Declarar de interés de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación al “Programa de Capacitación en Habilidades y Oficios” destinado a los vendedores (denominados “manteros”) de Once, como medida de inclusión social.

Señor presidente:

Por primera vez, en una acción conjunta entre el sector público y privado, se logró dar respuesta a un conflicto social.

Por un lado, el Gobierno de la Ciudad construyó un predio para mejorar las condiciones de la situación de calle a la que se exponían todos los días los vendedores en la vía pública, la apertura de cuentas bancarias sin costo para fomentar la bancarización y la inscripción a un Monotributo Social. Así, los ex “manteros” lograron incluirse en la legalidad.

Y por otro, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), entidad que representa a las PyMES, ofreció un “Programa de Capacitación en Habilidades y Oficios” por dos meses (con 4 horas diarias de asistencia de lunes a viernes) y 23.500 pesos por ese período en concepto de beca. De esta manera, más de 900 vendedores se inscribieron y fueron beneficiados con los cursos en diferentes sedes de CAME.

En la primera parte de la capacitación estudiaron cómo mejorar las ventas, teoría y elementos de la comunicación, comportamiento del consumidor y defensa de los argumentos. Luego, en el segundo módulo, las nociones básicas del emprendedurismo: liderazgo, propuesta de valor y plan de negocios, tabla de costos, evaluación del mercado y adaptación a las necesidades del consumidor.

Finalmente, se les brindó nociones de derecho laboral, normas de convivencia en el ámbito del trabajo, herramientas tecnológicas útiles para la búsqueda de empleo y cómo enfrentar una entrevista laboral.

La experiencia superó todas las expectativas, no sólo por el gran interés que han demostrado, sino porque además resultó una estrategia motivacional que ha despertado el espíritu emprendedor en muchos de ellos, la integración como grupo y el trabajo en equipo (antes, por lo general, sólo se disputaban el espacio en la vía pública para colocar sus mantas y competir por los clientes), y para otros, fue mucho más que eso, simbolizó el regreso a la escuela o la primera vez en un aula. Con ese grado de emoción se vivieron a diario las clases en un marco de absoluto respeto y ánimo de superación.

Pero por sobre todas las cosas, esta innovadora propuesta ha permitido separar al verdadero trabajador de las mafias, que no se han inscripto, ya que entre los requisitos se solicitó la aceptación de un censo que permitió identificar a los vendedores que tuvieron que presentar un certificado de antecedentes penales y documentación que identificó la situación migratoria en el país, entre otros aspectos.

De esta forma, las mafias organizadas que explotaban a los manteros, la asociación con punguistas, mecheras y arrebatadores, la corrupción y el circuito de contrabando y venta ilegal de mercadería de dudosa procedencia, pudieron ser combatidas en el barrio de Once, recuperando los vecinos el espacio público.

Por las razones expuestas, solicito a mis pares el acompañamiento y tratamiento del presente proyecto.