Expresar beneplácito por la reapertura del Café de los Angelitos, ubicado en la esquina de la Avenida Rivadavia y la calle Rincón, del barrio de Balvanera, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Señor presidente:

El Café de los Angelitos fue fundado en el año 1890 con el nombre de Bar Rivadavia por un inmigrante italiano, Batista Fazio. En sus orígenes desfilaron por él, malandras y caferatas, cuya traducción del lunfa básico corresponde a gente del mal vivir. Fue por ello, que el comisario de Balvanera llamara, en forma socarrona, a sus clientes con el nombre de "angelitos". Sin saberlo, el funcionario estaba dando la carta de bautismo, a uno de los más populares bares de nuestro Buenos Aires.

El conjunto de anécdotas que se construyeron en su entorno fueron innumerables. Fue en este maravilloso lugar, en el año 1917, donde don Mauricio Goddart, director artístico del sello Odeón, contratara al ya famoso dúo criollo Gardel-Razzano, quienes posteriormente debutaron en el disco con dos temas: Cantar Eterno y el Sol del 25.

Lugar de encuentro de poetas, periodistas y políticos, morada del tango, que permitió el intercambio de opiniones y la construcción de amistades eternas; fue, sin duda, una espacio significativo de la historia de nuestra ciudad; los porteños no advertimos que íbamos perdiendo otro de nuestros santuarios, cuando quince años atrás, El Café de los Angelitos cerraba sus puertas.

El 19 de junio del presente año, con la presencia de distinguidas personalidades, se ha producido la reapertura del emblemático Café, para recrear el espíritu, el clima y el tango de ayer y de hoy, de nuestro querido Buenos Aires.

Es por todo lo expuesto, Señor Presidente que solicito la aprobación de esta iniciativa.