SU BENEPLÁCITO POR EL INMINENTE LANZAMIENTO AL ESPACIO DEL SATÉLITE DE TELECOMUNICACIONES ARSAT-1, EL PRIMERO DISEÑADO Y CONSTRUÍDO EN NUESTRO PAÍS.

Señor presidente:

La empresa Arsat, cuyo capital accionario pertenece en su totalidad al Estado Nacional, nace en el año 2006 para hacerse cargo del servicio satelital, en reemplazo de Nahuelsat, un consorcio privado encabezado por la alemana DaimlerChrysler Aerospace y la italiana Finmeccanica.

Arsat-1 es el primer satélite de telecomunicaciones diseñado y construido íntegramente en Argentina, cuyo traslado a la base espacial Kourou (ubicada en la Guyana Francesa) será a finales del mes de agosto del presente año para ser lanzado en octubre.

La posición orbital que ocupará será la de 81 grados oeste, lugar reservado al país por la Unión Internacional de Telecomunicaciones luego de un acuerdo de reciprocidad satelital firmado con Estados Unidos, y permitirá brindar diversos servicios al país, entre los cuales se encuentran Internet, servicios de datos y telefonía IP. Además transportará señales de video y ofrecerá Televisión Directa al Hogar en aquellas zonas alejadas donde no es conveniente llegar con la televisión por aire.

Para avanzar con la construcción de este satélite, la estatal Arsat sumó como contratista a Invap (empresa de tecnología de la provincia de Río Negro con sede en la ciudad de Bariloche), responsable del gerenciamiento del proyecto, el desarrollo completo de la ingeniería, su fabricación y los ensayos. Todo esto no hace más que poner en relieve la importancia de que el Estado Nacional haya recuperado su rol activo y estratégico en rubros como la investigación y el desarrollo, que hacen posible logros como este.

A su vez, en esta misma sede se están desarrollando los satélites Arsat-2 y Saocom 1A, ambos en etapa de integración, gracias, entre otras cosas, al decidido apoyo nacional en los campos de ciencia y tecnología.

El satélite demandó una inversión aproximada de 250 millones de dólares y ubicará a Argentina dentro del selecto "club" de países que producen este tipo de satélites, integrado sólo por Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Israel, India y la Eurozona.

Todo lo mencionado nos permite reflexionar sobre la importancia de avanzar en rubros como la ciencia y la tecnología, que dan a nuestro país más soberanía e independencia. Sin lugar a dudas, la puesta en órbita del Arsat-1 constituye un hito en la historia tecnológica argentina y le ofrece al país una oportunidad inigualable para profundizar sus logros en telecomunicaciones.

No tenemos dudas que este suceso redundará en mayores beneficios al conjunto de los argentinos.

Es por lo expuesto con anterioridad que solicito a mis pares el acompañamiento de este proyecto de declaración.