ARTICULO 1º.- Declarar Lugar Histórico Nacional al sitio donde ocurrieron los Fusilamientos de José León Suárez perpetrados durante la noche del 09 y la madrugada del 10 de junio de 1956, predio ubicado en la calle 9 de Julio entre las calles Avda. Brig. Juan Manuel de Rosas y Sáenz Peña, de la localidad de José León Suárez, Partido de General San Martín, Provincia de Buenos Aires (Coordenadas Geográficas -34.5488014,-58.5814495).

ARTICULO 2º.- El Poder Ejecutivo Nacional adoptará las medidas necesarias para preservar el sitio histórico, conforme lo establecido en la Ley Nº 12.665 y su modificatoria Nº 27.103.

ARTICULO 3º.- Rendir homenaje y reconocimiento a las víctimas de los fusilamientos de José León Suarez, en el 60° aniversario de ese acontecimiento.

ARTICULO 4º.- De Forma.

Señor presidente:

En septiembre de 1955 un golpe de estado derrocó al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón imponiendo una dictadura militar que se autodenominó Revolución Libertadora.

Durante la noche del 9 de Junio de 1956, en una casa ubicada en la calle Hipólito Yrigoyen 4519 de la localidad de Florida, Partido de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, fueron secuestrados por la Policía de la Provincia de Buenos Aires, diez ciudadanos: Carlos Lizaso, Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Vicente Rodríguez, Mario Brión, Horacio Di Chiano, Norberto Gavino , Rogelio Díaz, Juan Carlos Livraga y Miguel Angel Giunta.

A las 23:30 la casa fue allanada por el jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires, Teniente Coronel Desiderio Fernández Suárez, acompañado del Jefe de la Unidad Regional San Martín, inspector Rodolfo Rodríguez Moreno. El resultado de los allanamientos fue negativo porque no ubicaron a la persona que buscaban, el General Raul Tanco. Igualmente los diez detenidos fueron llevados con un trato brutal a la Unidad Regional San Martín.

Esa misma noche fueron apresados y detenidos clandestinamente en la misma Unidad, Julio Troxler y Reinaldo Benavidez.

Luego de la declaración de cada detenido, el Jefe de la Unidad Rodríguez Moreno, recibió por teléfono la orden del Jefe de Policía Fernández Suarez, de fusilar a los detenidos.

A las 5:30 del día 10 de junio, los doce detenidos fueron colocados en un camión, custodiados por más de una docena de policías y trasladados por la Ruta Nacional Nº 8.

Los detenidos fueron obligados a bajar a punta de pistola y a caminar hacia un basural ubicado en la localidad de José León Suarez, partido de San Martin, Provincia de Buenos Aires, para ser fusilados.

Una vez iniciada la balacera dirigida por Rodríguez Moreno, en el basural quedaron cinco muertos: Mario Brión, Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Carlos Lizaso y Vicente Rodriguez. Siete de los doce detenidos sobrevivieron a la masacre: Reinaldo Benavidez, Rogelio Díaz, Horacio Di Chiano, Norberto Gavino, Miguel Ángel Giunta, Juan Carlos Livraga y Julio Troxler. Giunta y Livraga volvieron a ser detenidos, y recuperaron su libertad el 17 de Agosto de 1956. Gavino, Troxler, Livraga y Benavidez recibieron asilo político en la Embajada de Bolivia.

Livraga radicado en Estados Unidos, fue recibido por el entonces Presidente de la Nación Dr. Nestor Kirchner el 23 de marzo de 2007. En un reportaje que le realizara la periodista Eva Marabotto en 2001, Benavídez transmitió así el dolor emocional que le causó la masacre: "No pude volver. Pasé alguna vez y quise ir a un acto. Pero es muy duro para mí estar ahí. Duele…”, dijo, tocándose el corazón.

El periodista Rodolfo Walsh con Juan Carlos Livraga reconstruyó la historia de los fusilados de José León Suárez y escribió el libro “Operación Masacre”, donde se narra lo ocurrido.

Carlos Livraga relata en una nota en el Diario Pagina 12 “Relato de un fusilado”: “Empezaron a tirarme. Me tiraron tres tiros. Uno me pegó en la nariz, apenas me sacó un pedacito. Otro me perforó la mandíbula de un lado a otro y a partir de esa época quedé sordo de ese oído. Y el del brazo es una 45, me lo pegó Rodríguez Moreno.”

“Hay un fusilado que vive” es una frase que también resuena en José León Suárez, 60 años después de ese nefasto acontecimiento.

El General Perón los ha recordado manifestando, “El peronismo se ha llenado de mártires y entre ellos no hay un solo hombre que, como nuestros enemigos, pueda ser tildado de asesino con fundamento, como podemos llamarlos a ellos con razón. La sangre generosa de estos compañeros caídos por la infamia “libertadora” será siempre el pedestal de Abel, que los seguirá hasta su tumba, llenándolos de remordimiento y de vergüenza”.

Estos homicidios se han instalado en la memoria colectiva como un hito fundacional que luego desarrollaría el embrión de la lucha armada en la Argentina, llevando al pueblo a décadas de enfrentamiento.

En esta larga historia de violencia contra nuestro pueblo, repudiamos estos ilegítimos e indignos fusilamientos y reconocemos la muerte y el dolor de estos mártires como el símbolo de aquello que nunca más deberá suceder.

En ese sentido, la Memoria debe mantenerse activa incorporando ese lugar sombrío y temible como un sitio histórico que recuerde a las nuevas generaciones, que la violencia nunca puede ser institucionalizada.

La Disposición Nº 5/91 de la COMISIÓN NACIONAL DE MUSEOS Y DE MONUMENTOS Y LUGARES HISTÓRICOS, ha definido al LUGAR HISTÓRICO NACIONAL, como un área de existencia material, constituida por un espacio rural o urbano, o determinada por un punto geográfico del país, donde tuvieron origen o transcurrieron hechos trascendentes de carácter histórico, artístico, institucional o ético-espiritual, o bien se encuentran en ella restos concentrados o dispersos de importancia arqueológica, que por sus consecuencias y características resultan referentes valiosos para la identidad cultural de la Nación. Su preservación y presencia física -comprendido su entorno- tiene por finalidad transmitir y afirmar los valores históricos que en ese bien se concretan.

Considero que este lugar en representa una referencia histórica de alto valor ético y cultural, permitiendo recordar y valorar el martirio de estos ciudadanos.

Por lo expuesto, solicito a mis pares que me acompañen con la aprobación del presente Proyecto de Ley.