Expresar preocupación por el continuo deterioro y la falta de preservación del patrimonio arquitectónico dentro del casco histórico de la ciudad de Ushuaia, que atenta contra la identidad de la ciudad y el desarrollo turístico sustentable.

Señor presidente:

La ciudad de Ushuaia fue protagonista en los últimos años de un record de crecimiento poblacional, llegando a cifras que rondaron el 156% cada diez años.

Es conocido por todos el impulso que la ha dado a la Provincia la Ley Nº 19640, denominada de "Promoción Industrial", la que transformó a la Ciudad más Austral en un polo productivo, comercial y de servicios.

A finales de los años noventa, y especialmente pasada la crisis económica del 2001, el Turismo Internacional impactó positivamente en la economía nacional, generando en Tierra del Fuego y en especial en la ciudad de Ushuaia, infraestructura y empleos suficientes para dar respuesta a la incesante demanda turística.

En este contexto, un aluvión de inversiones buscaron acoplarse a la cada vez más progresiva actividad turística. Sin embargo vemos con enorme preocupación como la construcción de importantes casinos, sumados a la de grandes emprendimientos hoteleros y otros proyectos similares se materializaron en el sector histórico de la Ciudad, en vez de hacerlo en aquellos sectores urbanos acordes para tal fin. Son bienvenidas las inversiones toda vez que generan movimiento económico y empleo, pero si no existe un adecuado control de las agencias gubernamentales locales en base a una programación adecuada, corremos el riesgo de que tales iniciativas privadas terminen generando su propia insustentabilidad. En ese sentido estamos convencidos de que la preservación del patrimonio cultural e histórico es fundamental, ya que el turista no sólo viaja para conocer paisajes naturales, sino también culturas diferentes.

Efectivamente, mucho se ha hablado en diversos foros, congresos y tribunas de especialistas sobre la necesidad de encarar al turismo como una actividad sustentable, ya que el manejo irresponsable de la actividad podría generar un perjuicio en el patrimonio natural, cultural y paisajístico, produciendo un efecto inmediato en la afluencia de turistas que de todo el mundo y a diario visitan la ciudad más austral, Ushuaia, buscando conocer no sólo los hermosos paisajes naturales sino también los aportes culturales de los pueblos originarios que datan de 6 mil años atrás, como así también los efectuados por los primeros navegantes y científicos que a finales del siglo XIX y en los comienzos del siglo XX visitaron las tierras australes.

El valioso Patrimonio Cultural en el casco histórico de la Ciudad, cuyo primer asentamiento de casas de madera y chapa se extendió en torno al muelle y a la costa de la Bahía de Ushuaia (1884), donde el Presidio y actual museo cumplió también un importante rol en el nacimiento y desarrollo de la Ciudad, no permaneció ajeno al impacto de este dudoso "progreso".

El Patrimonio Cultural en peligro, constituye uno de los recursos con los que cuentan los fueguinos a la hora de proyectar a Tierra del Fuego en el mundo, y este hoy esté sucumbiendo ante la impávida mirada de las autoridades encargadas de velar por su promoción y defensa. Las postales y folletería que muestran el paisaje costero de Ushuaia, ya no coinciden con la realidad. No es exacto lo que los empresarios turísticos comercializan, ya que difiere notablemente con lo que los turistas efectivamente encontrarán.

La fisonomía de una ciudad y sus rasgos identitarios se componen de objetos que son la resultante del sacrificio de sus habitantes, sus luchas y sus capacidades, sus esfuerzos económicos y

humanos. La historia es la protagonista que otorga los lazos entre los habitantes a través de generaciones, entre los que ya no están y los contemporáneos.

Es por todo lo expuesto que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.