Expresar profundo pesar por el fallecimiento del Cantautor argentino Facundo Cabral, muerto trágicamente en la Ciudad de Guatemala el 9 de julio de 2011.

Señor presidente:

El trágico fallecimiento, del cantautor argentino Facundo Cabral ocurrido en la ciudad de Guatemala, enluta no solo al mundo artístico sino también a los ciudadanos argentinos y extranjeros que conocieron de sus canciones y mensajes.

Nació el 22 de mayo de 1937 en la ciudad de La Plata como Rodolfo Enrique Facundo Cabral, pero se dio a conocer en sus inicios en la música como El Indio Gasparino. Condenado al peregrinaje desde niño, Cabral hizo de los viajes y los encuentros un modo de vida, y a partir de ellos construyó una personalidad única en el medio artístico, donde él y sus reflexiones ocupaban el centro de la escena junto con sus canciones, definiéndose -a sí mismo- como "el más pagano de los predicadores". Facundo Cabral fue un trovador e intérprete, pero, sobre todo, "un contador de historias" y "un vagabundo first class", como se definió él mismo alguna vez.

Facundo inició su carrera como cantante a los 22 años en Mar del Plata, y su consagración llegó en 1970 con su canción "No soy de aquí, no soy de allá". Trovador y trotamundos antes que cualquier otra cosa, Cabral visitó y actuó en 165 países. Se exilió en 1975 en México, luego de ser amenazado por la Triple A, y volvió al país en 1984. Tocó con músicos como Julio Iglesias, Neil Diamond, Mercedes Sosa y Dino Saluzzi, entre muchos otros, y conformó una dupla particularmente exitosa con Alberto Cortez, con quien grabó tres discos.

Entre las canciones más conocidas podemos citar a "Pobrecito, mi patrón" y "Vuele bajo", entre otras, editó a lo largo de su carrera decenas de discos con títulos como "Cabalgando", "Pateando tachos", "Entre Dios y el diablo", "El mundo estaba bastante tranquilo cuando yo nací" y "Recuerdos de oro". También escribió numerosos libros de tono autobiográfico, y supo cultivar relaciones con personalidades de la talla de la Madre Teresa de Calcuta, Golda Meier, Fidel Castro, Jorge Luis Borges y Pablo Neruda.

Como bien reconocen los artistas que han compartido carrera y su música, Facundo no fue un desobediente, siempre fue una persona cercana a la realidad, pero a la vez nunca estuvo de rechazo a las circunstancias políticas. Su asesinato no debe quedar impune y queda en las autoridades del Gobierno de Guatemala la responsabilidad de las medidas tendientes a aclarar este lamentable suceso. Sr. Presidente, nuestro País ha perdido un gran artista que supo que la Paz y el compromiso social se podían trasmitir a través de mensajes y canciones mostrando las realidades de los pueblos de América, su legado amerita este homenaje y expresar a su familia nuestro pesar ante su fallecimiento.-

Por ello solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de este proyecto.-