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CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA

Comisión Permanente

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Secretario Administrativo LIC. CAMPOS PABLO

Jefe DR. Alsina Fermin

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PROYECTO DE RESOLUCION

Expediente: 8182-D-2014

Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE EL COSTO DE FABRICACION DEL SATELITE ARGENTINO "ARSAT - 1", Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS.

Fecha: 20/10/2014

Publicado en: Trámite Parlamentario N° 148

Proyecto
Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional en los términos del art. 100 inciso 11 de la Constitución Nacional, informe a ésta H. Cámara de Diputados de la Nación, a través de la empresa Argentina Satelital (AR- SAT) y demás organismos competentes en la materia, acerca de los siguientes puntos vinculados al costo de fabricación del satélite ARSAT-1 y otras cuestiones conexas.
1.- Establecer si el satélite ARSAT 1 fue fabricado en todo o en parte en territorio nacional, precisando si aquí solamente fue ensamblado.
2.- Referir si los instrumentos tecnológicos que le permiten realizar su función, han sido producidos por ThalesAleniaSpace; los sistemas de propulsión y el ordenador de a bordo, por Astrium, una filial de la multinacional europea EADS.
3.- Detallar que empresas nacionales han intervenido y que innovaciones se han desarrollado, determinando si la industria nacional se halla en condiciones de venderle la tecnología del ARSAT 1 a las otras naciones del mundo, y generar nuevos mercados y ganancias.
4.- Efectuar un prolijo detalle de los costos de fabricación y puesta en órbita del satélite ARSAT 1, adjuntando la documentación respaldatoria correspondiente.
5.- Informar si se cumplieron los plazos previstos para arribar al lanzamiento y orbitación del satélite.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Cuando los televisores argentinos transmitieron el lanzamiento del primer satélite argentino, el ArSat 1, detrás de la estela que dejó el vuelo espacial empezó a zanjarse una vieja deuda que tenía la Argentina con el mundo espacial. Todos los argentinos tuvimos un momento gozoso ya que el país daba un paso tecnológico significativo.
El satélite, que fue concebido y diseñado por la estatal Invap, tiene varios usos en el mundo de las telecomunicaciones. Pero además servirá para disimular la falta de rumbo que caracterizó a la también estatal Argentina Satelital (ArSat) en los últimos años.
La historia que se empezó a cerrar ayer se remonta a 2005 cuando el secretario de Comunicaciones, Guillermo Moreno, contrató en Canadá un satélite para que ocupe la órbita 81, que se sumaba a la existente 72. Aquella órbita, que será la que utilice el satélite lanzado ayer, estaba sin utilizar desde 1998, cuando la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) la otorgó.
Ese lugar tenía que ser ocupado por el satélite Nahuel II, que debió estar en posición antes de 2002. Pero la empresa Nahuelsat no logró ponerlo en el aire. La UIT concedió una prórroga hasta el 19 de octubre de 2005, caso contrario, se perderían los derechos sobre una privilegiada posición que permite dar comunicaciones y TV a toda América, incluido Estados Unidos.
Dos días antes de que venciese el plazo, el 17 de octubre de 2005, la Argentina puso en órbita un satélite que Moreno alquiló en Canadá. El aparato, llamado Anik E2, había sido lanzado en 1991 y estaba fuera de uso por haber sido alcanzado por una tormenta solar. El ahora agregadocomercial en la embajada en Roma lo rebautizó e inspirado en la coincidencia de que fue lanzado un día caro a los sentimientos del justicialismo le dio un curioso nombre: Pueblo Peronista 1 (PP1).
Aquel aparato, que ya no emitía señal, aún giraba en una órbita venezolana, última usuaria del satélite. Fue por eso que el entonces presidente de Venezuela, el difunto comandante Hugo Chávez, intercedió para liberarlo de su espectro y dejarlo en libertad para que Moreno lo alquile. Apenas 33 días después de aquel 17 de octubre, el PP1 dejó de funcionar para siempre y nunca más emitió una señal.
Pocos meses después, exactamente en abril de 2006, mediante la ley 26.092, se creó ArSat. Según establece el estatuto de constitución, que forma parte como anexo de la ley, la empresa tenía por objeto "realizar por sí, o por cuenta de terceros o asociada a terceros: a) el diseño, el desarrollo, la construcción en el país, el lanzamiento y/o la puesta en servicio de satélites geoestacionarios de telecomunicaciones [...] y b) la correspondiente explotación, uso, provisión de facilidades satelitales o comercialización de servicios satelitales".
Pero el tiempo y las necesidades llevaron a que aquel objeto se ampliara y se ingresara en una gran nebulosa. Bajo la cercana mirada del ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, arquitecto Julio De Vido, la empresa se diversificó. Son unánimes los reconocimientos de especialistas del sector en cuanto a dos proyectos: el satélite de Invap y el enlace que la empresa financió para que una empresa holandesa uniera el continente con Tierra del Fuego mediante una conexión de fibra óptica.
Sin embargo, hay muchas otras áreas en las que la empresa reprueba. En diciembre de 2012, y luego de varias licitaciones postergadas, la empresa se quedó con el 25% del espectro para dar servicios de telefonía móvil, una porción similar a la que tienen Personal, Movistar y Claro. Incluso se creó la compañía de telefonía celular Libre.ar, cuyo eslogan era "Y los libres del mundo responden". Pero la falta de estrategia y la necesidad de dinero para plantar una red nueva se impusieron. Actualmente aquel proyecto está desarmado y aquella frecuencia está siendo licitada entre operadoras privadas.Otro proyecto fue la instalación de una red de fibra óptica que aún no está encendida. ArSat es, además, la responsable del proyecto Televisión Digital Argentina, un sistema de TV gratuita que aún no ha logrado imponerse por sobre sus competidores privados.También instaló una millonaria "sala cofre" para que los diferentes organismos del Estado alojen sus bases de datos allí. Pero ninguna de las grandes bases accedió a entregar sus archivos.
Así con sólo bautizar al satélite bajo el nombre de ArSat 1 le ayudó a lavar sus deudas. Y así el país siguió con su historia espacial, que se inició en 1990 cuando se puso en órbita el primer satélite argentino destinado a los radioaficionados (Fuente: diario La Nación).
"El ARSAT-1 es el primero de los satélites del Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones, un plan que implica el diseño y fabricación de tres satélites propios y su puesta en órbita y operación por la Argentina con el objeto de incrementar las capacidades de nuestro país en materia de telecomunicaciones, defender las posiciones orbitales asignadas al país e impulsar el desarrollo de la industria espacial", comunicaba la agencia Télam cuando el satélite fue trasladado desde la sede de INVAP en Río Negro hasta su sitio de lanzamiento en Kourou en la Guayana Francesa.
"El diseño de la huella del ARSAT-1, que concentra su potencia máxima sobre el territorio nacional, incluyendo las bases antárticas e Islas Malvinas, permitirá brindar conectividad de igual calidad a todas las regiones del país, enmarcándose así en las políticas públicas del Estado nacional para reducir la brecha digital", añadía y los funcionarios nacionales se abroquelaban en la "soberanía espacial".
No obstante, según señala Nuño Domínguez en diario El País de España, ni todo el ARSAT-1 es argentino ni solo la Argentina ha participado en su desarrollo. "Como sucede en la mayor parte de los casos en los que un país sin un fuerte arraigo en el sector espacial da sus primeros pasos, gran parte del satélite argentino proviene de otros países con tecnología más avanzada", dice el autor del artículo. Y ejemplifica que la carga útil del satélite, es decir, todos los instrumentos tecnológicos que le permiten realizar su función, han sido fabricados por ThalesAleniaSpace, una empresa europea que fue licitada por INVAP para esta tarea. Lo mismo pasó con los sistemas de propulsión y el ordenador de a bordo, que han sido encargados a Astrium, una filial de la multinacional europea EADS. De hecho, la gran mayoría de los componentes físicos del ARSAT-1 han sido fabricados fuera de Argentina. "Todo esto es habitual. Prácticamente ningún país del mundo dispone de la tecnología necesaria para construir un satélite 100% nacional", el problema, como siempre, es el relato.
"En la mayoría de los casos, los satélites como el ARSAT-1 se diseñan sobre el papel en el país que lo quiere comprar en función de las tareas que debe desempeñar. Después se compra por partes en el extranjero y luego se ensambla en el país. Esta última tarea, que requiere un considerable esfuerzo por parte de ingenieros y personal cualificado y unas instalaciones de especial asepsia conocida como 'sala limpia', sí se ha realizado en la Argentina, en la sede del INVAP", agrega Nuño.
Por todo lo expuesto, solicito el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar este pedido de informes.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
ASSEFF, ALBERTO BUENOS AIRES UNIR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA (Primera Competencia)