Expresar su beneplácito por la instalación de quince estaciones meteorológicas automáticas en la Puna dependientes del Observatorio Nacional de la Degradación de Tierras y Desertificación (ONDTyD), que se suman a las dos existentes en el Valle de Santa María, Provincia de Catamarca y en Laguna de los Pozuelos, Provincia de Jujuy; con el objeto de incrementar la información agroclimática que brinde previsibilidad a las actividades desarrolladas en la mencionada región.

Señor presidente:

A comienzos de 2017, mientras el fenómeno meteorológico del Niño provocaba fuertes lluvias en la región pampeana, la Puna registraba una intensa sequía que aún sigue afectando a las comunidades locales y que amenaza complicar aún más la situación a partir del mes de abril, cuando finaliza el período de lluvias. No sólo están comprometidas la producción de los pastizales y la ganadería, sino también la superficie de los frágiles suelos de la zona que sufren la erosión.

El cambio climático acentuó la intensidad y la frecuencia de los fenómenos extremos y en la Puna, como en la mayoría de las zonas áridas y semiáridas, llueve poco pero concentrado y los fenómenos son más intensos. En un área donde los suelos son lábiles de por sí, porque son franco arenosos (en el mejor de los casos) o arenosos, con altas pendientes (cuando los escurrimientos vienen de la montaña, que pueden ser de 45 grados), se producen grandes cárcavas. Una lluvia intensa después de una época seca y con baja cobertura vegetal, con suelo casi desnudo, tiene más posibilidades de producir severos procesos de degradación.

Los investigadores sostienen que la mayor incidencia de eventos extremos vinculados a los fenómenos del Niño y la Niña se expresa en esa región de manera diferente a otras zonas del país. La particular topografía del Noroeste argentino ha determinado que en 2008 y 2009, cuando fue el gran evento de la Niña, el sudoeste de La Pampa sufrió una gran sequía y murió una gran cantidad del ganado. En ese mismo momento, alguno de los pastizales de la Puna tenía dos metros de altura.

Ante esta circunstancia, el Observatorio Nacional de la Degradación de Tierras y Desertificación (ONDTyD) que constituye un sistema nacional de evaluación y monitoreo de tierras a diferentes escalas, nacional y regional, equipó en el transcurso de 2016 en los Sitios Piloto (SP) con 15 estaciones meteorológicas Davis Vantage Pro2 para el monitoreo de las variables climáticas que influyen en la degradación de tierras. Cada estación meteorológica automática incluye un software innovador que ofrece los siguientes datos en tiempo real: temperatura, precipitaciones diarias, viento, presión atmosférica, sensación térmica, humedad y punto de rocío, máxima, mínima, datos históricos, gráficos.

Periódicamente se brindarán y publicarán para todo el público en general, datos a través de los distintos medios con los que cuenta el área comprendida. Los equipos fueron adquiridos con fondos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable (MAyDS) (expte. 27814/14).

Fueron asignados a dicha tarea investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), un observatorio especializado en degradación de tierras, el Ministerio de Ambiente de la Nación, el INTA y el CONICET, encargados de la operatividad de dichas estaciones destinadas a brindar información en tiempo real. La idea surgió por el aumento de fenómenos extremos -como tormentas intensas- y la falta de datos sobre el clima de esta región, suministrando además estimaciones sobre la producción de pastizales y la ganadería.

Al respecto, el Ing. Agr. Alejandro E. Maggi, investigador de la Facultad de Agronomía de la UBA, quien participa desde esa institución en la comisión directiva del ONDTyD, expresó que: “En la Puna hay muy pocos datos actualizados de precipitación. La información está dispersa y no siempre está sistematizada. En las estaciones meteorológicas no hubo un seguimiento ni control para recolectar datos y no conformaron una red”, asegurando que la idea es "sistematizar, recolectar y publicar los datos, y con ello poder anticiparnos a escenarios futuros, entendiendo cómo funcionan las variables del clima”. Y agregó: "Hoy estamos viviendo una situación inversa y la Laguna de los Pozuelos casi se secó. Deberíamos intentar explicar las causas, ayudar a predecir estos fenómenos y acompañar a la comunidad, dando soluciones o previsibilidad".

Por las razones expuestas, señor Presidente, y en reconocimiento a una iniciativa necesaria y esperada por las comunidades de la región, solicito el acompañamiento de mis pares para la aprobación del presente proyecto.