cuál ha sido el curso de todas ellas.

Señor presidente:

Traigo a consideración de esta Honorable Cámara una preocupación que nos aqueja y que se relaciona con la falta de controles sobre los abusivos precios de los comestibles y bebidas comercializadas durante los partidos de futbol y recitales en los estadios de futbol de la Republica Argentina.

Consideramos que hay una desproporción abismal entre el precio de venta de estos productos en los estadios durante un partido de futbol o un recital y el precio del mismo producto vendido en establecimientos exteriores tales como supermercados, kioscos y almacenes. Es cierto que el consumidor tiene el derecho a elegir entre comprar o no el producto pero también es cierto que, en caso de querer hacerlo, debe tener el derecho a pagar precios acordes a la realidad. Sobre todo teniendo en cuenta que en gran parte de los productos comerciados, el consumidor afronta un precio 100% superior al encontrado en negocios externos al campo de deportes.

Pensamos además que en las concesiones realizadas por las autoridades de los clubes de futbol hacia las grandes empresas concesionarias no se han estipulado precios razonables, recayendo el peso mayor sobre los consumidores los cuales quedan automáticamente sometidos a un mercado cautivo. Asimismo, el consumidor no tiene la posibilidad de optar por distintas marcas y precios del mismo producto, ni siquiera la alternativa de comprarlo en algún establecimiento ubicado en las afueras del estadio, por lo que tampoco se está cumpliendo con su derecho de escoger entre varios productores o vendedores.

En la mayoría de los eventos deportivos y musicales encontramos a grandes empresas tales como Coca-Cola o Pepsi que manejan la venta durante todo el evento. Por este motivo, consideramos que en los recitales y partidos de futbol se evidencian monopolios de grandes empresas multinacionales que colocan precios abusivos, negándole al consumidor su derecho de elegir y a pagar un precio justo.

A nuestro entender, es el Estado Nacional el responsable directo de controlar que los precios de los productos comestibles y bebidas comercializados sean relativamente homogéneos en cada uno de los rincones del país. Es el Estado, a través de la Secretaria de Comercio Interior y sus organismos competentes, el que debe responder inmediatamente ante los desmedidos sobreprecios evidenciados en los estadios de futbol.

El artículo 42 de la Constitución Nacional Argentina estipula que las autoridades proveerán del control de los monopolios naturales y legales, entre otros derechos, a los consumidores y usuarios de bienes y servicios; sin embargo, no parece evidenciarse el compromiso por parte de las autoridades estatales para que esta ley suprema sea cumplida.

Creemos que no es posible que, en caso que el consumidor quiera comprar alguna bebida o comestible en algún evento deportivo o musical, tenga que afrontar precios descomunales e irrisorios. Es necesario que en las negociaciones de concesión a las grandes empresas se estipulen precios que se correspondan a los del exterior. Los monopolios enfrentan a los consumidores a una situación en la que sólo es posible comprar a un productor o vendedor por lo que sus derechos a elegir se evaporan aun más, si pensamos en que ni siquiera tienen la opción de comprar un producto más económico. Por eso, estamos convencidos que en tanto esta cuestión no sea modificada,

los derechos de los consumidores seguirán siendo avasallados.

Por las razones expuestas solicito a mis pares que acompañen el presente proyecto de resolución.