Artículo 1°. — Los envases en que se comercialice vino importado a granel adulterado con agua en niveles superiores a los permitidos por la legislación nacional, llevarán en letra y lugar suficientemente visibles la leyenda: "Vino aguado".

Artículo 2°. — La Secretaría de Comercio Interior será la autoridad de aplicación de la presente Ley.

Artículo 3°. — Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

Los viñateros de mi provincia constituyen un sector importante de la economía regional, se nuclean en la Federación de Viñateros de San Juan, ellos quieren que se identifique mejor qué vinos proceden de Chile. Hago mío este pedido, por ello presento esta iniciativa legislativa.

La Asociación de Productores Viñateros Independientes de San Juan viene denunciado que desde el último trimestre de 2015 la importación de vino a granel viene creciendo de manera sostenida durante esta temporada. Se trata de millones de litros de vino a granel que luego son envasados en las provincias argentinas de San Juan y Mendoza, entre otras. Aun así no se detienen las maniobras de las grandes bodegas que ante el repunte de los precios en el mercado interno continúan con la importación indiscriminada, forzando de esta manera el mercado a la baja.

Por otro lado, la legislación chilena desde el año 2013 permite cortar el vino con agua, la Ley 18.455, y su reglamentación autoriza el uso del agua hasta un porcentaje del 7%, permitiendo un 5% a través del uso del agua de lavado de equipos de molienda, disolución de aditivos y rehidratación de levaduras de fermentación; y otro 2% extra para disolución de productos enológicos.

En nuestro país este proceso está terminantemente prohibido, sin embargo al vino chileno se le permite ingresar al país por el tratado de “reciprocidad de prácticas enológicas”, al que Argentina está adherido. Esto genera una competencia desleal, que enrarece las condiciones de mercado afectando a la baja el precio del producto primario que es una de las principales fuentes de trabajo para los sanjuaninos. Empeorando más aun la situación.

Por ello el presente proyecto de ley propone que las fraccionadoras identifiquen con letras grandes y visibles la procedencia para que el consumidor sepa que está comprando un producto de menor calidad, que es envasado en nuestro país pero que en realidad es proveniente del país vecino y además de una calidad inferior. Tratando de esta manera de evitar que el consumidor sea engañado.

Es menester tomar medidas para la protección de la actividad viñatera y vitivinícola argentina que se ve afectada en la actualidad por la importación de vino a granel desde Chile, por ello y por lo expuesto solicito a mis pares el pronto tratamiento y sanción de la presente propuesta legislativa.