Solicitar al Poder Ejecutivo nacional que, a través de la autoridad correspondiente, promueva la cría y el mejoramiento genético de la alpaca (Lama pacos L.) como alternativa en el mercado textil lanero, impulsando las medidas tendientes a alentar la diversificación productiva regional.

Señor presidente:

Existen cuatro especies de camélidos sudamericanos: la llama (Lama glama) y la alpaca (Lama pacos) ambas domésticas; y las silvestres guanaco (Lama guanicoe) y vicuña (Vicugna vicugna). La población total de camélidos americanos se estima en unos 7,5 millones de cabezas, de las cuales 51 % se encuentra en el Perú, 37 % en Bolivia, 10 % en Argentina y 2 % en Chile. Las llamas y las alpacas son camélidos rumiantes que constituyen la ganadería autóctona argentina, mientras que el guanaco y la vicuña son sus parientes silvestres. Se sitúan principalmente en el área altiplánica de las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca,

En el país viven unas 100 mil llamas, y muy pocos ejemplares de alpacas. La cría de estos animales no se diferencia en general de la de los bovinos y ovinos. Son ejemplares dóciles y curiosos, con una longevidad de 20 años. Tienen una preñez de 11 meses y paren una sola cría por gestación. Específicamente, la alpaca es una variedad doméstica de la vicuña, propia de América del Sur, donde se emplea y se aprovecha como la llama. El pelo de este animal es más brillante y flexible al de las especies lanares. Su fertilidad no supera el 50% pero puede llegar al 80% con muy buen manejo, con una natalidad en general del 45%, como porcentaje promedio. Sus crías tienen un peso promedio al nacer de 8 kg., alcanzando en el momento del destete, practicado a los 6 - 8 meses, los 25kg. La mortalidad de las mismas es muy alta, de un 30%, pudiendo llegar al 80% cuando se presentan epizootias de enterotoxemia. Los individuos adultos tienen un peso vivo de alrededor de 50 kg. con índices de mortalidad del 10%.

Se los esquila una vez al año con un rendimiento de tres kilos de fibra por animal, alimentándose de las mismas pasturas que aprovecha la ganadería tradicional. No existen diferencias en los tratamientos sanitarios, pudiendo convivir en un mismo rodeo con vacas, cabras y ovejas pudiendo incluir hasta siete de éstos camélidos por hectárea, sin necesidad de cultivos intensivos para su alimentación.

Tradicionalmente, aproximadamente unas 65.000 familias criollas e indígenas (aymarás, quechuas, chipayas y uruithus) dependen para sus ingresos y seguridad alimentaria, de la cría y pastoreo de camélidos tales como las alpacas y las llamas. Muchas de estas comunidades rurales están social y económicamente marginadas y, en consecuencia, carecen de capacidad para atraer inversiones. Una de las pocas opciones que poseen para superar esa marginación es la de agruparse en asociaciones que las vinculen con otros eslabones de la cadena de elaboración, transformación y comercialización de sus productos.

Sobre la base de las características productivas de estas especies se puede afirmar que es una producción de fibra y carne con distintos énfasis en cada producto, dependiendo esto del área ecológica donde vive, de las distancias a centros poblados, del tipo de animal que se cría y de otros factores.

Específicamente, la producción de fibra está sujeta a características particulares de producción y de mercado que se asocian a otras producciones de Pequeños Rumiantes como ovinos laneros y cabras de Angora o de Cachemira. Estas particularidades permiten realizar un análisis similar al que se realiza con la producción de esas especies, que son por otra parte más estudiadas desde el punto de vista biológico y comercial.

Desde la década de los `80, se inicia una tendencia al uso de prendas de tejidos cada vez más livianos. A pesar que en general la fibra de los camélidos domésticos es, generalmente, bastante gruesa como para lograr un tejido liviano, la fibra de vicuña es, sin duda alguna, la de más alta calidad que existe en el mercado.

Sus óptimas características de finura y suavidad permiten que las prendas confeccionadas con su lana se puedan utilizar próximas a la piel, neutralizando la molesta sensación de picazón o prickle. Está claramente establecido que esa sensación proviene del efecto de fibras bastas o más gruesas dentro de las fibras más finas, o sea la distribución de los diámetros. Esta característica en camélidos depende del tipo de vellón o estilo de la mecha, así los vellones doble capa tiene un prickle tan marcado que obligan a separar las fibras primarias o descerdar esos vellones.

El potencial de mejoramiento genético de los Camélidos Domésticos en general es inmenso. Por otra parte los programas de mejoramiento, si bien deben tener rasgos comunes, también deben contemplar situaciones particulares. Esto indica que los objetivos pueden diferir levemente entre sí. De cualquier manera y en lo que respecta a la fibra el énfasis en la calidad debe ir a la par de la productividad. Por ahora calidad se entiende como colores deseados por la industria (blanco, negro, marrones rojizos y dorados), tipos de vellón monocapa (preferible los lustres) y vellones lo más finos posibles (debajo de 25µm) y con la mayor uniformidad posible (ausencia de fibras primarias destacadas), requerimientos que la alpaca cumple en gran medida.

Por ejemplo, el estudio de la genética del tipo de vellón ya reconocía algunos antecedentes en otros países y otros tipos de Camélidos. Así en llamas peruanas se había determinado la dominancia parcial del carácter doble capa sobre el simple capa de las alpacas, evidenciando la dominancia del tipo lustre (suri) sobre el tipo no-lustre (huacaya) con resultados similares en Australia.

Los datos suministrados de un trabajo preliminar realizado en Alpacas Australianas, indican heredabilidades altas a muy altas para peso de vellón, diámetro medio, variación del diámetro y largo de mecha. Significativamente, estos parámetros no coinciden con datos provenientes de Perú que arrojan resultados moderadamente altos a medianos, evidenciando la influencia ambiental sobre la expresión genética. La continuidad de la investigación científica en la genética de la alpaca devendrá innegablemente en numerosos beneficios futuros sobre la especie.

Todos los factores deben considerarse al momento de encarar programas de mejoramiento que tengan como propósito cambiar la frecuencia génica de los rasgos o caracteres que permitan incrementar el ingreso al productor. Así, el mejoramiento genético de la producción de fibra tiene como propósito aumentar la producción a partir de un recurso fijo (área pastoreable) y mejorar la calidad de la fibra para poder transformarla en productos finales de mejor precio.

La producción de Camélidos Sudamericanos domésticos en Argentina, comprende diversos sistemas de producción siendo los sistemas carne-fibra y fibra-carne los más importantes, aunque la venta de animales para compañía y esparcimiento ha generado últimamente sistemas de producción alternativos fundamentalmente en el área extra-altiplánica.

Las exigencias crecientes de calidad de parte del mercado crean la necesidad de analizar la factibilidad de implementar programas de mejoramiento genético basados en una metodología lógica y probada. En todos los casos las metodologías de diseño de programas de mejoramiento genético plantean la necesidad de describir los sistemas de producción, definir los objetivos de la mejora, elegir caracteres como criterios de selección, diseñar registros de esos caracteres e implementar sistemas de apareamientos que permitan un uso eficiente de los reproductores seleccionados.

Auspiciosamente, cada vez más emprendimientos, además de la producción de fibra lanar para la industria textil, generan animales de pedigrí con registro internacional para la comercialización en calidad de reproductores o animales de compañía. Las artesanías y confecciones con fibra, son productos que se encuentran bien posicionados en los mercados nacionales e internacionales debido al esfuerzo privado y a algunos proyectos de apoyo al sector.

En el vecino país de Bolivia, a fines del siglo XX en el caso de la llama / alpaca y de acuerdo con los registros pertinentes, las exportaciones de productos de fibra aumentaron de 147.600 kilos exportados por un valor U$D 5,1 millones en 1998, a 201.400 kilos por un valor de U$D 5,6 millones 1999. Con estas cifras de exportación el sector se ubicó en el puesto 31 del total nacional y en el puesto 23 del total nacional de productos no tradicionales.

Precisamente, los artículos textiles originados de estas actividades se deben localizar en nichos de mercados que valoren la calidad y el origen de las prendas artesanales producidas. Estos nichos se localizan en su mayoría en el continente europeo.

Con el fin de acceder a éstos nuevos mercados para la fibra natural, se deben realizar esfuerzos con el objeto de introducir cambios básicos para que las comunidades rurales dispongan de mejores técnicas de cría y de elaboración de productos. De esta manera, sus productos serán más competitivos. Por estos motivos, sería conveniente encarar una estrategia basada en las tres etapas básicas de la cadena de valor agregado, a saber, producción, transformación (primaria y secundaria), y comercialización.

Por las razones expuestas, señor Presidente, y ante la imperiosa necesidad de fomentar e impulsar actividades productivas sustentables que permitan la subsistencia digna de numerosas familias argentinas y su entorno, solicito la inmediata consideración del presente proyecto de declaración.