Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de los organismos correspondientes, conteste el siguiente pedido de informes, en los términos del Artículo 71 de la Constitución Nacional y el Artículo 204 del Reglamento de esta Honorable Cámara:

1. Si se ha logrado determinar la causa del primer foco de aftosa, ocurrido en localidad de San Luis del Palmar, provincia de Corrientes y si se ha hecho las pruebas de ADN correspondientes para determinar el origen del ganado infectado.

2. ¿Cuáles han sido las medidas tomadas para evitar que el brote detectado se disperse por el resto de la región?

3. ¿Cuáles han sido y son las actuales medidas de control en la frontera del país con respecto al tránsito de animales?

4. ¿Qué medidas se piensan implementar o se han implementado con respecto al control de la enfermedad a nivel MERCOSUR?

5. ¿Existe alguna otra región en la cual se hayan detectado casos de aftosa?

6. ¿Se ha desarrollado dentro del organismo competente algún mapa de riesgo con respecto a la enfermedad?

7. Debido a la reiteración de estos casos en los últimos años, ¿Cuál es la evaluación del organismo con relación a las causas y cuáles los medios necesarios para ponerles fin?

Señor presidente:

A través de diversos medios de comunicación, se ha tomado conocimiento de que existe la posibilidad de que el brote de aftosa detectado en la localidad de San Luis del Palmar, denunciado el 8 de febrero del corriente año, no sea el único.

Cabe destacar que dicha enfermedad ha sido, a lo largo de más de 100 años, uno de los principales obstáculos para la exportación de carne vacuna nacional. Sin embargo, hasta la década del noventa fue casi nulo el avance que se pudo lograr.

A partir de dicha década, y con el consentimiento de los sectores público y privado, la Argentina comenzó a realizar acciones que le darían el status de país libre de aftosa en 1997. Cabe destacar que dichas acciones se realizaron dentro de un plan regional de lucha contra la enfermedad, denominado Plan Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa (PHEFA).

Sin embargo, hacia finales del año 2000 y principios de 2001, el entonces Gobierno de Fernando de la Rúa sufrió un nuevo brote de la Fiebre Aftosa. En dicha oportunidad, la causal de la reaparición del virus fue la entrada a Formosa de animales poseedores del mismo desde el Paraguay y de forma ilegal. Debido a la falta de reacción rápida, el virus logró propagarse hacia otras provincias, como Entre Ríos y Corrientes. En dicha oportunidad, se criticó fuertemente la acción del SENASA, acusándosela de que recién tomó cartas en el asunto una vez consumado el hecho, no habiéndose registrado una tarea de prevención adecuada. Por otro lado, el ocultamiento del foco dejo seriamente dañada la imagen del país: se vieron afectadas el 90% de las ventas al exterior, cayendo fuertemente el precio de la carne. Como consecuencia lógica de esto, la Argentina perdió su estatus de país libre de aftosa sin vacunación.

A partir de este nuevo foco, que causó millonarias pérdidas al sector y se extendieron en todos los eslabones de la cadena, desde el SENASA se implantó el Plan de Erradicación de la Fiebre Aftosa. Dicho plan contempló, básicamente, dos premisas: la erradicación final del virus, y teniendo en cuenta que esta llevaría varios años, un programa de control que permita limitar los efectos de la enfermedad sobre el comercio internacional y la producción agropecuaria, sentando las bases de un sistema de prevención que asegure que las probabilidades de ingreso de la enfermedad al país y posterior difusión se minimicen.

Con la aplicación de este plan, el país logró unos 18 meses después la Argentina era reconocido como "país libre de aftosa con vacunación" por la Organización Internacional de Epizootias (OIE).

A pesar de estos esfuerzos, en agosto de 2003, el SENASA detectó en Tartagal, provincia de Salta, a 40 km de la frontera con Bolivia, un nuevo foco de fiebre aftosa en varios cerdos, que fueron a faena sanitaria. Esto llevó a que la Argentina perdiera nuevamente el status de país libre con vacunación, hasta enero de 2005, cuando se anunció la recuperación de dicha condición gracias a una recomendación científica del organismo que audita la situación de la enfermedad en el mundo, tras intensas campañas de inmunización.

Más allá de este nuevo brote, las exportaciones de carne vacuna no se vieron afectadas en la misma intensidad que en 2001. Las rápidas tareas de prevención e inmunización del foco permitieron al sector seguir expandiéndose al punto de alcanzar un nuevo récord de exportaciones en 2005, casi de U$S 1.400 millones, con una alta diversificación de destinos.

Sin embargo, nuevamente el 8 de febrero de 2006, se detectó en San Luis del Palmar, provincia de Corrientes, un foco de fiebre aftosa debido al serotipo O en una explotación de cría extensiva (establecimiento de 6.000 hectáreas de superficie).

A pesar de la reacción instantánea del SENASA, todavía no se ha podido lograr detectar, o no ha quedado claro, el origen de este nuevo brote; al mismo tiempo que se han anunciado cierres de numerosos mercados de destino de las exportaciones de carne vacuna argentina.

Las consecuencias de este nuevo brote, sumado a nuevos posibles casos, podrán tener efectos sumamente negativos, tanto a nivel nacional, como a nivel provincial.

Resulta indispensable entonces encontrar una rápida solución a un problema que parece recurrente en el tratamiento de la fiebre aftosa en nuestro país: los problemas limítrofes de las zonas del NOA y NEA en cuanto a la falta de control del tráfico de animales.

Por todo lo expuesto, solicito me acompañen en la aprobación del presente proyecto.