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Reunión del día 27/09/2006

- EXPOSICIÓN DEL SECRETARIO DE COMERCIO

INVITADOS

  • licenciado Guillermo Moreno Secretario de Comercio
En Buenos Aires, a los veintisiete días del mes de septiembre de 2006, a las 11 y 30 horas:
SR. PRESIDENTE TOLEDO La comisión de Comercio que presido invitó al secretario de Comercio Interior, licenciado Moreno, quien nos va a exponer sobre parte del funcionamiento de la tarea que está desarrollando su cartera.

Para ordenar esta reunión, primero vamos a escuchar la exposición del señor secretario en forma ininterrumpida y a posteriori vamos a hacer un paréntesis de cinco minutos donde mis secretarios van a tomar nota de los diputados que quieran formular preguntas. De esa manera vamos a ordenar la reunión y como siempre va a salir bien.

SR. MORENO De acuerdo a la invitación formulada, lo mejor sería hacer una breve introducción de por qué el Poder Ejecutivo entiende la necesidad de instrumentar este tipo de políticas que hoy me toca llevar a cabo y después, obviamente, voy a contestar las preguntas que ustedes consideren que deban formular.

En los últimos 40 años de desarrollo de nuestra economía todos los que estamos aquí hemos padecido -con sus más o sus menos- las consecuencias de un proceso acelerado de inflación. Estos procesos, obviamente, tenían causas que son necesarias analizar, interpretar y aprender para modificar nuestra conducta colectiva y tratar de no repetirla. Pero obviamente en este derrotero que vamos a desarrollar debemos reconocer que en los últimos 40 años cuando hemos tenido ciertos procesos inflacionarios e incluso hiperinflacionarios había causas objetivas desde el análisis de la técnica económica que justificaban el proceso de inflación. Uno de ellos, sin ningún lugar a dudas, era lo que ustedes saben que ha acontecido sistemáticamente en nuestra economía en estos procesos desestabilizadores que han impedido mantener un ciclo permanente de crecimiento que estaba dado por el déficit fiscal.

Es cierto y contundente desde los marcos teóricos que nosotros implementamos hasta la praxis que hemos vivenciado que el déficit fiscal cuando se financia espuriamente, cuando se financia con emisión de moneda trae como consecuencia un proceso inflacionario. Esto es así en el desarrollo de la economía mundial y es así, naturalmente, en el desarrollo de la economía argentina. Todo déficit fiscal tiene sólo tres fuentes de financiamiento. Se puede financiar el déficit fiscal con endeudamiento externo y su contracara es la deuda externa. Se puede financiar con endeudamiento interno, esos son los bonos domésticos que circulan en nuestro mercado. Alguna vez un funcionario renunció a su acción diciendo que la Argentina es un festival de bonos, y que por lo tanto se iba.

Ese era un momento muy especial del desarrollo económico argentino donde el déficit fiscal se financiaba vía emisiones de bonos domésticos.

Finalmente, queda la máxima patología de financiamiento del déficit fiscal, que es a través de la monetización del mismo, o sea cuando se financia el déficit fiscal vía emisión. ¿Por qué la emisión monetaria para financiar un déficit fiscal va a traer inflación? Es muy sencillo.

Si bien está en discusión si la economía es una disciplina en términos científicos, hay algunos comportamientos regulares que razonablemente se reproducen y uno de ellos es la ley de la oferta y la demanda. Todos sabemos que cuando la oferta se amplía ante una demanda fija, va a bajar el precio, y si es a la inversa, si sube la demanda, crece la oferta también. Naturalmente este proceso se agudiza si se incrementa la oferta y se baja la demanda.

Fíjense que cuando nosotros estamos monetizando el déficit fiscal, el gobierno decide aumentar la oferta de dinero y por otro lado el público ya le empieza a rehuir a ese dinero, por lo tanto baja la demanda de ese mismo dinero. Si aumento la oferta de dinero y bajo la demanda de ese dinero, obviamente tiene que caer el precio. ¿Cómo me doy cuenta de que el precio del dinero está cayendo? Porque aumentan todos los demás precios, y ese es el proceso inflacionario, cuando las tasas se aceleran llegamos a la hiperinflación; la Argentina en el año 1989 padeció dos, una a mediados y otra a fin de año. Eso generó profundos cambios culturales en nuestra sociedad que tuvieron profundos impactos en la economía en la década del 90. Quizás desde una visión economicista eso explica muchas de las cosas que pasaron en esos años.

Pero la realidad es que hoy nuestro gobierno tiene un superávit fiscal sistemático y que el presidente Kirchner se ocupa constantemente de manifestar, como lo hizo ayer la ministra de Economía cuando presentó el presupuesto, que vamos a mantener el superávit fiscal primario porque es ordenador de nuestro modelo de desarrollo. ¿Por qué es ordenador del modelo de desarrollo? Por todo lo que expliqué anteriormente.

En realidad, si el déficit fiscal trajo consecuencias inflacionarias en la Argentina es obvio que una sana administración tiene que preservar el superávit fiscal de nuestro país y lo vimos recién y lo vamos a seguir haciendo. Se trata de una decisión de la administración del presidente Kirchner.

Por lo tanto, si tenemos inflación en la Argentina no es producto de la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal porque estamos exactamente al revés. Si cuando teníamos déficit fiscal ampliábamos la oferta monetaria, cuando tenemos superávit fiscal lo que hacemos es incrementar la demanda monetaria. Esto es estrictamente así desde el funcionamiento de las causalidades básicas de la economía. Vamos a mantener el superávit fiscal, como primer elemento ordenador, como primera consecuencia de ese elemento ordenador, y no es causante de la inflación. No hay un elemento estructural desde el gobierno que podría generar un hecho inflacionario como sí lo tuvimos en los últimos cuarenta años cada vez que emergió el déficit fiscal.

Esto es muy importante porque algunos diagnósticos que también se preanuncian, de cuáles son los elementos que hoy están generando inflación en la Argentina, atienden al hecho de la creación de dinero.

Entonces, me tomé dos minutos para explicar el funcionamiento del mercado de dinero en pesos porque creo que se relaciona con que muchos de esos diagnósticos están terriblemente equivocados, ya que simplemente no interpretan la realidad de lo que hoy estamos evidenciando.

También digo que es necesario un superávit fiscal porque el impacto en la formación de precios ya lo vivimos cuando esto no se produjo. Entonces tenemos un elemento ordenador central del motivo del superávit fiscal pero no ha sido la única causa de la inflación en nuestro país.

También es cierto que por los desequilibrios macroeconómicos de los últimos años y décadas en nuestro país hay un sendero para interpretar las acciones que nosotros realizamos en el mediano y largo plazo -cuando digo nosotros estoy pensando desde las familias y desde las empresas, estoy pensando en el sector privado- también en una unidad de cuenta o reserva de valor, que precisamente no es el peso nacional o la moneda Argentina de curso legal.

Hay otras monedas que suplieron a la moneda local como reserva de valor, y, fundamentalmente, también como unidad de cuenta.

Es cierto que los proyectos de inversión -e insisto en que hablo no sólo de las empresas sino de las familias también- de mediano y largo plazo -de más de un año y medio y dos años- se tratan de formular en una unidad de cuenta -cuando se hacen los cálculos de viabilidad del proyecto- en una moneda que no necesariamente es el peso. Esto es así, es un dato de la realidad; al margen de que esto se expresa también desde el atesoramiento que nuestro pueblo tiene, en este caso podemos medirlo en dólares, de manera física en nuestro mercado. Esto lo podemos preguntar o consultar con cualquier gerente de sucursal de banco o cualquier presidente de banco, son los famosos argendólares o los dólares debajo del colchón, caja de seguridad y demás. No abro juicio de valor, es un dato de la realidad económica.

Ese dato de la realidad económica también nos recuerda cuando tuvimos desequilibrios en el sector externo. ¿Qué significa desequilibrio en el sector externo? Cuando la cantidad de dólares que necesitaba la economía para su giro normal es muy superior a la oferta. ¿Por qué la economía argentina demanda una cantidad de dólares? Por ejemplo, no tenemos bauxita, entonces si queremos fabricar aluminio tenemos que importar bauxita, o hay compatriotas que van a veranear al exterior o tenemos que pagar los fletes y seguros; en fin, toda la economía argentina para su funcionamiento demanda una cantidad de dólares y la economía argentina en su funcionamiento oferta una cantidad de dólares que en este caso fundamentalmente vienen del comercio exterior.

Es cierto, de estricta realidad, que cuando la oferta y la demanda de dólares no encuentran un ordenamiento natural en el mercado también esto tiene una repercusión en los precios. Obviamente, en una economía integrada como la argentina, inserta en la economía global, cuando ve que su mercado cambiario se desordena, obviamente, los agentes se van adelantando. Hemos tenido procesos inflacionarios, o procesos que aceleraron la tasa de inflación período a período, producto de desequilibrios del sector externo. El año 1966 es un caso típico de esto; el año 2001 es un caso típico de esto.

Ante el desequilibrio en el sector externo, los agentes empiezan a prenunciar su conducta y esto obviamente se dispara hacia el mercado a través de la estructura de precios relativos. La estructura de precios relativos va indicando la apropiación que cada sector hace respecto de otro sobre los recursos que están circulando en la economía. De hecho eso es el aumento de precios, cuando un sector trata de apropiarse sobre otro sector del stock de recursos que hay circulando en ese momento.

Esta situación también fue resuelta por este modelo de producción y empleo porque -como todos saben- hay un fuerte excedente de nuestro sector externo. Son más los dólares que genera la economía argentina que los dólares que demanda, por eso el mercado está sobreofertado y la participación del Banco Central para mantener el tipo de cambio competitivo. Ésta es la explicación económica.

Como situación anexa a que tengamos sobreofertado el mercado cambiario tenemos que tampoco el sector externo pueda ser un causante de inflación. Entonces, los dos elementos estructurales que siempre tuvo la economía argentina, que eran déficit fiscal o déficit del sector externo, en este modelo de producción y empleo están resueltos y hay equilibrio simultáneo entre los dos mercados monetarios. Por lo tanto, estructuralmente, no debería haber ninguna causa que genere inflación, sin embargo, a partir, fundamentalmente, de 2005 uno empieza a observar un proceso de aceleración en la tasa inflacionaria.

Las corrientes de pensamiento empezaron a significar que este corrimiento en la tasa de inflación estaba directamente relacionado con otra explicación que también tuvo la Argentina como causa que generaba inflación, que era la disputa por la distribución del ingreso.

Se producen fenómenos de costo, la famosa puja salarial. Y esto termina desordenando la variables macroeconómicas que a su vez impactan en los procesos microeconómicos, que es donde se hacen las listas de precios.

Pero la realidad es que esto tampoco fue así porque en términos generales los convenios colectivos de trabajo se ordenaron, cerraron y negociaron dentro de las pautas comúnmente aceptadas por todos los agentes económicos de nuestra sociedad y con mínimos conflictos, lo que significa que estamos alcanzando razonablemente un grado de negociación que nos satisface dado el tiempo, el momento y el espacio. No digo que esto sea óptimo, pero son acuerdos salariales razonables. Y no podemos decir que son los causantes de la aceleración de la tasa de inflación vigente.

Entonces, nos queda el diagnóstico final que asume el Gobierno y a partir del cual opera: no habiendo causas estructurales para que se acelere la tasa inflacionaria producto de que el sector externo y el sector monetario tienen un equilibrio de peso; no habiendo lo que en algún momento generaba las causas estructuralistas de la inflación de las décadas del 60 y 70 -sobre esto se escribió y estudió mucho-, sólo nos quedaba un solo elemento ordenador de esta inflación, que es la descoordinación de las decisiones empresariales intracadena e intercadena.

Esta descoordinación de decisiones empresariales -que en el caso de la carne es claro y patente como ejemplo emblemático de lo que puede pasar cuando emerge un plus de renta producto de la suba del precio internacional, que obviamente se tiene que trasladar a la cadena doméstica- genera esta aceleración de tasas inflacionarias que el Gobierno tiene la obligación de apaciguar.

Esta descoordinación tuvo desde su inicio un posible efecto manada que contemplaba la formulación de tres tipos de decisiones: desde los actores económicos formadores de listas de precios y, por lo tanto, en la modificación de las listas de precios el impacto inflacionario. Identificamos tres agentes con suma precisión: esos actores económicos que efectivamente necesitan incrementar sus precios porque ya tienen un problema de rentabilidad e hicieron los deberes por el lado de los costos. Por ejemplo, una fábrica de conductores de cables de cobre, donde la Argentina si bien es exportador de cobre concentrado, es importador de cobre procesado y laminado. Si uno analiza el costo de la materia prima en un metro de cable, está claro que más del 90 por ciento de la incidencia en el precio del cobre está presente; y si el cobre dúplica su valor en el precio internacional, es obvio que su impacto doméstico se reflejará en el precio. Este es uno de los sectores que demanda modificaciones en las listas de precios. Su continuidad en el mercado depende de que esto sea así sea.

Tenemos otra estructura de empresas que en general están administradas por funcionarios que tienen las siguientes características: su retorno individual está directamente vinculado a la rentabilidad de la empresa, el famoso "bonus". Cuanto más sea la rentabilidad de la empresa, más es la retribución individual que reciben al fin del año. Y la expectativa de ese funcionario es renovar el contrato.

Si a su vez hablamos de mercados concentrados, estamos en una economía mediana y pequeña con mercados concentrados donde, estudiado el efecto sustitución -esto es cómo va a reaccionar mi consumidor cuando yo modifique mi precio y cada uno tome-, cae la venta. Pero, ¿cuánto sube la facturación? Debo tomar la decisión de mandar precios porque sé que el quantum de facturación que va a tener será mayor.

.5Es más lo que puedo aumentar mi precio que lo que va a disminuir mi consumo. Por lo tanto, mi facturación final da al alza, aumenta mi rentabilidad y esta decisión es avalada por el conjunto de los accionistas, ¿por qué no lo sería?

Quiero dejar claro que en las economías desarrolladas la competencia funciona con precios a la baja y no con precios al alta. En mercados concentrados la situación no funciona así. Y esto también es de la técnica económica, es decir, desconocer la técnica económica para tomar decisiones que impactan en la distribución del ingreso, es delicado.

Este es otro ejemplo de empresas que nosotros también estudiamos. Y después el tercer tipo de empresas que cuando ve que el proceso se desencadena empiezan a generar situaciones precautorias y esto me juega muy fuerte en las expectativas; es el famoso "por las dudas".

¿Cómo hacíamos para diferenciar cuál es la empresa que necesita -la empresa que fabrica conductores de cable y que tiene ese caso tan terminante- de la segunda o de la tercera? Ahí definimos que la técnica de trabajo debía analizar con precisión las estructuras de costos, la polinómica de costos que define el pasa o no pasa, porque se define la rentabilidad normal y habitual que en el mundo se sabe cuál es. Esto está usualmente utilizado, se sabe si es 6, 7, u 8. Hay un razonable encuentro en el mercado donde decimos ésta es una tasa razonable de ganancia. El pasa o no pasa de la polinomia de costos es la que empezó a despejar quiénes necesitaban incremento de precios y quiénes no lo precisaban. Para esto es que nosotros definimos que no había control de precios en la Argentina, había control de costos.

No decimos que no, decimos que lo demuestre. Porque si hay un problema de descoordinación de decisiones empresariales, o en la toma de decisiones, o de cómo se ordenan las variables entre sí, lo que nosotros teníamos que generar era un proceso de coordinación. Y el mejor esquema de coordinación es transparentar los costos, pero ninguno de los costos son reservados. Todos los costos industriales son precios de mercado. No podemos pensar que hay secretos de mercado o precios de mercado en las estructuras de comercio. ¿Qué puede haber en el costo de explotación de un barril de petróleo en la Argentina? ¿Cuál puede ser el costo reservado? O en el kilo vivo de carne, ¿qué puede haber de reservado? ¿Qué problema hay en analizar si el 2,40 -que es el precio de referencia al cual se vende- está asociado a un costo de explotación del kilo vivo y que deje un margen de rentabilidad? ¿Cuál es el problema? Si no hay nada reservado.

Se trata simplemente de ordenar de manera distinta la información que está pública o que el Estado tome la voluntad de generar una estructura que se dedique a ordenar la información que está en el mercado.

Así nació la Secretaría de Comercio Interior cuyo único trabajo es generar las estructuras de costos con información de mercado que permita definir una línea de encuentro racional con los agentes de mercado. Esto es lo que comenzó a pasar porque los primeros acuerdos que hicimos fueron acuerdos escritos, firmados.

Después pasamos a acuerdos que ya no se empezaron a firmar, porque en realidad lo que nosotros estamos generando es una tendencia de comportamiento para que se resuelva esta descoordinación de decisiones empresariales en el funcionamiento de la economía que complica el sano funcionamiento de la micro y de la macro economía.

Nosotros entendemos que este proceso, que podemos decir que razonablemente se va transitando aceptablemente, es producto del conjunto de los actores económicos que interactúan en nuestra sociedad porque así como la aceleración de la tasa de inflación es un hecho colectivo, que se desacelere la tasa de inflación también es un hecho colectivo, y este hecho colectivo voluntario es el que estamos viendo en nuestro mercado. Si no conseguimos esto, el problema es que se nos desordenan las tasas de interés.

Yo hablé de dos mercados monetarios. Hay una tasa de interés que vincula a estos mercados monetarios y se puede generar una situación donde a corto plazo tengamos una tasa de interés razonablemente bajo estándares internacionales, pensando en el peso y descontando la tasa de inflación, pero que en el mercado en dólares, que es donde analizamos los proyectos de mediano y largo plazo, nos encontremos con una tasa de interés que anule los proyectos de inversión. Entonces ahí ya tendríamos el problema de la tasa de crecimiento.

Es decir que la inflación es un elemento que debemos combatir entre todos, de tal manera que las variables se vayan encontrando en un sendero que permita mantener la tasa de crecimiento que hoy presenta la economía, o sea, que período a período podamos incorporar más gente al mercado, bajar la tasa de desocupación y subocupación, que finalmente es el único elemento exitoso de todo modelo económico. Si a medida que pasa el tiempo va descendiendo la tasa de desocupación y de subocupación, podremos decir que el modelo de desarrollo es exitoso. Si esto no se da, tendríamos problemas.

Para conseguir esto es indispensable que la tasa de inflación se desacelere y vaya ubicándose en lo que son los estándares latinoamericanos usualmente reconocidos. Tuvimos una profunda crisis en 2001 y debemos entenderlo también como marco referencial. Desde allí nosotros venimos y hoy ésta es la realidad de nuestra situación económica.

Ayer la señora ministra de Economía hizo una importante explicación sobre el presupuesto y obviamente en ese marco definió una tasa de inflación implícita para el año que viene, que es una tasa ordenadora para el conjunto de los agentes económicos. Esta es la señal que están dando el presidente y el Poder Ejecutivo para decirle al mercado que en estos parámetros estamos viendo el desarrollo en nuestro esquema de precios relativos para nuestra economía. Coordinen las decisiones empresariales en función de ese marco.

Desde la Secretaría de Comercio se generan los instrumentos de racionalidad económica para que intrasector y entre sectores se puedan coordinar las decisiones. Ese es nuestro trabajo y esto es lo que estamos haciendo.

SR. PRESIDENTE TOLEDO Hacemos un paréntesis de cinco minutos en esta reunión a fin de que el secretario de la comisión anote a los señores diputados que quieren hacer preguntas y yo luego me encargaré de darles la palabra.



- Luego de unos instantes:
SR. PRESIDENTE TOLEDO De acuerdo a lo programado, y después de haber escuchado la palabra del secretario - realmente hemos entendido su mensaje, aun los neófitos en temas económicos-, comenzaremos con las preguntas de los señores diputados.

Tiene la palabra el señor diputado Stella.

SR. STELLA En primer lugar, quiero agradecer la explicación y la presencia del secretario porque uno, a veces, nutre sus opiniones de muchísimas versiones y de cuestiones que provienen esencialmente de gente interesada en que esto no se haga y los diputados somos transmisores también de opiniones en nuestras propias regiones. Así que es muy bueno que recibamos las explicaciones que nos ha dado.

Yo comparto en su totalidad la exposición porque -toda la primera parte, por supuesto la conocíamos, todos los que sabemos de economía- haber encontrado solución para temas estructurales es muy importante para la coyuntura; porque es bastante difícil de resolver las cuestiones si no se sabe de dónde se parte.

Quiero agregar alguna otra consideración, que no sé si usted comparte. Creo que si una economía llega a ser casi totalmente clandestina -como llegamos a fines de 2001, donde no había pago de tasas municipales ni impuestos provinciales ni de aportes ni de contribuciones ni nada- es porque en realidad la situación económica planteaba que había que sobrevivir y, después, ver si el Estado recibía lo que correspondía. La muestra de eso fue que desde tiempo antes había hasta quince monedas, porque las provincias financiaban su déficit con emisión propia. Esa era una situación agravante para la unión nacional, una situación que planteaba la desintegración a partir de intereses y de la moneda.

Quiero agregar esto porque tiene un componente inflacionario el hecho de que se vaya incorporando gradualmente a la economía formal, visible y no clandestina todo lo que significa el aporte al Estado que se había dejado de hacer pura y exclusivamente por una situación de este tipo. Entonces, el componente inflacionario devenido de poder incorporar a la economía normal y pública todos los negocios y todas las empresas -porque las crisis las sufrieron desde un kiosco hasta las grandes empresas- me parece que tiene una influencia en el desarrollo posterior de la economía.

El otro esquema que no se puede desconocer es el aumento de los commodities internacionales porque, por supuesto, los derivados del petróleo, toda la industria petroquímica y demás influyó decisivamente en la composición de los costos en la Argentina.

Por eso me parece muy buena la calificación que usted hizo del tipo de empresas que sufrieron una seria situación a partir de los costos diferenciales.

Con respecto a la ingeniería de la gestión económica que se ha desarrollado, voy a fundamentar por qué lo pienso, porque en realidad toda esta situación llegó a desbalancear la estructura de la economía. Entonces no solamente primaba el "puede ser" y "pongamos más precio" o "más costo", sino que en un momento determinado toda la estructura de precios relativos estuvo en duda en la Argentina.

Personalmente, pienso que es deber del Estado resolver estas cuestiones porque no se puede pensar en una estructura fiscal seria si cuando uno determina su estructura de costos en su declaración de impuestos a las ganancias, siendo persona física o jurídica, el Estado no puede verificarlo.

Desde la banca pido a la Secretaría de Comercio que trabaje en articulación con la AFIP porque alguna vez las estructuras de costos de las empresas deberán ser revisadas para ver si el impuesto a las ganancias es lo que se debe pagar o se paga al voleo.

Me parece muy buena la idea y el seguimiento de la estructura de costos para continuar con una política fiscal. Si conseguimos modificar la cultura productiva y la elaboración de los precios relativos y de los costos, estaremos en presencia de un puntapié inicial muy importante para que tengamos capitalismo en serio.

Así que yo le agradezco la visita y agrego que es misión del Estado controlar la inflación porque tenemos un autoendeudamiento indexado. Es deber del Estado controlar la deuda pública indexada con CER para que no aumente la pobreza y el gasto público.

SR. PRESIDENTE TOLEDO Tiene la palabra el señor diputado Borsani.

SR. BORSANI Agradecemos también la visita del señor secretario a la Comisión de Comercio.

Coincidimos en la importancia de que el Estado tenga equilibrio fiscal, y particularmente en este caso superávit fiscal después de tantos años de desequilibrio en la materia. Y entendemos que el hecho de que el Estado no sea el principal causante en la retroalimentación inflacionaria a través de la emisión para sufragar el déficit público es realmente muy importante.

Ahora, en este terreno debemos decir que hemos tenido experiencias de todo tipo. Hemos tenido inflación producida por la emisión monetaria espuria para sufragar el gasto público. Hemos tenido también endeudamiento público externo para sufragar el déficit público. Y en este caso comparto que es necesario tener un tipo de cambio competitivo; y tenerlo supone comprar en el mercado para que el dólar no caiga, lo que supone además tener que esterilizar dinero para evitar que todo ese dinero en masa de público se transforme en una mayor demanda y redunde también en la inflación.

Traslado también mi preocupación porque esto empieza a generar endeudamiento. Cada vez que emitimos un Título Público para comprar dinero y esterilizar dinero en el mercado supone endeudamiento. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a endeudarnos para sostener este tipo de cambio que no es competitivo y que, además, no hace falta?

En lo estrictamente consistente a su tarea como secretario de Comercio Interior -yo observo que esa es su misión-, considero que hay que trabajar en las variables macros de la economía a fin de evitar distorsiones en el mercado en relación con los precios.

.9 En ese sentido, su misión específica es más trabajar sobre los efectos que sobre las causas. Es decir, que cuando tenemos fiebre también tenemos que tomar aspirina porque la fiebre es inconveniente e incómoda, pero también tenemos que atacar las causas. Y esa no es misión suya, sino de las otras áreas del gobierno. En este terreno de atacar las causas me parece que todavía queda mucho por hacer.

Quería preguntar ¿qué se está haciendo en torno a las asimetrías que hay entre los grandes minoristas y los proveedores? Es decir, ¿cómo está funcionando la cadena de valor y qué se está haciendo para evitar esa distorsión? Me estoy refiriendo concretamente a todo este sistema de retorno que imponen los supermercados a los proveedores, notas de débito que no hacen otra cosa que trasladar luego al consumidor final los precios y tienen un colchón que se puede reducir notablemente.

Las dos preguntas tienen que ver con esto de hasta dónde va a llegar nuestro endeudamiento para sostener el tipo de cambio y qué está haciendo la Secretaría para resolver las distorsiones que están vigentes en el mercado.

SR. MORENO La primera parte de la pregunta excede mi misión y funciones, esos son resortes de mis superiores jerárquicos.

En cuanto a la segunda, estoy manifestando que partimos de un diagnóstico sobre las causas de la inflación en los últimos 40 años y cómo al modificar las causas y seguir el efecto -como en la fiebre- generamos un marco teórico que está siendo reconocido en el mundo.

Las Naciones Unidas, a través de un documento, han empezado a analizar con ojos favorables el tema de la descoordinaciones de las decisiones empresariales y el hecho de coordinarlas para generar programas económicos de estabilización en economías medianas y pequeñas. Esta información la podemos encontrar en Internet. Son experiencias novedosas y recién ahora se está empezando a estudiar y analizar.

Esto es lo que hacemos, nosotros no articulamos y no nos metemos en los contratos privados. No hay ley que lo permita. Los contratos entre privados son entre privados y sino está la legislación vigente, no es mi misión meterme al interior de los contratos, y si viola alguna ley con las leyes que están vigentes están los mecanismos legales. No hace falta un secretario de Comercio. No es misión de la Secretaría de Comercio interactuar, al menos que haya una ley que lo defina. Si los contratos son privados, somos respetuosos de ello.

SR. PRESIDENTE TOLEDO Tiene la palabra la señora diputada de la Rosa.

SRA. DE LA ROSA En principio quería agradecer la visita del señor secretario de Comercio y manifestar que fue un placer escuchar su excelente exposición.

Creo que la mayoría estamos de acuerdo en el diagnóstico con respecto a cuáles son las causas de la inflación en la Argentina en los últimos 40 años. Estamos de acuerdo con estas causales, de hecho, creo que la dolarización de precios, no sé si llamarla de precios, sino la dolarización en términos de rentabilidad de algunas empresas en la Argentina, hacen que se distorsionen los precios internos y haya una competencia entre los costos internos que tienen que ver con los costos de la Argentina y los costos que las empresas estiman que están dolarizados. Esta cuestión se resolvió en 1990 con el 1 a 1 con el costo para toda la sociedad argentina que todos conocemos.

Cómo se sustentó ese uno a uno y cómo se cayó el uno a uno.

Entonces, creo que todo esto es sumamente importante en el marco de esta Argentina que está creciendo de forma sostenida, han disminuido los principales indicadores negativos en términos sociales, ha bajado la indigencia y la pobreza y este crecimiento va a ser sostenido realmente sin inflación. Es fundamental el trabajo que está llevando a cabo esta cartera.

Me permito tomar algunas palabras suyas. Usted dijo que se está sistematizando información. En la Argentina no hay control de precios, hay acuerdo de precios, que es otra cosa. Se trata de analizar los costos, informar y transparentar los costos de la Argentina y en función de eso también transparentar las rentabilidades reales de las grandes empresas del país.

Estuve analizando el observatorio de precios que tiene España. Siempre hago este comentario a los compañeros porque es un observatorio de precios que también tiene como objetivo acordar precios, no imponerlos sino acordarlos en toda una cadena. Porque también sabemos que a lo largo de las cadenas, fundamentalmente de las agroalimenticias, las pujas de las que usted habló -la salarial y la distributiva- también se dan a nivel interno en cada una de ellas. Tenemos actores débiles y actores fuertes en las cadenas y por eso es muy útil transparentar costos en la Argentina, no sólo en una lucha frontal contra la inflación, que es absolutamente interesante e importante, sino que le veo elementos estructurales a esta cuestión que tiene que ver con la información.

Cuando conozcamos y estemos informados acerca de los costos y de las razonables rentabilidades de las empresas evidentemente que no sólo se va a estar controlando precios o disponiendo de precios de referencia sino además transfiriendo equitativamente una cierta riqueza en la Argentina. Creo que es importante lo que se está haciendo.

En función de lo expuesto voy a solicitar un sistema federal de monitoreo de costos y precios. He presentado un proyecto sobre este tema, creo que es muy importante y trasciende lo coyuntural y que tiene que ver con un esquema de racionalidad y transparencia en la Argentina, pero hay que tener en cuenta los distintos costos y precios regionales que son distintos, usted lo sabe bien, en Capital Federal y Gran Buenos Aires.

Entonces hay crear una ley para la posibilidad de extender y de sistematizar, para poder monitorear costos y precios a nivel regional. Hay que tomar otro tipo de decisiones de política económica como analizar incidencia de impuestos, de incrementos salariales o no, es decir que es mucho más importante que un simple control inflacionario.

SR. MORENO Agradezco sus palabras, señora diputada.

En línea con lo que usted está diciendo, por instrucción del presidente, se está generando un marco de acuerdo con la FAM con todos los intendentes del país, a través del intendente Pereyra que es quien la preside. Todo esto está relacionado con la capacidad de refinanciar precios y con recabar información y, a su vez, el salto cualitativo es que nuestra sociedad recupere la cultura de costos.

Cuando nosotros éramos pequeños se hablaba menos de precios y mucho más de costos. En la mesa familiar todos sabían cuánto costaban las cosas, no sólo en términos del precio que tenían en el mercado sino del costo que llevaba implícito ese producto. Entre otro de los perjuicios de los 90 está el de que se dejaron de analizar los costos, de hecho la disolución de la Secretaría de Comercio, entre otras cosas, trajo aparejado que el Estado dejó de tener la expertise en el análisis de costos, que es lo que estamos recreando ahora. Esto es para la información pública de los distintos distritos, sean provinciales o municipales, y para que nuestro pueblo recupere esa conducta típica y natural que tienen todos los pueblos de asociar el precio que está recibiendo en el mercado con un costo determinado.

En algunos tenemos más expertisse, en otros tenemos menos -depende de nuestra inserción en el aparato productivo-, pero en la medida en que se recupere colectivamente la estructura de costos, obviamente, la sociedad empieza a transitar hacia márgenes razonables de acumulación. Esto es lo que estamos diciendo. Márgenes razonables de acumulación, obviamente, implica también mejorar la distribución del ingreso. Entonces, todos estos fenómenos son los que tenemos que transitar de manera coincidente y estamos en esa dirección.

SR. MERINO Señor presidente: en primer lugar quiero agradecer la visita del secretario. Para mí es muy importante. Creo que siempre uno tiene que aprender algo en esto, sobre todo en la economía y mercados.

Quiero hacer dos preguntas. Una primera está referida a que, por suerte, todos los indicadores son favorables para nuestro país, lo que está originando una demanda muy superior a la que se venía teniendo anteriormente; pero creo también que una cosa que está empujando en esta corrida de precios es, muchas veces, una oferta inferior a la que tenemos en estos momentos en cuanto a la demanda de ciertos productos.

La otra se refiere a los servicios. Una de las cosas que, sin lugar a dudas, es también de muy difícil control son los servicios y dentro de ellos están los alquileres que, para muchos, impacta muy directamente sobre sus salarios. Es cierto que el gobierno está haciendo un plan tendiente a facilitar los créditos pero son cosas que, quizás, podamos ver en un mediano y largo plazo.

Pero, a su vez, tengo una cierta contradicción con los economistas porque la construcción es una de las cosas que más ha crecido en los últimos años y, por otro lado, da la sensación de que el precio de los alquileres es lo que más está aumentando, aunque es cierto que muchas veces los alquileres están relacionados con los costos de la construcción.

Entonces, concretamente, las preguntas apuntan a si usted cree que haya un incremento de demanda por encima de la oferta y a qué hay acerca de los servicios.

SR. MORENO Obviamente, en un proceso de crecimiento acelerado, como tiene la Argentina hoy, no es lo mismo el ritmo de mercado y de las visiones de decisiones diarias que se toman a un proceso de planificación. Naturalmente, nosotros apostamos a que sea el mercado el que vaya ordenando, desde su libre juego, estas decisiones que van tendiendo hacia el orden. Se pueden producir desajustes. Ahora, en términos agregados, todavía tenemos una tasa de desocupación importante y una tasa de subocupación también importante, con lo cual pensar que hay un recalentamiento de demanda, teniendo millones de argentinos todavía que no han alcanzado el pleno empleo, me parece que no es el diagnóstico. Esto no significa que en algún sector en especial pase. Estos, obviamente, son los ajustes naturales de una tasa de crecimiento importante; pero, en términos agregados, esto decididamente no es así. En esto quiero ser claro porque si no la solución es la que algunos están recomendando, que es la suba de la tasa de interés, enfriar la economía, que la Argentina ya lo vivió. En términos agregados esto decididamente no es así, en términos de un mercado en especial bueno puede pasar.

La posibilidad de mantener estas tasas de crecimiento que pudieron conseguirse tiene que ver también con mantener el ritmo de inversión y, obviamente, el ritmo de inversión se acelera donde el mercado, por este efecto de demanda y oferta, va tirando.

Estas son las múltiples decisiones diarias que uno tiene que tratar de encuadrar en el mejor clima posible. Esto es lo que estamos haciendo, bajando los grados de aleatoriedad de la decisión, uno de los cuales, en el caso concreto, es el tema de la inflación.

En el caso de servicios y en el caso de alquileres naturalmente las soluciones que plantea el presidente, el Poder Ejecutivo, son soluciones clásicas, son soluciones de mercado. Nosotros creemos que va a haber una mejora. Hemos enviado, a través de un proyecto de ley que entró al Senado, un régimen que es para acelerar el traslado de inquilinos a propietarios.

Esto obviamente se hace con el sistema financiero.

En general en nuestro país hay una tendencia a ubicar la tasa de alquiler -el cociente entre la división entre el alquiler y el precio del bien- en torno al 1 por ciento mensual, aunque a veces está por abajo. De todos modos, en determinadas zonas de la ciudad, producto del incremento de los precios de las viviendas y de contratos de alquiler que todavía no han vencido, nos encontramos con tasas de alquiler debajo de 1, quizás 0,6 ó 0,7.

Pero hay un proceso de aumento de alquiler cuando se renuevan los contratos porque el dueño de la propiedad trata de recuperar su tasa histórica. Sube el alquiler cuando aumenta el precio de la propiedad. Cuando se vence el alquiler, a veces aumenta porque allí se visualiza que el propietario quiere recuperar su rentabilidad histórica. Y ahí deberá aparecer la oferta de crédito para que esta persona pueda honrar la cuota del crédito hipotecario con el mismo que destina al alquiler.

En ese sendero que usted señala pergeñamos este plan, que no es un plan de vivienda. De ninguna manera esto pretende reemplazar el plan de vivienda sistemático, que es manejado por otro Ministerio. Simplemente es una propuesta para impactar en el plano de los alquileres tendiendo a que el inquilino se transforme en propietario.

Creo que este proyecto lo está tratando el Senado y después su debate seguirá en esta Cámara.

Pero el mercado ya ha empezado a dar algunas respuestas. El sistema financiero en su inmensa mayoría ha hecho propuestas. Obviamente, cuando evaluemos el éxito de esta medida, lo tendremos que ver en función del histórico de créditos hipotecarios que hay en el mercado, cuánto será el crecimiento que se puede dar, la relación que hay entre la cantidad de dinero que circula y crédito, para ver números asociados. Deberemos considerar el problema que planteó el señor diputado, ya que hay un avance lógico y razonable que se va dando beneficiando a los inquilinos dentro de las reglas del mercado que tenemos como parámetro para tomar decisiones del punto de vista económico.

En el caso específico del impacto de los alquileres en el índice de precios, ésta es la solución que se encontró.

SR. PRESIDENTE TOLEDO Tiene la palabra la señora diputada Bosch de Sartori.

SRA. BOSCH DE SARTORI Quería saber si usted más o menos tiene conocimiento de cuánto incide el costo de la yerba mate en el mercado inflacionario porque nuestros productores están pidiendo un aumento de la materia prima y, de acuerdo con lo que nosotros conocemos, no incidiría mucho el aumento del precio de la yerba mate en la inflación del país.

Y la otra cuestión es conocer su opinión en cuanto al té. Si bien es un producto que se exporta en el 95 por ciento de su producción, sufre retenciones a las exportaciones. Si bien sabemos a dónde van estos fondos de retenciones a las exportaciones, ¿en cuánto incide en la inflación del Estado nacional? ¿Puede ir a un fondo específico para que vaya junto al precio de la materia prima? Ahora se está pagando menos que en los años anteriores, y esto llevaría a una solución.

¿Qué criterio tiene en cuanto a esto, si bien el cambio de la moneda en la Argentina benefició el producto porque la mayoría de su producción se exporta en un 95 por ciento?

.13Sr. Moreno.- En cuanto a la primera, el impacto de la yerba mate en el total, en el ciento por ciento en el índice inflacionario es de 0,371, según los índices que da el INDEC. Esto sería 0,04 si aumenta un 10 por ciento el precio del kilo de yerba en el mostrador. Lo que se mide son los productos finales de consumo. Si la yerba aumenta el 10 por ciento estaría arrancando con el 0,04, o sea, un 8 por ciento de la inflación que tuvimos el mes pasado que fue 0,6.

¿Cuánto es el componente del kilo de yerba? Está entre el 60 ó 70 por ciento de acuerdo a la marca. Obviamente, cuanto más marketing, publicidad, logística, etcétera, aparecen otros costos; pero en términos generales podemos hablar de estos números de acuerdo a la metodología del INDEC.

Con respecto a la segunda pregunta, me excede y no estoy en condiciones de opinar. Sobre el tema tendrían que opinar mis superiores.

SR. PRESIDENTE TOLEDO Para culminar, cedo la palabra al señor diputado Baigorri, que es el último anotado para formular alguna pregunta.

SR. BAIGORRI Antes que nada, quería darle la bienvenida y agradecer al secretario por su visita.

Indudablemente compartimos la alegría por mantener el superávit y el tipo de cambio favorable que estamos teniendo. De alguna manera la pregunta que yo tenía pensada formular tiene que ver con que el análisis del control de costos, con que estamos acordando precios, y si no tenemos una deuda pendiente con las empresas -no solamente las industrias, sino también los comercios- tiene que ver con el ajuste por inflación en la determinación del impuesto a las ganancias. Eso que estaba previsto anteriormente allá por el año 1991 se suspendió porque después hubo un brote inflacionario en el 2001 y 2002. A Ahora con una inflación controlada y en términos menores pero a un promedio del 10 por ciento anual, la pregunta es si no se prevé en algún momento reinstalar esto porque es un elemento a tener en cuenta.

También estamos pidiendo a las empresas y a las industrias de alguna manera rentabilidad controlada y que tengan los costos justos, por lo tanto creo que desde el Estado deberíamos reconocerle este desfasaje que genera no aplicarle un ajuste por inflación a los efectos de determinar el impuesto a las ganancias.

SR. MORENO Como entenderá también me excede, no está dentro de mis funciones. Me remito a mis superiores jerárquicos.

SR. PRESIDENTE TOLEDO Me rectifico porque el señor diputado Morini se ha anotado para realizar alguna pregunta.

SR. MORINI Pido disculpas, pero estaba reunido en otra comisión y recién acabo de llegar. Mi inquietud es con respecto al tema lácteo por la gran sequía de la cuenca lechera del país y ante la baja del 5 por ciento de las retenciones en vez de haber reflejado sobre el valor que recibe el productor, al contrario hemos tenido bajas en los precios de la leche que se le paga al productor. Este 10 por ciento que queda todavía en un momento se había hablado de retirarlo en función del alto costo de producción que está teniendo hoy, por encima del costo de la producción. Al no haber manera de alimentar al ganado con pastura natural o con pastura que se siembra y tener que hacerlo a través de maíz o de forrajes estamos por encima de esto y no sé hasta cuándo podremos soportar esta situación. Entonces, ¿qué posibilidades hay de retirar ese otro 10 por ciento por lo menos hasta que tengamos una rentabilidad que sea indicada, no por el precio del maíz sino por el precio que tiene el productor que es con pastura?

SR. MORENO Este tema también me excede. Nosotros analizamos la cadena de valor para la industria manufacturera que vuelca el producto al mercado doméstico. Obviamente es una decisión del Poder Ejecutivo preservar la rentabilidad de todas las unidades de producción al margen del tamaño.

Sí le puedo dar una respuesta general en el sentido de que nuestro gobierno alienta y preserva la rentabilidad empresaria. Para las medidas específicas, deberá dirigirse a mis superiores jerárquicos que son quienes toman este tipo de decisiones y que no me competen a mí.

SR. PRESIDENTE TOLEDO Como presidente de la Comisión de Comercio estoy realmente satisfecho por las explicaciones brindadas por el señor secretario y por las intervenciones realizadas por los señores diputados. Creo que nos vamos con un concepto más claro sobre el tema. No es mi especialidad la parte económica pero los he escuchado atentamente a ustedes que son quienes saben.

Agradezco la presencia del señor secretario de Comercio y quiero que sepa que esta comisión está permanentemente abierta no sólo cuando nosotros lo invitamos sino cuando usted quiera concurrir.

- Es la hora 12 y 37.