CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA
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Secretario Administrativo LIC. CAMPOS PABLO
Jefe DR. Alsina Fermin
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PROYECTO DE LEY
Expediente: 5522-D-2017
Sumario: "INSTITUTO FEDERAL DE ESTUDIOS Y PROYECTOS ESTRATEGICOS - IFEPE -". CREACION EN EL AMBITO DEL MINISTERIO DE CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA DE LA NACION.
Fecha: 13/10/2017
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 147
LEY DE CREACIÓN DEL INSTITUTO FEDERAL DE ESTUDIOS Y PROYECTOS ESTRATÉGICOS (IFEPE)
Artículo 1°: Créase el Instituto Federal de Estudios y Proyectos Estratégicos (en adelante IFEPE) que será un organismo descentralizado. Funcionará bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT).
Artículo 2°: El IFEPE tiene por finalidad impulsar el desarrollo científico y tecnológico a través de a consecución de los siguientes objetivos:
a) promover y realizar investigaciones y estudios prospectivos de alta calidad en el área de la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación y sus relaciones con la producción de bienes y servicios.
b) promover y realizar actividades de evaluación de estrategias e impactos económicos y sociales de las políticas, programas y proyectos científicos, tecnológicos, de innovación y de formación de recursos humanos.
c) promover la articulación de los sectores de ciencia, tecnología y de innovación con el sector productivo privado, mixto o estatal.
d) difundir informaciones, experiencias y proyectos a la comunidad.
e) desarrollar actividades de apoyo técnico y logístico a instituciones públicas y privadas.
f) prestar servicios relacionados a su área de actuación.
g) celebrar acuerdos con universidades, centros de investigación o institutos equivalentes de países de la región.
Artículo 3°: El IFEPE estará dirigido y administrado por un Consejo Directivo, designado por el Poder Ejecutivo a propuesta del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, e integrado por un presidente y ocho vocales. El presidente será elegido entre los miembros del Consejo Directivo. De entre los vocales, cinco de ellos serán designados a propuesta de las Universidades Nacionales y el resto de los Ministerios de Industria, Agricultura y Economía o sus equivalentes, sin que tales designaciones importen asumir la representación de las entidades que los propusieron.
Los vocales durarán cuatro años en sus cargos. El carácter de cargos rentados o " ad-honorem" de estas designaciones será determinado por la vía reglamentaria.
Artículo 4°: El Consejo Directivo tendrá las siguientes atribuciones:
a) Dirigir las actividades del IFEPE en la realización, promoción y estímulo de los estudios mencionados, creando un ambiente favorable a los mismos y facilitando y fomentando su desarrollo.
b) Administrar los bienes y recursos pertenecientes a la Institución, de modo de lograr los más amplios resultados en la acción que se le encomienda, en las condiciones y con las responsabilidades legales prescriptas en las normas vigentes.
c) Ejercer la representación de la entidad por intermedio de los apoderados que designe al efecto.
d) Promover la formación de Centros de Investigación en las provincias de la República para el estudio de asuntos concretos y para el desarrollo de actividades especiales, con la colaboración y aquiescencia de quienes contribuyan a su formación.
e) Preparar el presupuesto anual de la Institución, y el balance y memoria correspondiente, con especificación detallada de la inversión de los fondos de fuente oficial.
f) Aceptar donaciones y legados y establecer los aranceles que regirán los servicios que preste el Instituto.
g) Designar, promover y remover el personal técnico y administrativo y contratar en el país o en el extranjero personal técnico-científico para la dirección o colaboración en las investigaciones a emprender.
h) Dictar los reglamentos que determinen, faciliten y ordenen la marcha del Instituto, especialmente en lo que se refiere a las normas a que se sujetará la constitución y funcionamiento de los Centros de Investigación.
i) Designar los miembros de la Comisión Asesora a que se refiere el artículo. siguiente y recabar la opinión de la misma para ilustrarse en sus decisiones acerca de la designación del personal científico superior, planes de investigación y desarrollo de los mismos sin perjuicio de las funciones que le competen, y de las prerrogativas reservadas por los interesados al constituir y dotar los Centros de Investigación.
k) Disponer la publicación de los trabajos efectuados, salvo disposición en contrario previamente convenida.
Artículo 5°: Las autoridades del Instituto designarán una Comisión Asesora, con carácter técnico-científico, integrada por nueve miembros como máximo.
Los integrantes de la misma serán seleccionados de una lista de candidatos, versados en la materia, que propondrán las entidades que constituyen el sistema científico tecnológico argentino.
Artículo 6°: Constituirán el patrimonio inicial de este organismo todos los bienes afectados inicialmente al IPEFE, los fondos y presupuesto correspondiente al mismo, y los que se le asignaren por disposiciones especiales.
Artículo 7°- Los recursos del Instituto se integrarán con:
a) Las contribuciones que acuerde por Ley el Presupuesto de la Nación.
b) Contribuciones y subsidios de provincias, municipalidades u otras dependencias o reparticiones oficiales.
c) Legados y donaciones, que en todos los casos serán sin cargos de ninguna naturaleza.
d) Los recursos que perciba o adquiera en el ejercicio de sus funciones, tales como realización de conferencias, seminarios, cursos, publicaciones, asesoramiento, asistencia técnica y toda otra actividad desarrollada por el Instituto.
e) Los aportes de terceros destinados a solventar el funcionamiento de los Centros de Investigación.
f) Otros recursos que determine el Poder Ejecutivo.
Artículo 8°- El Instituto podrá constituir Centros de Investigación, de carácter temporario o permanente, destinados a realizar estudios o investigaciones en las provincias de la República. La constitución de estos Centros tendrá como objetivo el desarrollo de estudios e investigaciones basados en las necesidades locales de las provincias en las que esos Centros se alojen.
Artículo 9°.- Los Centros de Investigación, en el desarrollo de las tareas a ellos confiadas, serán dirigidos y administrados por personal responsable, designado por las autoridades del Instituto en arreglo con las provincias en las que esos centros se constituyan.
Artículo 10°: Este Ley será reglamentada antes de los 90 días de su aprobación
Artículo 11° Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Teniendo en cuenta la dinámica productiva global y las opciones estratégicas para los países en desarrollo, las metas de crecimiento y de resolución de la brecha que nos separa de los países industrializados no puede ser confiada a las políticas basadas en la libertad de mercado.
El desarrollo, por otra parte, ha dejado de ser asociado solamente al crecimiento económico o a la generación de riqueza. Existe un consenso cada vez más marcado en la necesidad de atender a variables como la inclusión social y la protección al ambiente entre otras. Por eso mismo, la planificación estratégica aparece como un elemento necesario para alcanzar los objetivos propuestos.
La fundamentación de la planificación estratégica suele apelar a que el rumbo determinado por el mercado y las condiciones estructurales prevalecientes puede generar incentivos que cristalizan condiciones indeseables desde el punto de vista de los objetivos asumidos por la sociedad. Así, los Estados, asentados en un amplio consenso político y social no exento de tensiones, deben asumir la tarea de generar incentivos y desincentivos de una intensidad tal que posibiliten redireccionar el desempeño económico, social y productivo en el sendero considerado más acorde con las prioridades estratégicas
Como se ha señalado en diversos estudios sobre las cualidades de la planificación estratégica , ella posibilitó la recuperación europea de posguerra, la industrialización asiática y latinoamericana, y viabilizó el modelo fordista. Ciertamente todas ellas exhiben resultados disímiles pero innegables.
Esas experiencias se han basado en dos dimensiones simultáneas: la primera, referente a la programación económica, la regulación del crecimiento, redireccionando excedentes económicos según los objetivos de política económica; la segunda, la evaluación y regulación de los conflictos sociales derivados de tales transferencias entre sectores o, ampliamente, la configuración de su viabilidad política. En conjunto, ambas dimensiones constituyeron la base de los denominados proyectos nacionales destinados a establecer un recorrido para la transformación de la estructura productiva y generar las condiciones políticas que hicieran posible dicha transformación.
Es durante la década de los `70 que tanto el análisis acerca de la planificación y sus características, como el ejercicio de la planificación misma, fue interrumpido violentamente. Es en ese período en que se sustituye la noción de desarrollo por la de un crecimiento basado en las ventajas comparativas estáticas en un mercado mundial liberado de las interferencias de los Estados. Las transformaciones experimentadas por la economía mundial están lejos de haberse ajustado a estas premisas y exigen, en un nuevo contexto internacional y nacional, ensayar respuestas que posibiliten un corrimiento de las fronteras económicas, políticas y culturales actuales que favorezca el desarrollo, partiendo para ello de un riguroso análisis de las prioridades estratégicas de mediano y largo plazo, así como de su viabilidad política y social.
Hay evidencias respecto de que la región latinoamericana está atravesando, desde hace aproximadamente dos años, por un período en que los gobiernos de nuestros países están reorientando sus concepciones de política hacia aquellas originadas en el pensamiento neoclásico que se hicieron fuertes en los años setentas. Esta situación reactualiza con mucha más fuerza la necesidad de edificar instituciones y consolidar criterios que tengan como objetivo recuperar capacidades de planificación, ajustando el concepto y el ejercicio a los nuevos desafíos de la época y de los países en desarrollo.
En esta dirección, la innovación, señala la economista italiana Mazzucato, es un proceso colectivo, enormemente incierto y acumulativo. Por dicha incertidumbre, especialmente en su primera etapa, no tiene atractivo económico para los privados con visión cortoplacista. El mediano y largo plazo, solo lo puede pensar el Estado. Así plantea tres desafíos primordiales: lograr un crecimiento “inteligente”, que requiere mejor innovación; “sostenible”, es decir, más verde; e “inclusivo”, con menores niveles de desigualdad.
En esa misma línea argumental, se trata de evidenciar que todos esos avances tecnológicos son, en realidad, producto de los programas estatales de investigación: es al Estado y a su política de I+D+i a quienes les debemos el progreso presente. El iPhone o el buscador de Google son, de acuerdo con la economista italiana, subproductos de la planificación estatal. Esto no significa desconocer la capacidad privada detrás de esos desarrollos, sino comprender que detrás de cada uno de ellos hay un conjunto de “tecnologías clave” que los han hecho posibles y que han sido desarrolladas con fondos públicos o en laboratorios estatales con financiamiento de los gobiernos de los Estados Unidos o de países de Europa.
En ese sentido, se necesita también la creación de una banca pública que financie el proceso de investigación, así como la participación estatal en el control de empresas beneficiadas por las ayudas públicas a la I+D+i.
Los gobiernos, a los que se denomina como "la fuerza impulsora subyacente del crecimiento y desarrollo económicos", no solo tienen la obligación de facilitar la innovación, también deberían fijar su rumbo. La trayectoria de la innovación ha de ser guiada por políticas dirigidas a resolver problemas específicos, tanto si el objetivo consiste en aumentar la productividad como en impulsar una transición de energías verdes. Mazzucato sostiene que la innovación necesita tanto "investigaciones públicas bien financiadas como fuertes políticas industriales".
En esta línea, se comienza a repensar el proceso de creación de riqueza en el mundo, bajo el concepto de que “todos los actores son responsables de crear valor”, y se plantea la necesidad de abandonar la idea caricaturesca de un Estado mínimo o “magro” que solo genera marcos regulatorios para la acción de los privados. Es necesario dar paso a “asociaciones dinámicas” entre los sectores público y privado con foco en la innovación.
Desde ese punto de vista, el mismo que impulsa la creación de instituciones del tipo que instituye este proyecto de ley, la teoría de las fallas de mercado es útil pero no suficiente para enfrentar los enormes desafíos actuales, que requieren de nuevos conceptos, categorías, visiones e instituciones.
Fomentar debates democráticos al interior de los países para establecer las posibles direcciones del crecimiento económico; crear instituciones “exploratorias” en el sector público que vayan trabajando bajo el modelo de ensayo-error; evaluar las inversiones del Estado dirigidas a crear nuevos mercados; y formar nuevos acuerdos entre los sectores público y privado en los que se compartan los riesgos y los beneficios del crecimiento, están en la base de este nuevo andamiaje conceptual e integra una forma de comprender el desarrollo que precisan nuestras sociedades.
En esa dirección, la creación del Instituto Federal de Estudios y Proyectos Estratégico (IFEPE) se orienta específicamente a generar por iniciativa propia, así como a demanda de diferentes sectores del Estado y la sociedad, conocimientos y análisis, estudios sobre dotaciones de recursos (humanos, institucionales, etc.) calificados y jerarquizados, y sinergias entre los esfuerzos nacionales para nutrir el diseño, implementación y evaluación de las políticas e instituciones de CTI.
La relevancia, pertinencia y potencial proyección de este Instituto se ven potenciadas por el alcance federal de sus acciones, que se concreta a través de acuerdos, convenios y proyectos conjuntos con universidades y espacios de investigación científica y tecnológica de diferentes provincias en las que podrá conformar centros de investigación para maximizar los análisis sobre las capacidades y cualidades de cada espacio local.
A la vez, el Instituto incorpora la mirada regional en su conformación, puesto que la creación de este tipo de centros, al proponerse el desarrollo de capacidades de definición de políticas estratégicas, persigue la integración regional, que es también una forma de avance en la intensidad tecnológica y el desarrollo que necesitan nuestros países.
De esa manera, la institución se propone generar y apuntalar las capacidades nacionales, asociadas a las regionales, para diseñar, implementar, monitorear y evaluar políticas activas en ciencia, tecnología e innovación orientadas a agregar valor a la producción de bienes y servicios, estimular una cultura de la innovación, favorecer la inclusión social, proteger las bases naturales del desarrollo y gestar conocimientos socialmente aplicables
Una cualidad distintiva de este Instituto es proveer una plataforma interdisciplinaria con proyección regional para fortalecer el diseño, implementación y evaluación de las políticas e instituciones de ciencia y tecnología a través de la investigación básica y aplicada, el análisis cuanti-cualitativo, el desarrollo de recursos humanos y la formulación de líneas programáticas en un marco de diálogo y acuerdos público-privados. La interdisciplina, elemento decisivo dentro de lo que se ha llamado el “nuevo modo de producción de conocimiento” busca cruzar las competencias de la economía, la ciencia política, la sociología y demás ciencias sociales, junto con las ciencias duras para ir generando políticas públicas de mayor sintonía fina, ajustada a los nuevos desafíos del desarrollo de nuestros países.
Un antecedente relevante, que nutre este proyecto, es la creación, desarrollo y funcionamiento del Centro de Gestión de Estudios Estratégicos de Brasil (CGEE), del cual se persiguen los mismos pasos que esa institución, nacida a finales de la década del noventa, ha dado en el sendero de la planificación estratégica. El CGEE se apoya en tres pilares: los estudios prospectivos, los de evaluación estratégica y la información y gestión del conocimiento.
Necesitamos comenzar una nueva conversación, un nuevo acuerdo. Tenemos que identificar a aquellos actores del sector público y privado que estén dispuestos a participar en el crecimiento con innovación y empleo al que nos debemos atrever para sortear los obstáculos que nos atan al subdesarrollo y a la sub-industrialización y el Instituto que aquí se propone persigue esos mismos propósitos.
Por tales razones, solicitamos a los Señores Legisladores que acompañen este Proyecto de Ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BARDEGGIA, LUIS MARIA | RIO NEGRO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA (Primera Competencia) |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |