Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que a través de los organismos que corresponda arbitre medidas en relación al sustantivo incremento de importaciones de carne porcina y preserve de esta manera la viabilidad económica y el desarrollo de pequeños y medianos productores que dedicados a esta actividad, aportan a la estratégica meta de diversificar las producciones de carnes, conservar el poder adquisitivo del salario, generar una oferta constante de materia prima para la industria alimenticia y sostener en el tiempo , más allá de limitados objetivos cortoplacistas, nuestra soberanía alimentaria.

Señor presidente:

Los abajo firmantes observamos con preocupación el sustantivo incremento de la importación de carne porcina destinada a la industria en el primer bimestre del año en curso. En promedio respecto a los cinco años precedentes estos embarques, conforme a los datos del Ministerio del área aumentaron en un 65 % y más del 80 % si se compara estos valores con los importados en el año 2010.

La Federación Agraria Argentina señala sobre el particular que estas importaciones provenientes básicamente de Brasil han provocado un anormal descenso del precio de la carne porcina que en lo sustantivo afecta a los pequeños y medianos productores que abastecen a la industria.

Como es evidente, estas distorsiones, que hasta aquí no registran acciones oficiales para limitarlas, generan una gran incertidumbre en el sector estructuralmente más débil en términos económicos y financieros. De continuar la situación descripta, la supervivencia de muchos productores se verá amenazada, porque esta oferta importada al deprimir los precios de manera anormal no permite sostener el costo de la producción actual y mucho menos alentar inversiones que expandan la productividad.

La opción es clara, frente al beneficio cortoplacista que pueda reportarle al gobierno nacional la presente situación, cabe por el contrario que asuma un camino de apoyo a la producción porcina no concentrada con medidas financieras, tecnológicas y de adecuado desenvolvimiento del mercado incluyendo las importaciones, a efectos de incrementar su desarrollo y su participación.

El gobierno nacional ha mencionado reiteradas veces que es su objetivo transformar la producción de maíz en carne, y proteger la mesa de los argentinos y para ello ha restringido las exportaciones del cereal con el consiguiente perjuicio para la producción. ¿Cuál es el rumbo de la política oficial? Ahora con esta situación de creciente importación se expande el universo de los sectores productivos afectados.

En relación a esto es que reclamamos que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca tome las medidas necesarias para revertir con urgencia la situación descripta.

Sr Presidente, la pequeña y mediana producción es en general y en este caso en particular, la que más dificultad tiene para convivir con una oferta internacional globalizada que muchas veces opera con mecanismos de subsidios indiscriminados que en la práctica distorsionan la competencia. El gobierno nacional, que en su discurso condena el liberalismo de los noventa, parece que recurre torpemente al mismo, cuando para contener el flagelo inflacionario, no adopta medidas frente al las importaciones de carne porcina. Si realmente su mirada estratégica es diversificar la producción de carnes y sostener en el tiempo nuestra soberanía alimentaria, tiene aquí una oportunidad más para demostrarlo.

Por todo lo expuesto se solicita la aprobación del proyecto.