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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA

Comisión Permanente

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  • ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA

Reunión del día 25/04/2017

- MODIFICAR LA LEY DE GENÉRICOS

INVITADOS

  • señor Adolfo Sánchez de León Agencia Nacional de Laboratorios Públicos
  • señores titulares de laboratorios públicos
  • señores autoridades del Ministerio de Salud de la Nación
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los veinticinco días del mes de abril de 2017, a la hora 13 y 52:
SRA. PRESIDENTA GAILLARD Buenos días y bienvenidos a la Comisión de Acción Social y Salud Pública.

Quiero agradecer la presencia de los invitados que nos acompañan: titulares de laboratorios públicos, autoridades del Ministerio de Salud de la Nación y al director de ANLAP -Agencia Nacional de Laboratorios Públicos-, Adolfo Sánchez de León. También le agradezco al resto de los invitados: al doctor Daniel Gollán, al doctor José Carlos Escudero y al doctor *Sajem, que vinieron a exponer en esta segunda reunión sobre el tema de los medicamentos.

El año pasado muchos legisladores tuvimos la inquietud de poder llevar adelante un trabajo de comisión sistematizado para discutir el tema de los medicamentos desde sus distintas aristas. Había muchos proyectos para modificar leyes y otros para dictaminar nuevas normas que democraticen el acceso a los medicamentos y regulen la publicidad. Asimismo había proyectos que tenían que ver con el etiquetado.

Para modificar la Ley de Genéricos, lo que se nos ocurrió fue realizar distintas reuniones que convocaran a todos los actores involucrados en este tema, ya sea de la comunidad académica, del Ministerio de Salud, profesionales o investigadores.

Así fue que iniciamos su tratamiento. Comenzamos en la reunión pasada, donde tratamos el proyecto para modificar la actual Ley de Genéricos y se logró el dictamen. Fue una reunión conjunta con la Comisión de Defensa del Consumidor, donde también recibimos invitados de las cámaras de laboratorios y de los colegios profesionales de farmacéuticos, entre otros.

Todo esto consta en versiones taquigráficas, al igual que la reunión del día de la fecha, que es la segunda reunión de comisión.

La tercera y última reunión se realizará en dos semanas y allí abarcaremos el tema de los precios de los medicamentos, formación de precios, etcétera.

Creemos que cada una de las reuniones es importante porque todo está enlazado, tiene un hilo conductor. Esto nos va a permitir abordar en mayor profundidad los distintos proyectos sobre medicamentos que tenemos hoy en estudio en la comisión.

Lo que tratamos de hacer es democratizar el acceso a los medicamentos. Como presidenta de esta comisión -hablo a título personal, pero también en representación de mi bloque-, creo en la producción pública de medicamentos porque es lo que garantiza el acceso y también lo que evita la extorsión por parte de los laboratorios privados. Porque si bien la industria nacional es muy importante y genera empleo, nosotros entendemos que la presencia del Estado es fundamental porque el medicamento es un bien social y no un bien de mercado.

En ese sentido, la idea de la reunión de hoy es que se puedan expresar ustedes. Primero vamos a escuchar al titular de ANLAP acerca de cuál es la idea que tienen pensada desde la agencia.

Esta agencia fue creada por la ley 27.113, una ley que trabajamos con muchos de los aquí presentes para que los laboratorios de producción pública de nuestro país estén nucleados en un organismo autónomo, autárquico, que tenga una política pública clara con el fin de fortalecer y fomentar la producción pública.

La ley se sancionó hace dos años. Se ha comenzado a trabajar y a conformar el organismo. Tenemos la intención de saber cuáles son las metas y objetivos. Queremos escuchar a los titulares de laboratorios para saber cuál es el estado de situación de la producción pública en nuestro país. Necesitamos saber cómo podemos fortalecer entre todos esto que para nosotros es una política de Estado.

Por supuesto que también vamos a conversar sobre otros temas. La idea es poder charlar sobre la importancia de que el Estado compre a los laboratorios públicos a través de las licitaciones del Programa Remediar, que ahora pasa a llamarse CUS, Cobertura Universal de Salud.

Por último, una tercera cuestión importante a abordar en esta reunión tiene que ver con que nosotros hemos sancionado en el Congreso una ley que legaliza el uso medicinal del cannabis. Una de las cuestiones que plantea esta ley es que la elaboración será realizada prioritariamente por los laboratorios públicos nacionales nucleados en la ANLAP. En este sentido, es importante darle tratamiento a este tema para que la ley de cannabis pueda tener una rápida implementación, de manera de lograr que la población tenga acceso al aceite. Para nosotros es muy importante que, respecto de los tratamientos con cannabis que llevan adelante muchas familias, no solamente se avance en las investigaciones -la ANLAP cumpliría la función de financiarlas- sino también en el hecho de que sean los laboratorios públicos los que produzcan el medicamento. El objetivo es evitar que el aceite de cannabis termine entrando en la libre comercialización y, de este modo, se convierta en un bien social caro e inaccesible para la población, esto es, que se transforme en un mero producto de mercado.

Dicho esto, les agradezco a todos por su presencia. Tenemos en tratamiento el proyecto del diputado Jorge Franco, por el que se ve con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los laboratorios públicos nacionales, elabore de forma coordinada con el INTA y el Conicet cannabis para uso medicinal, terapéutico y de investigación.

También tenemos un proyecto de ley de la diputada Berta Arenas -que aún no se tiene giro en primer término a esta comisión- por el cual se otorga presupuesto propio a la ANLAP. De este modo, la ANLAP tendría autarquía. Para ello se busca gravar con un impuesto específico al tabaco, de manera de lograr que el organismo tenga asignaciones específicas y financiamiento propio. A continuación le voy a dar la palabra a la señora diputada Berta Arenas, quien va a explicar su proyecto con más detalle.

SRA. ARENAS Muchas gracias a los invitados y a los diputados por su presencia, tal como lo ha expresado la señora presidenta de esta comisión.

Nosotros venimos trabajando sobre las diferentes funciones de los laboratorios públicos que se encuentran en las provincias. Estos laboratorios no sólo resuelven los problemas de sus propias provincias sino que en muchos casos, ya que los medicamentos que venden tienen precios accesibles, también resuelven los problemas de las demás provincias.

Por lo tanto, de más está decir lo importante que es para la salud pública que la producción de medicamentos sea pública. La creación de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos fue un avance. Lamentablemente, su organización está costando bastante, al menos teniendo en cuenta lo que nosotros deseábamos.

En esas situaciones, cuando hay un proyecto y sobre todo recursos humanos capacitados trabajando en la producción pública en todo el país, siempre la crítica es que el medicamento es de menor calidad por ser público.

Por mi experiencia con Laboratorios Puntanos, cuyos medicamentos no guardan absoluta diferencia en la calidad, considero que los laboratorios públicos no tienen intención de quitarles clientes a los laboratorios de producción privada. Al contrario, somos un complemento y estamos llegando a un sector vulnerable de la población con medicamentos que no tiene otra posibilidad de obtener. Entonces, no vamos a superponernos en las acciones.

Por lo tanto, para nosotros, es muy importante que exista una decisión política sobre todo a nivel del financiamiento de los laboratorios públicos, para la investigación, la logística y el equipamiento. De esta manera, seguramente podríamos organizarnos mucho mejor.

Por eso, este proyecto de ley propone una modificación de tipo presupuestaria a un artículo de la ley 27.113, que es la que crea la ANLAP y que declara de interés nacional y estratégico la actividad de los laboratorios de producción pública.

Asimismo, la propuesta indica que, además de lo que esta agencia autárquica reciba dentro del presupuesto nacional, se contribuya, por un lado, con el 1 por ciento de lo recaudado del precio de venta al público de los cigarrillos y, también, con el 1 por ciento sobre la base imponible del consumo de cerveza. Esta contribución está sustentada en una lógica similar a como pensamos en el medioambiente, donde el que produce daño tiene que generar alguna acción de beneficio. En este caso estamos mencionando dos productos dañinos para la salud humana y es un modo de compensar de manera solidaria a quien decide contribuir para la salud del resto de la población.

Por otro lado, los presupuestos tiene asignados una agencia le permitirán realizar todo lo que menciona la ley si están en tiempo y forma y si tiene celeridad para poder disponer de esos fondos. Por eso, se crea una cuenta especial para que los depósitos se hagan cada tres meses.

En sí sería un nuevo aporte para el financiamiento del funcionamiento de los laboratorios públicos, que se entregaría con mayor celeridad y que, por lo tanto, existiera la posibilidad de que esté disponible mucho más rápido.

En este sentido, algunos laboratorios públicos dependían del Ministerio de Salud, pero después se los transformó en sociedad del Estado justamente porque cuando había un pedido de un medicamento que se necesitaba por una emergencia, no podíamos seguir todos los pasos burocráticos del Estado. Esto no significa que se haga de manera desprolija, sino que puede hacerse prolijo y más rápido.

Obviamente, más allá de lo que se mencionó -que después va a explicar el doctor Franco- respecto a la posibilidad de fabricar el aceite de cannabis, uno piensa la experiencia con aquellos medicamentos huérfanos, que económicamente a los demás laboratorios no les conviene producir, y que por supuesto representan medicamentos contra enfermedades que justamente la gente más pobre suele tener mayor posibilidad de contraerlas.

Cuando apareció la gripe A, nosotros también fabricamos el antiviral y pudimos resolver no solo el problema de los pacientes en nuestra provincia, sino también de los de otras provincias que pudieron adquirir el medicamento que nosotros habíamos fabricado.

Podría pensarse en laboratorios públicos centralizados para el control de calidad. Tal vez tengamos diferencias, pero se puede pensar en un laboratorio centralizado con recursos humanos mucho más capacitados y con mayor equipamiento, que esté ubicado en algún lugar estratégico de la República Argentina y que pueda hacer el análisis de control de calidad a todos. Pero esto debe ser una decisión política, una política pública. En ese sentido, lo que estamos presentando ahora como un nuevo aporte al financiamiento que ya existe sería una gran ventaja; seguramente después aparecerán otras ideas.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tiene la palabra el señor diputado Franco.

SR. FRANCO Señora presidenta: lo que queremos plantear hoy en esta reunión de comisión está relacionado con la ley 27.350, aprobada hace un tiempo, primero en la Cámara de Diputados y luego en la de Senadores. A partir de su promulgación entró en vigencia el uso del cannabis como alternativa terapéutica, y aunque en algunos casos no de primer orden, sí como herramienta fundamental para aquellas personas que tienen determinadas patologías, como las convulsiones refractarias y otra serie de patologías como las de dolor.

Más allá de lo extraordinario de la sanción de esta ley y de la forma en que fue aprobada por ambas cámaras, creemos que hay que poner manos a la obra rápidamente. La ley tiene un objetivo fundamental que es el de brindar un servicio sanitario a los ciudadanos argentinos, y por otro lado, evitar algunas prácticas no muy buenas para la sociedad, como la del mercado negro. Quienes han consumido cannabis medicinal antes de la sanción de esta ley así como también quienes hoy lo consumen, no tuvieron ni tienen la garantía de calidad ni de precio razonable a la hora de adquirir esta sustancia para su salud.

En este sentido, cuando discutimos el proyecto tanto en la comisión como en el recinto de la Cámara, se planteó la necesidad de que las entidades oficiales, como el INTA, el Conicet y la Red de Laboratorios que recién mencionó la señora diputada por San Luis, tengan la posibilidad de llevar adelante su elaboración. Concretamente, hemos presentado un proyecto de declaración para que sea el INTA el encargado de empezar ya -no mañana, ni pasado, ni dentro de un año- a plantar cannabis con objetivo medicinal y que las entidades oficiales sean las encargadas de llevar adelante este cultivo en los lugares en que las condiciones para ello se presten de la mejor manera. Por otra parte, se propone que el Conicet haga la experimentación necesaria para fabricar el aceite y tener las cantidades que se necesiten, porque les puedo asegurar que su requerimiento es muy grande. Finalmente, se establece que sea esta Red de Laboratorios Públicos la encargada de su distribución.

Queda claro que cuando discutimos esta ley lo que planteamos fue justamente que esto iba a poder funcionar en la medida que hubiera supervisión de una entidad médica, que fuera el médico quien recetara e indicara la dosis, como en otros lugares del mundo. En nuestro país no se permite el autocultivo. Este es un debate que tarde o temprano deberemos llevar a cabo el debate sobre el autocultivo, porque la sociedad, tal como lo manifesté en el recinto, está por delante nuestro y ya lo está haciendo. Los invito a que hagan la experiencia en los lugares donde viven de formar foros de discusión sobre este tema porque se van a llevar sorpresas de todo tipo.

Uno podría decir -lo digo con mucho respeto- que por ahí sería la gente joven la interesada y la que aparecería en una reunión sobre cannabis porque siempre la juventud es más propensa a discutir este tipo de temas. Yo les puedo asegurar, al menos desde mi experiencia, que no es así. En los lugares que recorrí había gente grande, adulta, personas mayores que me decían "volví a ir al supermercado", "volví a hablar con mis amigas", "volví a ir a la plaza", porque su dolor había menguado.

Entonces, creo que la sociedad está pidiendo algo que los diputados no podemos soslayar. Hoy por hoy tenemos esta herramienta del INTA, del Conicet y de la Red de Laboratorios. Pero tarde o temprano, de la mejor manera posible y con un criterio sanitario, vamos a tener que discutir el tema del autocultivo. Porque cuando la sociedad se pone delante de las cosas, es imposible pararla, y nosotros vamos a tener que debatirlo.

De todas maneras, la urgencia de hoy es que ya la gente acceda rápidamente al aceite o a la sustancia que le permita en forma inhalatoria o de aerosol contar con una herramienta más para su tratamiento.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Están presentes los titulares de Laboratorios LIF, Santa Fe; de Hemoderivados, Córdoba; de Prozome, Río Negro. Asimismo nos acompañan el investigador del Conicet y farmacéutico Martín Isturiz; el doctor Rubén Sajem, del Colegio de Farmacéuticos de Capital Federal; Noemí Raffo; el doctor Daniel Gollán y el doctor José Carlos Escudero. Ellos son los invitados que van a exponer a continuación.

Tiene la palabra el director de ANLAP, Adolfo Sánchez de León.

SR. SÁNCHEZ DE LEÓN Muy buenas tardes y muchísimas gracias a la señora presidenta de la comisión, Carolina Gaillard; al resto de los diputados; a los titulares de algunos de los laboratorios públicos que componen la red; a los asesores y público presente en general. Gracias por permitirnos venir a contar un poco qué estamos haciendo y pensando para el futuro desde la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos.

Como muy bien se ha dicho, la agencia fue creada por ley a fines de 2014 y reglamentada a principios de 2015.

En realidad estamos trabajando en varias líneas al mismo tiempo. Por un lado, estamos trabajando en el aspecto interno, algo que aquí se ha mencionado y creo que también forma parte del proyecto de ley que está presentando la diputada Arenas. Se trata de fortalecer o crear la descentralización administrativa real de ANLAP -como dice la ley- y la autarquía financiera.

En ese sentido, estamos trabajando junto al Ministerio de Modernización en la conformación de la estructura de ANLAP. Ya tenemos muy avanzados los expedientes y el trabajo.

Por otro lado, estamos trabajando junto al Ministerio de Hacienda en la creación del sistema administrativo financiero, que es la herramienta fundamental para poder tener la autarquía financiera y empezar a convenir y ejecutar el presupuesto. Desde dicho ministerio nos piden que cumplamos ciertos pasos, no solamente a nosotros sino a todos los organismos descentralizados, que en este momento seremos alrededor de veinte. Nos están capacitando y estamos cumpliendo los pasos necesarios para que a principio de junio contemos con el servicio administrativo financiero.

Quizás en este ámbito eso parezca algo menor, pero realmente es central porque se trata de la posibilidad de comenzar a ser un organismo autárquico. Creo que el proyecto de ley de la diputada Arenas apunta en este mismo sentido. Es un tema que desde el inicio de nuestra gestión estamos trabajando.

Un segundo aspecto que me parece central, y que no es tanto de corto plazo sino de mediano y largo plazo, tiene que ver con definir cuál es la visión estratégica que va a tener el país en cuanto a la producción pública de medicamentos e insumos médicos. Nos parece central discutir esto. Hemos estado recorriendo varias provincias, hablando con diferentes actores y especialistas, y observamos que, si bien hay una visión similar en cada uno de ellos, no es unívoca. Entonces, es importante que definamos en un plan estratégico cuáles van a ser, al menos para los próximos cinco años, las perspectivas de crecimiento, de producción, de innovación y de inversión en términos de producción pública de medicamentos.

Aclaro que esta definición no la queremos hacer solos desde la ANLAP, sino participativamente. Nos motiva trabajar junto con el Comité Consultivo y con el Comité Ejecutivo creados por ley, que son las bases para comenzar a diseñar este plan estratégico. Pero queremos ser aún más amplios e incluir, por ejemplo, a esta comisión, a los diputados, a expertos -más allá de que no integren los comités que acabo de mencionar-, y a todas aquellas personas que tengan un determinado grado de conocimiento en el tema y quieran hacer su aporte.

Esto quiere decir que estamos diseñando la metodología. A partir del mes que viene vamos a convocar a los consejos Consultivo y Ejecutivo. Con este último venimos trabajando con varios de sus integrantes. Ellos están renovando las autoridades que los representan en la ANLAP. Vamos a diseñar esta metodología para tener un plan estratégico a partir de 2018. Nuestra intención es que este plan sea por los próximos cinco años, lo cual le daría mucha previsibilidad a la producción pública, a los productores, los laboratorios públicos, al poder político -que podría saber con qué contar-, etcétera. También ayudaría a resolver la visión estratégica sobre los medicamentos huérfanos y las distintas problemáticas que hoy nos acucian. Es central, entonces, elaborar este plan estratégico para el mediano y largo plazo.

Un tercer aspecto sobre el que estamos trabajando tiene que ver con el sistema de información. Actualmente no contamos con información detallada de los laboratorios. Es muy difícil obtener información sobre qué y cuánto están produciendo, sobre cuáles son los costos, etcétera. Existe una gran variedad de laboratorios. Algunos hablan de que hay cuarenta laboratorios; otros, de una cantidad menor. En realidad, muy pocos laboratorios están habilitados por la ANMAT. Hay algunos que tienen una producción muy discontinuada y carecen de líneas permanentes de producción.

Por estas razones, se hace muy difícil recolectar información. El sistema de información que estamos diseñando no sólo le va a servir a cada laboratorio público sino que también nos va a servir a nosotros para obtener información, por ejemplo, de qué materias primas necesitan, de cuáles son sus costos, etcétera. Según lo que nos cuentan muchos laboratorios, uno de los principales costos es la materia prima. Hoy se está comprando en forma descentralizada, tal vez a una droguería vecina o conocida, a un precio mayor del que podríamos lograr si hiciéramos una compra centralizada, tal como la ley por otra parte ordena.

Cada vez que este tipo de información es requerida -ya sea por nosotros, o bien, por algún otro comprador o el propio ministerio- hay que llamar a cada laboratorio para saber cuál de ellos está capacitado para producir tal o cual cosa. Al tener un sistema centralizado de información se agilizaría la cartera de servicios para proponérsela a los financiadores y compradores de medicamentos, lo cual redundaría en un beneficio muy importante para la red de laboratorios.

Así que también estamos trabajando muy fuertemente en este tablero de mando, en este sistema de información y en su diseño. Esperamos tenerlo en marcha antes de fin de año y en funcionamiento paralelamente al plan estratégico que definamos entre todos.

Una cuarta línea que estamos trabajando es incrementar la participación de los productos de los laboratorios públicos en el financiamiento, en este caso en particular, del Ministerio de Salud. Ahí hemos hecho varias gestiones. La semana pasada hemos tenido una reunión con las autoridades del CUS Medicamentos y los laboratorios públicos -que hoy la mayoría están sentados acá-, en donde se acordó en lo inmediato la adquisición por parte del CUS Medicamentos de una serie de seis o siete medicamentos que actualmente estarían faltando. La idea es comenzar a firmar actas-compromiso y, obviamente, convenios a mediano y largo plazo.

O sea, no solamente sería una ventaja para estos seis medicamentos que se adquirirían a través de convenios interministeriales, sino también para los laboratorios, que no deberían presentarse a licitaciones con la incertidumbre que eso implica, por los plazos, ni preparar las máquinas para la producción, etcétera. En cambio, habría una previsibilidad de que tal laboratorio podría proveer en los próximos dos o tres años tal o cual medicamento.

Esto genera una gran ventaja para laboratorios públicos, desde los costos, por los volúmenes que tendrían que producir, y desde la previsibilidad para la compra con anticipación de la materia prima. Estos acuerdos permitirían no licitarse por ser acuerdos interministeriales y provocaría un incremento de los medicamentos producidos por estos laboratorios que adquiere el Ministerio de Salud.

Por supuesto, esto también estará condicionado por la capacidad productiva de cada laboratorio, lo que entonces como ANLAP nos obliga a asistirlos técnica y financieramente para que realmente puedan cumplir con lo que se comprometen.

También, esto nos lleva al otro aspecto: la idea de que muchas veces no se podría cumplir con todos los requerimientos del CUS Medicamentos porque no hay suficiente capacidad instalada, de laboratorios habilitados por la ANMAT ni de medicamentos que tienen aprobado su primer lote, etcétera. Si nosotros tenemos previsibilidad de cuáles son los medicamentos que podríamos venderle al CUS Medicamentos, trabajaríamos específicamente sobre esto. Incluso, para el laboratorio sería un ingreso extra muy fuerte, que también -creo yo- le serviría para subsidiar el resto de su producción pública, que está destinada más a su nivel local.

Por otra parte, además de trabajar con el CUS Medicamentos, lo hicimos muy fuertemente con el laboratorio Prozome de Río Negro. A raíz del trabajo realmente encomiable que han hecho, están a punto de entregar los primeros lotes de medicamentos para el tratamiento de la tuberculosis, destinados al Programa Nacional de Control de la Tuberculosis.

Entonces, esta es otra de nuestras líneas estratégicas. En primer lugar, por un mandato legal los laboratorios públicos deben intentar suplir: los medicamentos que están en falta, los medicamentos huérfanos y los medicamentos que el mercado no produce en cantidad o directamente deja de producir.

Creo que esta es una experiencia muy interesante con el Prozome, con quien también hemos participado colaborando y asistiendo técnicamente. La próxima semana ya estarán entregando los medicamentos al Programa Nacional de Control de la Tuberculosis. Luego, ellos contarán todo ese proceso. Queremos replicar esta idea con varios medicamentos; es la misma modalidad que expresé con el CUS Medicamentos: a través de convenios interministeriales o interestatales.

El quinto punto, que también empezamos a desarrollar, tiene que ver con lo que comentaron acá: la reciente ley para el uso medicinal del cannabis nos tiene a nosotros como actores para su producción y, a su vez, en alguna medida, para financiar la investigación. En este sentido, nos hemos reunido ya con algunos investigadores que nos han presentado algunos proyectos de investigación. La idea es ordenar todas las voluntades -como decía el diputado Franco-, ver las capacidades de los laboratorios, quién puede producir esto y quién no, quién está dispuesto a hacerlo y quién no. Hemos tenido excelente recepción y los laboratorios públicos tienen capacidad para hacerlo.

No obstante, debemos ordenarnos para que no todos hagamos lo mismo y queden cosas sin hacer. Por ello, estamos programando comenzar dentro de quince días y, desde ya, a través de la Presidencia de la comisión vamos a invitar a los diputados, que han tenido una participación fundamental en todo esto, para que contribuyan al ordenamiento respecto de la producción e investigación y escuchar así todas las sugerencias. La idea es trabajar en forma asociativa entre todos los laboratorios y no en forma competitiva. Creemos que muchos laboratorios, especialistas y gente de la comunidad ya han trabajado en este tema y quizás tengan más experiencia los particulares incluso que el INTA respecto de cómo se siembra o cómo se produce el aceite. El objetivo es ser amplios y definir una estrategia paralelamente a la reglamentación -que estará a cargo del Ministerio de Salud- sobre producción de cannabis e investigación.

Un sexto tema sobre el que venimos trabajando consiste en visitar todas las provincias para conocer todos los laboratorios in situ y ver cuál es la voluntad política de los gobernantes, que es tan importante a este respecto, más allá del deseo del laboratorio en sí. Queremos conocer la opinión de los ministros y de los gobernadores para ver qué importancia le están dando a este tema. En ese sentido, nos hemos encontrado ya con excelentes perspectivas, con gobernadores y ministros que quieren invertir en producción y comprar a los laboratorios, así como también con proyectos de inversión muy fuertes, en varias provincias y como Red de Laboratorios, que si logramos desarrollar el año que viene, constituirán un impacto muy importante.

El equipo está viajando bastante, conociendo y recolectando muchos proyectos de investigación, inversión o mejoras que, siempre y cuando tengan una lógica, son los que vamos a financiar este año. Muchos de ellos consisten en proyectos para poner a los laboratorios en condiciones de aprobación por parte de la ANMAT, otros son proyectos de investigación para producir alguna patente -cosa que nos interesa mucho-, otros son de inversión en laboratorios nuevos o de compra de equipamiento para, por ejemplo, poder duplicar la producción de algún producto. Este es el tipo de proyectos que este año nos interesa financiar, hasta tanto tengamos el plan estratégico financiado. En este sentido, celebro el proyecto de ley porque el plan estratégico tiene que estar acorde al financiamiento que podamos obtener. Podemos soñar y volar, pero luego hay que financiar.

Entonces, a corto plazo, estamos trabajando en el diagnóstico in situ y en el financiamiento de proyectos muy concretos que de acá a fin de año logren mejorías e impactos en los laboratorios pensando en un futuro. Esta sería la idea en la que estamos trabajando ahora.

En séptimo lugar, con estas líneas que estamos desarrollando ahora estamos asistiendo técnicamente a muchos laboratorios, fundamentalmente a aquellos con dificultades administrativas con la ANMAT. Nosotros estamos haciendo una especie de gestorías con ANMAT, con quienes estamos trabajando codo a codo con una sintonía muy grande. Nos está dando muchísimo respaldo y eso nos lleva, por ejemplo, a poder habilitar un primer lote de medicamentos o alguna planta de laboratorios que le faltaba alguna cuestión burocrática o de inversión.

Además, estamos asistiendo técnicamente en nuevos proyectos para que no se lancen a invertir sin saber si ANMAT lo va a aprobar o no, sin saber si se va a poder ubicar el producto en el mercado. Nosotros decimos que tal vez lo más fácil sea crear un laboratorio, cortar la cinta, pero la verdad que lo más difícil es pensar qué hacemos con el producto, con el medicamento, cómo se comercializa. Nosotros queremos dar de entrada toda esa asistencia técnica, o bien si ustedes necesitan alguna ayuda, que nos lo manifiesten y nosotros podamos asistirlos.

A futuro, como les decía, la idea nuestra se centra mucho en el plan estratégico. Creemos que de ahí van a salir los lineamientos generales y específicos que nos darán mandato para trabajar, tratando de que sea lo más participativo posible.

Obviamente, nosotros vamos a llevar algunas ideas a ese plan estratégico, como lo es conformar la Red de Laboratorios. Nosotros creemos que lo que debe lograr ANLAP es un trabajo asociativo, no competitivo. O sea, colaborativo entre los laboratorios, conformando una red.

Desde ya que cada provincia es soberana y decidirá cuál es su producción para su territorio, pero nosotros intentaremos que esta red pueda asistir y trascender cada provincia, asistir a la Nación y, en muchos casos, exportar. Hay muchos productos que hoy nos faltan, tanto a nosotros como a otros países. Además, con muchos productos podemos ser competitivos para países de la región.

Entonces, si nosotros como Red de Laboratorios Públicos logramos cubrir las necesidades nuestras y las de países hermanos o de la región, sería muy importante.

La creación de la Red de Laboratorios en sí es un objetivo estratégico. Parece fácil decirlo, pero a veces no es tan fácil hacerlo porque obviamente hay intereses, aunque en general estamos notando una red de colaboración muy importante entre todos los laboratorios y gobiernos.

El otro tema que también consideramos estratégico a mediano plazo es que la mayor cantidad de laboratorios tengan la habilitación de ANMAT. Porque podemos soñar mucho o intentar proveer de medicamentos, pero si no tenemos lo básico, que es la capacidad instalada y la habilitación de los medicamentos, no vamos a lograr trascender ni conformar esta red que decimos.

Entonces, vamos a asistir técnica y financieramente a los laboratorios. En primer lugar, a aquellos que estén cercanos a lograr la habilitación del ANMAT. A muchos de ellos a veces les faltan trámites burocráticos, alguna inversión o equipamientos. Ellos son los primeros que debemos asistir para duplicar, al menos, la cantidad de laboratorios que tienen la aprobación de ANMAT, que hoy son pocos. Este es un objetivo a mediano plazo.

Una tercera cuestión estratégica -que está en la ley- tiene que ver con fomentar y financiar la investigación aplicada, o sea, la idea de investigar. En este sentido, nos interesa mucho asociar universidades con laboratorios. A nosotros nos interesaría un modelo, no excluyente, de una universidad que investigue y desarrolle junto a un laboratorio que asociadamente produzca. Esta es una idea que vamos a proponer para el plan estratégico, es decir, buscar asociaciones de este tipo.

Obviamente, hoy existen universidades que producen y laboratorios que investigan. No vamos a desechar eso ni mucho menos. Hay que tratar de diferenciar bien las funciones: producir tiene una matriz de negocios específica, y la investigación tiene otra. Pero la idea es que estas dos funciones estén asociadas para que la investigación pueda ser aplicada y termine en patentes nuevas -lo que sería un desafío- o en el desarrollo de medicamentos. Esto es lo que ocurrió a partir de la exitosa asociación que se ha dado entre el Prozome y la Universidad de La Plata. La universidad ha hecho el desarrollo de estos medicamentos y el Prozome la producción.

Otro tema fundamental que nos marca la ley es la posibilidad de la compra centralizada. Nosotros hemos comprobado que a veces el costo de producción de un medicamento público es más alto que el valor de salida de un medicamento privado. Nos pasó que en una provincia el Ministerio quería comprarle al laboratorio público pero le salía más barato comprarle al privado en una licitación. Charlando con mucha gente nos dimos cuenta de que los costos son altos -luego investigaremos- en lo relativo a la materia prima, y esto que les decía sobre las compras en pequeña escala, fraccionadas, a proveedores conocidos, etcétera. Lo cierto es que si nosotros procurásemos comprar la materia prima centralizadamente y le bajáramos los costos a los laboratorios, estaríamos facilitando la solución de este problema.

Otro gran desafío a futuro sería trabajar en un centro de bioequivalencias público, así como también uno de los grandes proyectos que tenemos es producir sustancias de referencia en las universidades.

No quiero extenderme más, hay muchísimos proyectos interesantes. Estas son las grandes líneas que hemos trazado al día de hoy. Seguramente cuando desarrollemos el plan estratégico y convoquemos nuevamente a todos ustedes tendremos algunas definiciones más. Pero creo al menos he tocado los temas más importantes.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD A continuación van a hacer uso de la palabra los titulares de laboratorios. Vamos a empezar con los titulares del laboratorio LIF de Santa Fe, Guillermo Cleti, Jorge Stettler y Diego Bruno.

SR. CLETI Buenas tardes, y gracias por la invitación.

Mi nombre es Guillermo Cleti, y a mi lado están Jorge Stettler y Diego Bruno. Los tres somos directores del Laboratorio Industrial Farmacéutico Sociedad del Estado de la provincia de Santa Fe.

Siempre agradecemos este tipo de invitaciones porque nos permiten narrar cuál es nuestro pasado, nuestro presente y nuestro firmamento. Trabajamos en una provincia donde la producción pública está en estado natural, ya que cuenta con más de setenta años de historia. Puntualmente, el laboratorio que represento tiene su origen en 1947. Además, la provincia cuenta con un laboratorio público perteneciente al municipio de la ciudad de Rosario, que es el LEM, y próximamente tendrá otro laboratorio que será habilitado por la ANMAT -organismo que recientemente hizo una inspección- y pertenece a la planta piloto de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR. O sea que somos una provincia que va a contar con tres unidades productoras, además de su rica historia en producción de medicamentos.

El hito fundamental de esta rica historia de producción pública, y particularmente del LIF, es el año 2008, cuando a través de un fuerte impulso del gobierno provincial logramos la habilitación de la ANMAT, transformándonos en uno de los primeros laboratorios públicos que proveía medicamentos a la Nación y, al mismo tiempo, llevaba sus productos más allá de nuestras fronteras.

Eso fue un hito, y está emparentado con lo que dijo la diputada Berta Arenas en relación con la calidad de los medicamentos. Hoy ya no se habla de la falta de calidad ni se pone en duda la calidad de los medicamentos públicos. Esto es gracias a que a partir de 2008 empezamos a entregar al Programa Remediar lotes de producción a través de licitaciones públicas de medicamentos que pasan por un control mucho mayor al de cualquier farmacia privada. Ese control lo realiza la ANMAT. Nuestros medicamentos salen del control de calidad habitual que tiene cualquier elaborador, sea público o privado, pero tienen un control superior, que es el de la ANMAT.

Desde el año 2008 nos hemos transformado en proveedores de distintos de sistemas públicos. El laboratorio tiene como fundamento y filosofía producir para sistemas públicos de salud. No van a encontrar medicamentos del LIF en una farmacia privada.

Dentro de la provincia de Santa Fe tan solo, suministramos un insumo fundamental para la atención pública primaria, que es el anticonceptivo que se entrega a la afiliada de la obra social provincial, el IAPOS. Ese es el único medicamento que van a encontrar en una farmacia privada de la provincia de Santa Fe. Por lo tanto, nuestro firmamento es el sistema público de salud. Lo hemos hecho con Nación y hasta con ocho o nueve provincias distribuidas en todo el país.

En este sentido, desde el año 2008, estamos por alcanzar los casi 120 millones de comprimidos entregados a Nación para distintos programas. Mayormente fueron destinados al ex programa Remediar, hoy CUS Medicamentos, con una batería de nueve rubros, que van desde medicamentos para atención primaria hasta Metadona y Morfina para cuidados paliativos, que particularmente se centraliza en un proyecto del Instituto Nacional del Cáncer que comenzó aproximadamente en 2014. Concluimos la provisión de Metadona y Morfina para cuidados paliativos en octubre de 2016 y ahora estamos en permanente contacto con los coordinadores generales de cuidados paliativos del INC para continuar esta entrega. En principio, esto se entregó en nueve efectores de todo el país, que tenían desarrollados cuidados paliativos. Finalmente, en 2016 terminamos entregando a nueve provincias más, sumados los tres sitios que eran: provincia de Buenos Aires, provincia de Santa Fe y Capital Federal.

Hoy, tenemos en carpeta una licitación pública realizada en 2016 por el gobierno nacional para la provisión de Metformina 500, un medicamento para el tratamiento de la diabetes. Son más de 10 millones de comprimidos. Ya cumplimos la primera entrega y continuamos con el aprovisionamiento.

Por otra parte, tenemos dos expedientes en curso y nos han confirmado su pronta salida para poder planificar nuestra producción. Estos incluyen 7 millones de comprimidos de Metformina y 6.200.000 de Paracetamol.

A su vez, como dijo el presidente Sánchez de León, recientemente en la reunión que intermedió la ANLAP entre los laboratorios públicos y el CUS Medicamentos, se propuso la producción de aproximadamente 11.100.000 comprimidos del antibiótico Cefalexina 500. Esta es una propuesta que estamos trabajando junto con la ANLAP y el CUS Medicamentos como proyecto para proveer en el mediano plazo.

Con respecto al cannabis, tenemos una ley provincial y una reglamentación, que acaba de dictarse en estos días. Estamos trabajando con Conicet Santa Fe, con la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Puntualmente, desde lo técnico, hemos comprado los patrones primarios para avanzar en el desarrollo y en estos momentos están trabajando sobre las técnicas analíticas para la detección de los cannabinoides.

En este sentido, nos contactamos con la ANMAT para ver cómo podríamos acceder legalmente a materia prima. Todos conocen el manejo del cannabis. Estamos esperando, ya que la ANLAP nos ha informado la próxima convocatoria a una mesa de cannabis donde se dará curso a esta temática.

Para lo cual, nosotros hemos hasta indagado a través de nuestro ministro de Salud, Miguel González, quien está abocado a este tema, la posibilidad de conectarnos con Uruguay, país donde está formalizado y legalizado el cultivo, etcétera. Tenemos proyectos avanzados en esto y estamos ansiosos de presentarlos en esta mesa de cannabis cuando seamos convocados.

En lo que respecta a proyectos de inversión, a fines de 2017 el laboratorio estaría finalizando una obra sustentada con fondos del Fonarsec. Se trata de un proyecto que arrancó en el año 2013 para el desarrollo de un área de investigación y desarrollo -valga la redundancia- para la producción de cuatro medicamentos tuberculostáticos de primera línea de atención. Esta área implica 700 metros cuadrados, con su equipamiento y maquinaria. El gobierno provincial duplicó la apuesta de lo que debía invertir en la misma, que era de un 40 por ciento contra un 60 por ciento, a un 60 por ciento contra un 40 por ciento a favor de la provincia. Cuando logremos la habilitación de la ANMAT, esta área de investigación y desarrollo no solo podrá utilizarse como tal, sino también como área productiva para poder aumentar nuestra capacidad de producción.

En la actualidad nuestro laboratorio produce, en números redondos, unos 100 millones de unidades para el sistema público de Santa Fe, quedando un remanente de entre 30 y 40 millones que podemos destinar a otros sistemas públicos. Con esta nueva área del Fonarsec, los números podrán hasta duplicarse en la oferta, teniendo en cuenta los turnos de trabajo, el personal y el período que se abarque.

Cabe señalar que este es un año muy fuerte de inversión en el LIF. En este sentido, el Estado provincial ha apostado a fortalecer aún más determinadas áreas que no teníamos desarrolladas, como el caso del área administrativa. En 2008 teníamos 70 personas y hoy somos 117 miembros los que integramos el laboratorio. Hemos ido creciendo en control de calidad y en áreas productivas, pero, como siempre, las áreas administrativas son las que más quedan relegadas. Tenemos esta área en desarrollo, así como la modificación del depósito y la localización de la droguería industrial farmacéutica, que es un emprendimiento nuevo generado por el gobierno provincial. En este sentido, la sociedad del Estado a la que pertenece el LIF se ha transformado en el comprador central de medicamentos, actividad que llevaba a cabo el Ministerio de Salud a través de su área de compras. El gobierno provincial decidió que por su experiencia en lo que es costos y producción, el LIF podía dar una mano administrativa al Ministerio de Salud -actuando en conjunto- para la compra de medicamentos. En este sentido, estamos localizando la droguería que nos habilita a la compra.

Nuestro anhelo y proyecto de inversión desde hace mucho tiempo consiste en una planta nueva. El laboratorio cuenta ahora con once hectáreas sobre la autopista Rosario - Santa Fe, a la altura de Sauce Viejo. Tenemos un viejo anhelo -que actualizamos permanentemente- respecto del que habíamos conseguido una línea de financiación y que presentamos a nivel nacional en el año 2014. En 2015 tuvo diferentes instancias de aprobación, pero no logramos que se concrete, si bien la aprobación fue superada. Dejo este proyecto a disposición porque es muy interesante y tal vez pueda surgir desde la comisión algún canal de inversión. Esto implicaría que si hoy el LIF produce 130 millones de medicamentos, con esta planta pasaría a producir 400 millones.

Quisiera darles un ejemplo. Con estas áreas nuevas, que son 3.100 metros cuadrados que se agregarían, podrían producirse más de la mitad de los anticonceptivos que se compran a nivel nacional, porque tenemos un área pensada para la producción de medicamentos crónicos -como tenemos en la planta actual- y otra área destinada a hormonales. Les dejamos estos proyectos para que los analicen y podamos seguir conversando.

Quisiera hacer un comentario final para no restar tiempo a mis compañeros. En relación con lo que mencionó el doctor Sánchez de León -con quienes también vamos a trabajar-, tenemos que ver con qué nos comparamos cuando hablamos de costos. Esta es una vieja lucha que peleamos quienes producimos. Nosotros hemos presentado en la Academia un trabajo sobre costos en la producción pública, realizado a través de la beca Carrillo Oñativia a la que accedió el laboratorio allá por 2012 o 2013.

También tenemos a disposición lo que es costo. Si nos comparamos contra el manual de medicamentos, muchas veces hay precios que son ficticios o bajos. Hay una batería que va de uno a cien, por poner un ejemplo, y esos medicamentos no se consiguen en el mercado. Entonces, hay que ver con qué nos comparamos.

También hay otra cuestión que muchos de los que estamos en la producción pública aquí -somos varios que nos conocemos- nos preguntamos: ¿alguna vez podremos conocer los costos de los laboratorios privados? Esta es mi consulta.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tiene la palabra el doctor Pascual Fidelio, director ejecutivo del Laboratorio Hemoderivados de Córdoba. Luego tiene la palabra la ex directora ejecutiva, Catalina Massa. Les pedimos brevedad así podemos intervenir y realizar un intercambio de preguntas y respuestas.

SR. FIDELIO Gracias, señora presidenta. A mí con una horita nomás me alcanza... (Risas.)

Bienvenidos a todos y gracias por invitarnos. Como dijo la presidenta, me acompaña la magister Catalina Massa, quien fue la directora del laboratorio de Hemoderivados durante casi nueve años y hoy es asesora de la Dirección Ejecutiva. Estamos muy complacidos de estar acá.

En honor a la brevedad, vamos a decir que el laboratorio va a cumplir 54 años de vida el 21 de mayo, día que nosotros tomamos como fundacional porque fue cuando el presidente Illia firmó el decreto de transferencia de fondos a la Universidad Nacional de Córdoba para la creación del Laboratorio de Hemoderivados, bajo dependencia de la Universidad.

Nuestro laboratorio tiene algunas características muy especiales: es una organización sin fines de lucro, es 100 por ciento autofinanciado, es decir, no recibe subsidio alguno por parte del Estado ni de sueldos. O sea, todo lo que gastamos, lo tenemos que ganar. En tal sentido, el laboratorio es un modelo de gestión eficiente y transparente para poder lograr la autosuficiencia económica y financiera.

Además, cumple un importante rol por su compromiso social dado que destina algunos de sus productos a la donación para estudios clínicos y para personas que carecen de obra social o de una economía que pueda soportar el alto costo de algunos medicamentos.

Nuestros medicamentos, fundamentalmente los hemoderivados, son considerados medicamentos estratégicos.

Hay otro modelo que me gustaría resaltar, que es el modelo que tenemos de intercambio de plasma por hemoderivados. El Laboratorio de la Universidad Nacional de Córdoba recibe todo el plasma de las provincias argentinas y CABA y a cambio de eso recibe medicamentos o insumos, lo cual abarata los costos de sus bancos de sangre o los costos de los ministerios de Salud que reciben ese medicamento.

Además, recibimos plasma de Uruguay, Chile, Paraguay y también de Ecuador. Con esto nosotros tratamos de lograr la autosuficiencia regional en estos medicamentos estratégicos, tal como lo considera la OMS.

Tenemos también otra línea de producción, que es la de medicamentos de genéricos de pequeño volumen. Nacida allá al calor de la crisis de 2002, justamente surge porque los Estados no podían solventar los altos costos que la industria privada les imponía por medicamentos inyectables genéricos tan sencillos, como por ejemplo agua destilada, ranitidina, metoclopramida, etcétera. El Estado no lo podía pagar y el laboratorio, cumpliendo con el compromiso con el cual fue fundado, generó una planta de medicamentos inyectables.

También tenemos una planta procesadora de tejidos humanos. Nosotros recibimos hueso humano de origen cadavérico con el cual hacemos hueso en polvo para uso traumatológico y odontológico. Esto no es muy conocido, pero no es menos importante porque hasta la aparición de esta planta, muchos de esos productos directamente se contrabandeaba o se compraban al extranjero y entraban por un mercado negro.

Estas serían las tres grandes líneas del laboratorio. Durante la gestión de Catalina Massa, cuando ella era directora Ejecutiva y yo director de Marketing, lideró un importante -diría ambicioso- plan de equipamiento tecnológico y de ampliación y generación de nuevas plantas. En esa época se crearon 5.000 metros cuadrados de nueva planta.

Por lo tanto, hoy tenemos una planta nueva de genéricos inyectables que podrían llegar a producir entre 15 y 20 millones de ampollas por año y una planta nueva de formulaciones para inmunoglobulina y albúmina. Asimismo, Catalina dirige dos proyectos FONARSEC -junto a la Facultad de Ciencias Químicas- para nuevos productos, entre ellos, factores recombinantes y algunas inmunoglobulinas específicas. Para nosotros es un placer trabajar en forma conjunta con la Universidad, tal como lo venimos haciendo desde hace muchos años. También tenemos dentro del laboratorio un área dedicada a la investigación y desarrollo.

Por otra parte, nosotros siempre hemos sido -y lo seguimos siendo- proveedores del Remediar o CUS. Hemos entregado más de 1.700.000 ampollas de dexametasona. Durante las reuniones a las que hizo referencia el presidente de la ANLAP hemos combinado algunas entregas, por lo que estamos complacidos con esta idea de pensar a mediano y largo plazo para entregar el ciento por ciento del requerimiento del Ministerio de Salud de la Nación.

Además, trabajamos una línea, todavía pequeña pero importante, de medicamentos huérfanos. En este sentido, estamos elaborando el edetato de calcio para el Instituto Biológico de La Plata -cuyos representantes están aquí presentes- para la provincia de Buenos Aires. Se trata de un medicamento que nadie quiere hacer justamente por lo que todos ya sabemos qué significa un medicamento huérfano.

También estamos trabajando y dando algunos pasos en la producción de hematina, así como en la producción de carpules anestésicos para uso odontológico.

A los laboratorios públicos lo que no nos sobran son proyectos. Si ustedes comienzan a escarbar, van a salir proyectos. La genética de los laboratorios públicos productores de medicamentos es trabajar en función de las necesidades de la sociedad y no en función del lucro. Nosotros hacemos política de medicamentos; no hacemos política con medicamentos.

Cedo la palabra a mi compañera para que continúe con nuestra exposición.

SRA. MASSA En primer lugar, quiero agradecer por esta invitación.

Solamente voy a agregar dos o tres cositas a lo que me mencionó Pascual y, en primer término, me gustaría resaltar el rol del laboratorio a nivel regional, a nivel país y a nivel mundial. El laboratorio se ha convertido hoy en una referencia regional y nos han llamado para presentar nuestro laboratorio y nuestro modelo de trabajo a nivel internacional. He estado personalmente presentándolo en distintas instancias, tanto en Estados Unidos como en Europa, y realmente tenemos un modelo que asombra.

Siempre voy a brindar un gran reconocimiento al doctor Illia, que fue quien destinó los fondos reservados para la construcción de esta planta, con una gran visión respecto de lo que deben ser las políticas de Estado. Creo que los laboratorios públicos deben cumplir en la sociedad un rol directamente relacionado con satisfacer aquellas necesidades de nuestra población que no pueden satisfacerse de otra manera. Por eso todo lo que se invierte en estos laboratorios es poco para lo que se puede brindar; es una obligación hacerlo desde el Estado y así lo tomé durante los nueve años en los que fui directora del laboratorio.

Quisiera mencionar dos o tres cosas más. Nuestra competencia es internacional; no tenemos competencia nacional y en la República Argentina nuestros productos se venden al menos al 50 por ciento del precio de mercado. O sea, el Estado puede y puede bien, siempre que se haga de manera transparente y responsable. Por eso, yo creo que el laboratorio es un ejemplo de lo que puede hacerse desde el Estado, cuando uno está convencido de las políticas que debe realizar una entidad pública como es el laboratorio.

Siguiendo al doctor Sánchez de León, también somos un ejemplo del trabajo conjunto entre universidad y laboratorio. Pascual Fidelio mencionó dos proyectos innovadores que se están realizando con subsidios del Fonarsec. Uno está dirigido a obtener una proteína por vía recombinante, un factor de coagulación, que tiene un solo productor mundial. Cuando el laboratorio pueda producirlo, realmente van a reducirse los precios.

Asimismo, como mencionó Pascual, hay un solo productor mundial de hematina para el tratamiento de la porfiria y es carísima. Cada vez que nosotros conseguíamos un producto para tomarlo como similar, teníamos que entregarlo a un enfermo que no podía conseguirlo de otra manera. Con lo cual, poder realizar el desarrollo incluso ha sido toda una lucha.

Desde hace muchos años, el laboratorio mantiene un crecimiento sostenido. Esto no se debe solamente a las grandes inversiones realizadas -que mencionó Pascual-, con plantas nuevas y equipamiento de última generación, sino a que incluso ha aumentado significativamente el personal.

Es un centro de capacitación. Las prácticas de bioquímica y de farmacia de la universidad se realizan en el laboratorio, porque también desde el sector público tenemos que capacitar. Tenemos la obligación de que las futuras generaciones aprendan y nos superen en lo que nosotros hemos podido hacer.

Por otra parte, cuando se me invitó a esta reunión de comisión, lo primero que respondí es que ya no era más directora, pero me dijeron que les interesaba que viniera. Entonces, pensé en tratar aquí cuál es el rol de la producción pública.

El rol de la producción pública es sumamente importante en el país actual y no debe competir -como me parece que se dijo en algún momento- con los laboratorios privados. Es otro rol y otra función. Se debe trabajar en conjunto y debemos poner todo lo que tenemos para que estos laboratorios que hoy están trabajando puedan desarrollarse y puedan cubrir necesidades que desde otros laboratorios no se van a satisfacer.

Considero que el laboratorio es un ejemplo y debe tomárselo así. Tiene cincuenta años, que no han sido fáciles porque hubo distintas voluntades y distintos intereses sobre el laboratorio y se lo ha sabido defender a lo largo de los tiempos. Entonces, me parece que muestra cuál es el rol que deben tener los laboratorios públicos. Muchas gracias.

SR. CLETI Nosotros tenemos un antecedente en el LIF con una sustancia prohibida para lo que es producción de comprimidos, que es la efedrina. El laboratorio produce efedrina en comprimidos -que está prohibido por ley- desde el año 2010, con la autorización expresa de la ANMAT. Esto lo vinimos haciendo durante cuatro años seguidos para un paciente de Formosa que tiene miastenia grave.

Nombro este caso porque olvidé hacerlo anteriormente y coincide con una sustancia prohibida, no de las mismas características que el estupefaciente, pero como modalidad de trabajo ya tenemos implementado algo con sustancias prohibidas.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Es un buen ejemplo y creo que esta reunión tiene que servir también para empezar a articularnos todos. Saludo la iniciativa de la ANLAP de realizar una mesa sobre cannabis para que participen todos los actores involucrados. Desde el INTA ya se comunicaron y todos estamos esperando que se reglamente la ley para empezar a actuar.

Creo que debemos tener una mirada amplia para lograr el objetivo que estamos persiguiendo que es que la población pueda acceder al aceite a través de los laboratorios públicos. Para ello todo lo que haya que articular y el mayor intercambio de información y experiencias va a ser muy positivo. No hay que restringirlo a un programa de investigación del Ministerio de Salud porque la investigación ya está; lo que falta ahora es elaborar el aceite. En todo el mundo hay evidencia científica y más aún empírica. Sabemos que los laboratorios no pueden producir sin contar con la evidencia científica; no estamos hablando de un fármaco, sino de un fitofármaco que presenta una experiencia bastante diferente.

SRA. MASSA Creo que acá hay tres etapas: el cultivo, la obtención del aceite y la obtención de un fitofármaco que cumpla una serie de especificaciones y requisitos. No debemos olvidarnos de esto último; entre la obtención del aceite y la obtención de un producto que tenga especificaciones de calidad, que sea reproducible, que sea estandarizado, que uno pueda dar garantía de algún resultado, también va a pasar un tiempo. Me parece que ese es otro objetivo al que tenemos que aspirar. Es decir, no solo obtener un aceite -porque el aceite puede tener una gran variedad en sus características de calidad-, sino un producto que le dé las mismas garantías a todos los ciudadanos que lo utilicen al cumplir con las mismas especificaciones, cualquiera sea el lugar y las condiciones en que se produzca.

Entonces, me parece que hay tres etapas. No solamente la de la obtención del aceite, sino después alcanzar esa estandarización del producto.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Luego tendrán la palabra los investigadores de la Universidad de La Plata que han venido específicamente por ese tema, pero ahora le damos la palabra al director del Instituto Biológico de La Plata.

Después harán uso de la palabra la farmacéutica Marne Livigni, del laboratorio Prozome, de Río Negro, y Noemí Raffo, de Talleres Protegidos de la Ciudad de Buenos Aires. Les pido brevedad.

Tiene la palabra el señor Fagnani.

SR. FAGNANI Buenas tardes. Soy el doctor Duilio Fagnani, director provincial del Instituto Biológico de la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires.

Nuestro organismo depende de la Subsecretaría de Gestión de Control del Conocimiento, que depende directamente del Ministerio de Salud de la provincia.

Como su nombre lo indica, el Instituto Biológico es el principal productor de productos biológicos del país. Producimos distintos tipos de vacunas tales como la BCG, la llamada BCG oncológica, la doble adultos, la PTD y distintos sueros para uso medicinal, como los sueros antibotrópicos, anti "viuda negra", antibotulínicos. En este momento, somos los únicos productores de este tipo de sueros.

Quiero comentarles que si bien nosotros producimos para la provincia, que tiene aproximadamente 17 millones de habitantes, también hemos llegado -por distintas cuestiones-, como a fin del año pasado, a que nuestro suero antibotulínico sea requerido en Chile, donde se trató a un niño. A raíz de eso hemos tenido diferentes necesidades que nos han solicitado algunos países, como Brasil, que nos pidió suero antidiftérico. Esta es una parte de la producción de biológicos.

También tenemos producción de medicamentos sólidos con planta aprobada por ANMAT. Aproximadamente estamos en 40 millones de comprimidos anuales y cubrimos los programas que tiene la provincia, como por ejemplo el Programa de Diabetes, PRODIABA. La totalidad del programa la produce el Instituto Biológico -me refiero a la metformina y glibenclamida-, así como los medicamentos de las principales patologías crónicas y cardiovasculares, y también antibióticos con una planta satélite en la ciudad de Bahía Blanca.

Hemos estado reunidos también con los distintos laboratorios y es nuestra intención, junto a la gente de producción, poder estar junto con ANLAP en la necesidad que tiene el programa CUS Medicamentos para poder cubrir algunos medicamentos que hoy están en falta. Nosotros hemos respondido el año pasado con la producción de pirazinamida para la provincia de Buenos Aires y en ningún momento se interrumpió el tratamiento de los pacientes ante la falta que hubo.

En este momento, el Instituto está en un programa de reorganización. Estamos trabajando desde la provincia para poder lograr una independización para transformarnos, como el resto de los laboratorios, en una sociedad del Estado y poder responder en tiempo y forma a las necesidades de la provincia y, como en esta nueva etapa, también de la Nación.

Estamos también con el proyecto de la finalización de la planta del Fonarsec, con dos subproyectos. Uno es para la producción de la vacuna contra la rabia por otro método, el acelular, y también para el proyecto de tuberculostáticos, como tiene el LIF de Santa Fe.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Sabemos que ustedes tienen mucho vínculo con la Universidad de La Plata, ¿es así?

SR. FAGNANI Sí. Estamos trabajando permanentemente con ellos. Justamente, el desarrollo de la pirazinamida fue hecho con la universidad, lo que nos permitió responder a las necesidades de la provincia en el corto plazo.



SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tiene la palabra la titular del laboratorio Prozome de Río Negro, la señora Marne Livigni.

SRA. LIVIGNI Buenas tardes. Agradezco la invitación. Mi nombre es Marne Livigni. Soy farmacéutica y dirijo el laboratorio público de Río Negro.

Me acompaña el doctor Murúa, que es secretario de Políticas Públicas del Ministerio de Salud de la provincia de Río Negro.

Nuestro laboratorio es de los más jóvenes, por decirlo de alguna manera, porque tiene veinticinco años. Fue creado en 1992 a partir de una muy buena idea de un médico del hospital Zatti de Viedma. Luego de gestionar lugares y maquinaria se pudo obtener un sector -que es donde actualmente funciona el Prozome- donde se pudo abastecer a los pacientes del hospital. De a poco se fue abasteciendo a toda la provincia de Río Negro, que es lo que hacemos actualmente.

El gran impulso de producción que tuvo el Prozome ocurrió en 2001 con la crisis económica. En esa época el laboratorio comenzó a producir antibióticos. Luego, con la disposición de la ANMAT de solicitar plantas segregadas para la elaboración de esos medicamentos, el Prozome tuvo que retirarse por un tiempo. Se comenzó a construir una planta nueva, pero lamentablemente, por cuestiones que no se comprenden, la planta quedó trunca y a medio construir. De este modo, el Prozome cuenta con dos plantas, una de aproximadamente 1.200 metros cuadrados y la otra, que está a medio construir, de unos 1.500 metros cuadrados.

En la planta que está en funcionamiento hacemos distintas formas farmacéuticas como sólidos, comprimidos, comprimidos recubiertos, sales para rehidratación oral, líquidos -por ejemplo, sulfato ferroso en gotas para las embarazadas y los niños-, parecetamol en gotas. También hacemos semielaborados, cremas antisépticas, etcétera. Todos estos medicamentos son genéricos y están orientados a la atención primaria de la salud.

El Prozome depende del Ministerio de Salud de la provincia de Río Negro, por lo cual nosotros hasta ahora nos hemos visto envueltos en una forma engorrosa de adquirir los insumos. Tenemos que generar un expediente para que dé vueltas por el circuito legal y formal. Por ejemplo, si pedimos materia prima para la elaboración de metformina -o bien, de glibenclamida, ya que cubrimos medicamentos para enfermedades crónicas-, se genera el expediente y el trámite administrativo para que, con suerte, la droga llegue a los seis meses. Así se nos hace muy difícil planificar. Además, la forma de comprar no es del todo buena, porque en la licitación se presentan sólo dos oferentes. Entonces, no hay manera de elegir la mejor materia prima para que luego se traduzca en un producto de calidad.

Después de tres o cuatro años de lucha con el doctor Murúa, que me ha seguido en este gran desafío, el año pasado pudimos transformar al laboratorio Prozome en sociedad del Estado. Estamos en pleno proceso de cambio. Somos apenas veinticinco personas, la mitad profesionales, cosa que es muy buena ya que habla muy bien de nosotros. Pero somos pocos para poder tener una estructura de costos, legal, de recursos humanos, un depósito, es decir, todo lo que hace a un laboratorio.

Así y todo, llegamos a hacer 25 millones de unidades anuales. Esa cantidad cubre un gran porcentaje de la atención primaria de la salud en Río Negro. Téngase en cuenta que la población de Río Negro es de 800.000 habitantes, quizás un poquito más.

La planta sobre la que les contaba está a medio construir. Tenemos un anteproyecto pre-visado por la ANMAT. La idea es poder habilitarla en 2018. Dependiendo de la cantidad de recursos humanos y máquinas que se compren, esto quizás podría duplicar o triplicar la producción actual.

En este momento, estamos en el período de habilitación del laboratorio del Prozome por la ANMAT. En junio nos van a visitar inspectores de este organismo. Con lo cual, eso trae aparejado que posteriormente podamos certificar los productos.

También, en un predio contiguo a estos que les relataba, estamos llevando adelante un proyecto del Fonarsec para terminar la planta, que ya está 70 por ciento en ejecución. El fin es crear una planta farmoquímica para síntesis orgánica del Nifurtimox, que es una droga huérfana para combatir la enfermedad de Chagas. Ese es el hito a cumplir en este año. Después veremos cuál le seguirá. Ya tenemos todas las máquinas compradas, los insumos, los precursores, el lugar destinado y el plano pre-aprobado.

Además, cabe destacar que debido a que el laboratorio tenía una disposición antigua que no respetaba las normas de calidad, el Ministerio hizo una inversión muy grande en equipamiento, arreglar las máquinas existentes, colocar piso sanitario, la adecuación del aire tratado, porque son todas condiciones operativas diarias que uno debe respetar al estar dentro de la planta, más allá de la materia prima. Entonces, el Ministerio de Salud montó todo lo que implica el control de calidad íntegro. Con lo cual, todo lo que tercerizábamos hasta el año pasado se va a hacer en nuestras instalaciones; de hecho, ya comenzamos a analizar varios productos en Prozome.

Por último, quería acotar la gran ayuda que tuvimos con el proyecto de los medicamentos contra la tuberculosis. En el momento cero en que nos fue pedido ante una crisis nacional por falta de este medicamento, nos comunicamos con la Universidad Nacional de La Plata, con el doctor Arturo Hoya y el equipo de la Unidad de Producción de Medicamentos (UPM), quienes son excelentes personas y profesionales. Estamos firmando un convenio para trabajar en conjunto. Se desarrollaron ocho productos. Trabajamos sin parar hasta la fecha y actualmente se encuentran en producción, para poder entregar la totalidad la segunda semana de mayo. Como ustedes saben, esta producción va a salir con una autorización por falta de los medicamentos en el mercado.

Prozome quería contar que estuvimos ante una falta de los medicamentos para la sociedad. O sea, la gente con esta enfermedad crónica no tenía los medicamentos y nosotros priorizamos eso. Nos propusieron este desafío y nosotros quisimos estar ahí porque nos parece que es una obligación, como decía la doctora, poder estar al pie del cañón ante una orfandad o una falta.

Gracias por invitarnos.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tiene la palabra el doctor Daniel Gollán.

SR. GOLLÁN Gracias, señora presidenta.

En esta reunión uno siente como un déjà vu, porque está presente mucha gente con la que hemos trabajado y peleado durante muchos años. Eso no deja de emocionarnos. Aún en cada nueva realidad, seguimos aportando lo que cada uno puede.

Ya ha sido dicho todo, y la doctora Raffo nos ha hecho emocionar con su sinceridad. Éramos un puñado de locos soñadores con ella, con Fidelio, con Catalina, entre otros, cuando todavía no se veía la necesidad de abordar estas cuestiones. Está la historia de EMESTA, de Illia, con el Homoderivados de Córdoba, y de muchos laboratorios de provincias. Hoy no está presente Laboratorios Puntanos, pero sí está Berta Arenas, con quien también trabajamos mucho.

A pesar de que parecía que esto no iba salir nunca, finalmente salió. Primero fue una ley, que tal vez por un poquito de picardía salió sin financiamiento, con lo cual tuvimos que ir por algo superador después, que fue la ANLAP. No tenemos que tener ninguna vergüenza ni prurito en decir que lo que justifica que hagamos producción pública de medicamentos es que éstos son más baratos y favorecen el acceso. No hay ningún secreto en eso. Por más que los costos de los laboratorios privados, como dice el compañero de LIF Guillermo Cleti, sean más misteriosos que el misterio de la Santísima Trinidad, yo les puedo asegurar que los nuestros son más baratos. El LIF tiene un muy buen estudio realizado, que si mal no recuerdo arroja el resultado de 22,7 por ciento de los mejores precios de oferta del mercado.

Además, se rompe otro mito que tiene que ver con el tema de la calidad, como también dijo Guillermo. Fueron años y años de producción pública, con miles de millones de comprimidos realizados, y no hubo una sola denuncia de farmacovigilancia. Si bien esto ya es historia, es una conquista ganada, hay muchos que siguen repitiendo los mismos versos de siempre. En general lo hacen con lo público y con los genéricos también.

Quiero recalcar que esto es una política pública. Cuando peleamos la ley, me acuerdo que algunos diputados nos preguntaban qué interés teníamos nosotros. Después de escuchar a los representantes de la ANLAP, si realmente esto se va a conseguir y se podrá mantener con toda la fuerza para lo que fue creado, es un motivo de celebración. Desde ya, humildemente estamos a disposición para todo lo que podamos aportar. Hace más de quince años que trabajamos este tema, desde la crisis de 2001, 2002, así que modestamente algo aprendimos y estamos a disposición para ponerlo a consideración.

Creo que la principal sapiencia la tienen quienes hace décadas empezaron esta tarea cuando -como decía la doctora recién- los laboratorios privados ni siquiera querían vendernos, no había precio y tuvimos que salir a bancar el darle determinada medicación a alguna gente porque no había siquiera precio. Teníamos los patacones en la provincia; todos sabemos cómo estaba la cosa.

Quiero recalcar que esto no es solamente producción, sino también investigación y desarrollo. Por eso, en su momento, cuando en esa red informal -porque no tenía formalidad y celebro que pueda formalizarse algún día- discutíamos racionalizar, no comprar ni hacer todos lo mismo, ampliar volúmenes de producción -y esto podía hacerse con la red-, también decíamos que era importante empezar a imbricar con el sector científico tecnológico.

Entonces, ahí surgieron un montón de proyectos del Fonarsec -ustedes los han nombrado- y la integración del: CIECS Conicet con el Laboratorio de Hemoderivados en Córdoba; el LIF-LEM de Rosario con la planta piloto, que recién mencionaba, de la Facultad de Farmacia y Bioquímica; la UPM con el Instituto Biológico provincial, pero que también ahora veo que le dieron todo el apoyo a Prozome; Laboratorios Puntanos con la universidad, que le hacía su excelente control de calidad; todos los proyectos de la ANLIS y el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas "Dr. Julio. I. Maiztegui", que tuvimos la primera vacuna viral, la Candid #1; los desarrollos de vacunas en Tucumán; las vacunas que son bebibles, pero que también están trabajando con una serie de proyectos para hacer vacunas inyectables.

A su vez, cada uno de los laboratorios empezó a definir líneas estratégicas de especialización en conjunto con esas universidades y así algunos dijeron vamos a encarar oncológicos; otros dijeron vamos a encarar hormonales, y se fue dando toda esa definición.

Asimismo, los sueros, con los proyectos del LEM de Rosario de hacer una nueva planta; el LIF en Santa Fe de medicamentos generales; pero el LEM de Rosario, de hacer una nueva planta y otra en La Rioja, que ya tenían los créditos de los Fondos del Bicentenario en tramitación, como se dijo. También, hay que seguir con eso fuerte, porque, por ejemplo, en el tema de los sueros de gran volumen Santa Fe tiene una experiencia maravillosa y, si se puede trasladar a nivel país, el objetivo es lograr 2 millones y medio de sueros, que es la mitad de lo que se necesita a nivel público, y de los 12 millones de sueros que se usan en el país es el 20 por ciento. Con eso, no solamente logramos llegar al hospital público sino que regulamos mercado. La experiencia de Hemoderivados Córdoba es extraordinaria.

Acá todos conocemos el mercado farmacéutico y lo difícil que es su regulación. La mejor regulación es que el Estado tenga poder de producción, investigación y desarrollo y es lo que le da la posibilidad de negociar. Nadie quiere que desaparezca la industria farmacéutica, pero tampoco queremos que nos maten con los precios. Esa ha sido la disputa histórica. Entonces, un método efectivo es cuando el empresario sabe que si se zarpa mucho con los precios de los medicamentos, el Estado puede producirlos, y eso es lo que más o menos los disciplina en una rentabilidad lógica.

Estoy muy de acuerdo con el tema de desarrollar el asunto de los medicamentos de alto costo. En realidad, de alto precio; no son de alto costo. Hoy es el principal elemento desfinanciador de los sistemas de salud en el mundo, no solamente en la Argentina; y es un tema muy importante. Así que, si me permiten, habría que trabajar muchísimo en esto.

Me alegra muchísimo que el Prozome haya podido cambiar su sistema de gestión, porque realmente uno de los problemas centrales que encontrábamos al establecer esto eran las tardanzas en los tiempos de los laboratorios cuando se depende de los procedimientos administrativos comunes del Estado. El procedimiento debe ser claro e implicar rapidez, porque el laboratorio no puede esperar meses y meses a que se le autorice una compra. Todos ustedes saben que esto implica un mecanismo casi de relojería.

En cuanto al financiamiento, me parece maravilloso el proyecto de la señora diputada Berta Arenas y la felicito si se puede lograr porque ello implicaría un financiamiento extraordinario para continuar sustentando que esto es una política de Estado. Todos tenemos buenas intenciones, pero sin plata las cosas no se pueden hacer.

Espero y hago votos para que pueda darse este financiamiento, se promulgue la ley y se lleve a cabo todo este programa de gobierno del que se ha hablado respecto de la producción pública de medicamentos. Cuenten con nuestro equipo si es que hace falta. Aunque tal vez no tengamos mucho aportar, nos ponemos a disposición porque esta es una política de Estado cuyo único objetivo es que la gente tenga acceso a medicamentos de calidad, seguros, eficaces y baratos.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tiene la palabra el doctor Escudero.

SR. ESCUDERO Señora presidenta: por lo que estamos escuchando pareciera que hubiera dos ideas diferentes, con profunda lógica interna cada una de ellas. Una es la idea de la lógica del mercado y la otra es la idea de la lógica de los Estados-nación. ¿Qué son los Estados-nación? El primero fue fruto de la gran revolución burguesa, la revolución francesa, cuando se crea el primer Estado-nación que suponía tener un himno, una bandera y una constitución y donde una comunidad humana se junta a nivel nacional por una serie de razones históricas, religiosas, coyunturales y emocionales para seguir evolucionando.

La lógica de los Estados-nación sostiene que estos siguen existiendo. En consecuencia, hay cosas que el Estado-nación no debe abdicar, como por ejemplo, la defensa nacional -dentro de ello la fabricación de medicamentos- y la investigación científica autónoma que maneja el Estado-nación para seguir los proyectos del Estado.

Quisiera contarles una breve anécdota, que sucedió en Gran Bretaña, primer país que llevó a cabo la revolución industrial y del cual salió la famosa frase de que de la suma de los egoísmos individuales surge el bien común. Ergo, no solamente el mercado, sino por arriba de él, el egoísmo. Cuando en 1939 empezó la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña importaba la mitad de sus calorías alimentarias y como era una isla tenía que hacerlo por mar. Alemania derrota a Francia, el litoral atlántico queda en manos alemanas, los submarinos alemanes empezaron a hundir barcos, los aviones alemanes bombardeaban puertos y la movilización militar de los varones británicos trabajadores del campo quitó mano de obra al campo. Un país que tenía que importar la mitad de las calorías se las veía muy serias porque todo parecía peor.

Gran Bretaña hace dos cosas: primero, planifica a rajatabla su agricultura. Ya no se cultivaba por razones de mercado, sino por razones de necesidad de asegurar la soberanía alimentaria a la población británica. Por ejemplo, se sacrificaron las vacas que no fueran lecheras, porque una vaca por unidad de terreno produce menos calorías que un cultivo, y las lecheras producen los aminoácidos indispensables y eso hay que combinarlo.

Cuando se conocieron los números se vio que Gran Bretaña después de esto había bajado la mortalidad infantil y había aumentado el peso al nacer de los chicos, a través del racionamiento. Gran parte del alimento se daba no por razones de venta en el mercado, sino por derecho de persona racionada que recibía alimentos muy subsidiados. Este es un ejemplo de cómo el mercado fue vencido en una circunstancia de guerra por la lógica de la sobrevivencia y de la soberanía alimentaria de esos países.

En este momento tenemos que pensar que los países nunca tienen la salud que desean sino la que pueden alcanzar en función de ciertas limitaciones. Si uno piensa, ¿cuál es el objetivo de los sistemas sanitarios? Que la gente viva lo más posible y se muera lo más tarde posible.

Recuerdo que en la última reunión de esta comisión propuse dos estudios de comparaciones internacionales. Por un lado, Canadá versus Estados Unidos y, por otro lado, Argentina versus Cuba. Ahora quiero proponer una comparación entre Cuba y los Estados Unidos en términos de la salud colectiva que se consigue en relación con el gasto.

Cuba gasta, por habitante, por año, un quinceavo de lo que gasta Estados Unidos, es decir, no es un 15 por ciento menos sino 1 sobre 15. En principio, se podría pensar que la salud norteamericana tiene que ser mucho mejor que la cubana, pero es al revés. Cuba tiene más alta esperanza de vida que los Estados Unidos, tiene más baja mortalidad infantil que los Estados Unidos y la mortalidad en La Habana es apreciablemente menor que en el Estado de Florida.

Es preciso pensar que por razones que hacen a la macrológica de supervivencia del Estado-nación, en este momento, el Estado-nación está siendo acosado por acuerdos supranacionales. El Tratado del Transpacífico murió y el certificado de defunción lo firmó el presidente Trump, ironía del destino.

En general, existe una lista de espera de una serie de tratados cuyas previsiones con respecto a la salud y los medicamentos van en contra de la lógica del Estado-nación y de la baja longevidad. Es interesante que nos enteramos de esto: los grupos técnicos que trabajan sobre los tratados supranacionales son secretos y los Parlamentos nacionales quedan con la posibilidad de aceptar o rechazar lo que se les pone en la mesa.

Por lo tanto, nos estamos enterando de lo que pasa en los borradores de tratados gracias a esa institución benemérita, que es WikiLeaks, y otras filtraciones por el estilo.

Me sorprende -y no soy un experto en medicamentos- cómo los requisitos de patentes son cada vez más abarcativos, prolongados y privadores de autonomía a los Estado-nación. Creemos que si eso se sigue generalizando, no solamente los Estados-nación se debilitarán sino también la visión de la lógica de los ciudadanos de esos Estados-nación, que no es la lógica del mercado.

En este sentido, podría haber citado, sobre esto que de la suma de los egoísmos surge el bien común, que es un planteo básico del liberalismo y una actualización de esa visión son los libros de Ayn Rand, que es una escritora que hay que leer.

Nos encontramos en esta situación y tenemos que pensar cuál es la lógica. Por ello, si la lógica señala que se puede gastar menos dinero, que la calidad es mejor y que la gente va a vivir más, francamente si es la lógica del homo sapiens, esa es la lógica que pienso que debemos seguir.

Me impactó que una persona de alta figuración pública en la Argentina defendiera las virtudes del imprevisto, pues señaló que es un gran mérito tener una vida con esta característica. Mi reflexión en este sentido es que esa persona, que tiene un nivel económico muy alto y le gusta el imprevisto, haga buceo en apnea, haga eslalon con esquíes, que trepe en vertical paredes de alpinismo, etcétera.

En este momento, la incertidumbre que afecta a la población argentina se relaciona con la pobreza y el desempleo. Existe incertidumbre de todo tipo como, por ejemplo, de saber si se podrán comprar calorías, proteínas y aminoácidos para los chicos en los próximos días. Esa es la incertidumbre. Tenemos que dar certezas a la gente para que viva lo más posible.

Como último comentario quiero mencionar que me da la impresión de que hay un argumento político muy importante para que la fabricación pública de medicamentos sea débil. Un producto de fabricación pública de medicamentos vendido en farmacias a un comprador, que resulte mucho más barato que el producto comercial, puede despertar ideas peligrosas en ciertos ambientes. La visión de que esto es un mal ejemplo sobrevuela la discusión acerca del mercado versus fabricación pública.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tiene la palabra el doctor Rubén Sajem.

SR. SAJEM Señora presidenta: agradezco la posibilidad que nos brinda de poder escuchar la opinión de las entidades farmacéuticas.

En su momento esta ley ha sido suficientemente debatida y ha tenido el amplio apoyo de los legisladores, tanto en la Cámara de Diputados como en forma unánime en el Senado. Quisiera llamar la atención sobre algunas de las amplias posibilidades que brinda esta ley, que todavía se están demorando.

En particular, quiero hacer referencia a la articulación de los 39 laboratorios públicos que se encuentran presentes en quince provincias, entre ellas la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Me refiero a la compra conjunta y a la posibilidad de implementar alianzas estratégicas para las necesidades de cada región y organizar un control de calidad único de todos los laboratorios. Por otro lado, quisiera hacer referencia a la posibilidad de innovación y desarrollo de nuevos fármacos. La investigación científica en nuestro país está dada por entidades del Estado. Estamos hablando de poder articular la investigación pública con la producción pública.

Yendo a algunos aspectos de la ley tenemos que recalcar que el 90 por ciento del sistema científico nacional, o sea, el que produce las innovaciones en fármacoterapéutica, pertenece a universidades públicas o dependencias del Conicet y de los ministerios de Salud. Ellos son los que garantizan la innovación en medicamentos.

Muchas veces no se da la posibilidad a los laboratorios públicos de continuar con las innovaciones y se recurre a la industria privada. Entonces, el Estado termina realizando una investigación de riesgo y la industria privada de medicamentos maximiza las ganancias y posiciona sus productos y marcas, lo cual no es el objetivo que perseguimos los farmacéuticos ni ningún profesional de la salud, porque se trata de estrategias de marketing que escapan a lo que consideramos debe ser la atención de la salud pública.

Como decisión estratégica se debe recalcar una política de medicamentos que desarrolle el conjunto de conocimientos científicos y técnicos desde la investigación hasta la elaboración y dispensación de medicamentos. Eso se conoce con el nombre de know how, cuestión que ya existe en nuestro país y que estamos escuchando en estas disertaciones.

Debo hacer hincapié en los principios activos, incluso de producción farmacoquímica. Hoy los laboratorios privados han abandonado la síntesis de medicamentos y son en su totalidad previamente importados.

Si seguimos la ley, tenemos la posibilidad de una producción pública en cuanto a disponer del precio testigo de los medicamentos, o sea, la estructura de costos en la práctica de la producción de medicamentos. Esto tiene que ver con la producción de medicamentos denominados de alto costo que ponen en riesgo la salud pública. A veces no son medicamentos de alto costo sino de costo elevado para la gente, por esta política que venimos mencionando basada en maximizar las ganancias en detrimento de lo que debe ser solventar la investigación pública y, por consiguiente, a la gente le llegan medicamentos caros. También esto se da en medicamentos esenciales, que son los que más están protegidos por esta ley ya que tienen que llegar a toda la población.

Desde nuestro colegio hemos hecho un seguimiento de precios desde el último año y medio. Hay medicamentos que no se producen y quedan a precios bajos. Hay otros productos que están a precios muy altos si comparamos el Kairos de hoy con el de hace un año y medio. Hay marcas de ibuprofeno que aumentaron en un 110 por ciento. Hablamos, reitero, de hace aproximadamente un año y medio. Hay jarabes pediátricos que han aumentado el 180 por ciento, y productos para tratamientos crónicos, como el atenolol, que han aumentado un 70 por ciento. Estamos hablando de medicamentos como el ibuprofeno, que es del año 1969, y del atenolol, que es de 1976 y ya tiene cuarenta años en el mercado. Por lo tanto, el aumento no se puede justificar por el lado de las innovaciones terapéuticas.

Otra cosa que quiero mencionar es el problema que tuvimos el año pasado con los repelentes, porque la ley no tiene que ver sólo con medicamentos sino también con productos para la salud. Los repelentes aumentaron un 150 por ciento en plena epidemia de dengue. Nuestro colegio fue invitado muy gentilmente a participar de la discusión de un proyecto propuesto por el diputado Binner para considerar de interés público la producción y la evaluación del precio de estos productos. Para dar un ejemplo, había lugares como Misiones donde el producto era prácticamente inhallable, siendo que es fácil de producir. Fue así que se intentó una articulación público-privada con un solo laboratorio, que finalmente no llegó a abastecer al mercado.

Para terminar, acá se ha dicho también que hay proyectos a largo plazo. Está muy bien, pero también tenemos que tener en cuenta el corto plazo. Hay 15 millones de personas que no tienen cobertura de medicamentos y están fuera del sistema de obras sociales y prepagas. Según un estudio de abril de este año del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina, el 37 por ciento de las personas mayores de sesenta años está en un problema de riesgo económico.

Nuestro colegio depende de la Red Nacional de Farmacias, que nuclea a las farmacias argentinas, que también son parte del sistema público en tanto que son consideradas un servicio público. Si bien son establecimientos comerciales, están altamente regulados por el Estado con el fin de brindar una atención universal y con accesibilidad a toda la población, que por supuesto ofrecemos para que esté en relación con la producción pública de medicamentos.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD A continuación vamos a darle la palabra a Bruno Blanch, quien se desempeña como profesor titular de Química Medicinal en la Universidad Nacional de La Plata. Además, es cofundador y director del Magíster en Plantas Medicinales.

SR. BLANCH Buenas tardes, y gracias por haberme invitado a participar de esta reunión.

Entre los objetivos que tiene la Universidad Nacional de La Plata están la docencia, la investigación y la extensión. Dentro del proyecto de extensión, que es de lo que primero voy a hablar, nació un proyecto de conjunto con la Unidad de Producción de Medicamentos, que inicialmente estaba orientada a la preparación de sustancias de referencias y de sustancias relacionadas. Como ustedes saben, en la mayoría de los casos son importadas y están entre los 100 y los 600 dólares. El objetivo del proyecto era aportar a la Red Nacional de Laboratorios Públicos estándares de calidad, apuntando a patrones que cumplieran con todos los requisitos.

Se sabe también que hay convenios entre la ANMAT y Brasil sobre farmacopea, motivo por cual nos han visitado. Ese proyecto evolucionó.

En este momento tenemos cuatro sustancias de referencia aprobadas por nuestro laboratorio de control de calidad y por el laboratorio de control de calidad de San Luis, donde la farmacéutica Aragón hizo el control de calidad y tenemos productos que tienen las características que pueden ser considerados patrones primarios.

Eso es desde la experiencia que nosotros teníamos en la parte de extensión. Tengo que hacer mención a que no podemos producir ni trabajar más porque, por ejemplo, en los proyectos de extensión del año pasado la cifra que se nos asignó fue de ocho mil pesos para un cargo de ayudante alumno con ocho horas de trabajo. Lo demás fue trabajo adicional que aportamos los que estamos en investigación.

Por otro lado, la línea gruesa del laboratorio en el tema de investigación es la epilepsia, particularmente la refractaria. Nosotros trabajamos en la parte de diseño molecular, síntesis y evaluaciones biológicas, de las cuales tenemos modelos celulares y animales.

Particularmente, hemos desarrollado un modelo de farmocorresistencia, el ratón, que tiene la particularidad de que cuando queremos evaluar una droga, en vez de trabajar con ratas -que es lo que normalmente se hace porque si hablamos del peso de una rata estamos hablando de 230 gramos-, tenemos que dar la cantidad de droga para obtener un dato. Nosotros lo llevamos al ratón y por la misma cantidad de droga, sabiendo que los ratones pesan 20 o 23 gramos, tenemos 10 puntos. Esto es para aportar solución al tema.

Lógicamente, como ya lo venimos tratando desde el 2003, nos interesó el tema del cannabis. Es decir, queríamos desarrollarlo.

Como he expresado en otras oportunidades en la Cámara de Diputados, gracias a la literatura -porque aún no podemos trabajar con cannabis en forma directa- sabemos que hay 750 componentes del cannabis. Sin embargo, acá me toca escuchar que los estándares son cuatro o cinco.

Entonces, creo que debería existir la obligación de que nosotros preparemos sustancias de referencia respecto al cannabis -tengo experiencia en la parte de productos naturales- y, por otro lado, creo que debemos tratar de aportar combinaciones -porque algunos de los componentes son muchos más activos que el cannabidiol, por ejemplo- a evaluaciones farmacológicas con equipos de salud, con la presentación del ANMAT.

Lo que estoy diciendo es que tenemos recursos y capacitación para dar una solución. Ya que no necesitamos una planta muy grande, de alguna manera tenemos que poder preparar sustancias de referencia o sustancias relacionadas que permitan hacer un control de calidad, no solamente de todos los medicamentos sino también del cannabis en particular.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tiene la palabra el profesor Arturo Hoya, también de la Universidad de La Plata.

SR. HOYA Muchas gracias por la invitación, señora presidenta.

Soy el director técnico de la Red de Producción de Medicamentos de la Facultad de Ciencias Exactas de La Plata -la UPM-, que hoy ha sido nombrada.

La UPM pertenece a un proyecto de extensión que fundó la Universidad de La Plata, que ya había adoptado un compromiso muy importante con el tema de los medicamentos y conocen bien el trabajo que han hecho durante 15 años.

Ahora estamos en una etapa diferente. Nosotros creemos que esta unidad ya no puede ser de producción porque está insertada dentro de una universidad, salvo honrosas excepciones, como es el caso de Hemoderivados.

La producción en la universidad requiere una logística muy complicada, con presupuestos muy grandes y eso hace que sea muy difícil llevar adelante una producción, más aún cuando nosotros tenemos a las plantas productoras que sí lo pueden hacer con los recursos operativos que tienen.

Es así que hace aproximadamente cuatro años nos dimos cuenta de que la UPM debería ser, en todo caso, una unidad de desarrollo de investigación y medicamentos.

Desde entonces dimos un vuelco y ya no producimos más. Todas nuestras instalaciones, equipamientos, tecnología y recursos se abocan a hacer investigación, desarrollo y transferencia de productos a plantas de producción de medicamentos estatales. Es así como, desde la UPM, ya en 2014 y 2015 comenzamos a contactarnos con diferentes plantas de producción, a través del Programa Nacional de Producción de Medicamentos, que coordinaba el doctor Zarzur, y de la ANLAP con el doctor Sánchez de León. En este momento estamos viabilizando la cuestión. La UPM viene trabajando con LIF de Santa Fe, ha trabajado y sigue trabajando con el biológico, y por supuesto con Prozome.

La idea que concebimos como unidad de desarrollo es tratar de ser un centro de referencia que nos permita resolver problemas de desarrollo analítico y galénico, de transferencias y control de la producción.

Todos sabemos que la calidad es lo más importante pero tengo temores relacionados con que puede haber alguna especie de ataque o de problemas que surjan de errores en la producción, en la subcalidad o de versiones dudosas de que los medicamentos que se hacen en el Estado son defectuosos.

Creo que así como es sumamente importante definir políticas de Estado y cuestiones de gestión, también es esencial el aspecto técnico. Si las productoras del Estado no comienzan a desarrollar cualidades superiores a las que tienen, es decir, si no mejoran las instalaciones, los equipamientos y los procesos, la cosa puede ser peligrosa. No sé si soy claro en este aspecto.

Considero que -y esto lo hemos hablado en la ANLAP- necesitamos articular, entre universidades y plantas de producción, planes de capacitación, desarrollo e investigación que nos afiancen todavía más de lo que estamos, porque la calidad es buena -no tengo dudas al respecto- pero hay que mejorarla. Es decir no solamente serlo sino también parecerlo. En la UPM estamos procurando dar apoyo a las plantas en este aspecto.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tiene la palabra el doctor Carlos Naón, profesor y doctor en Física, además de decano desde 2014 de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata.

SR. NAÓN Señora presidenta: soy físico y, por lo tanto, no estoy en el tema específico, pero vine muy bien acompañado por expertos. Sencillamente, siendo el decano de la Facultad, no quería perder la oportunidad para agradecer esta invitación, no solamente en mi nombre sino también del señor presidente de la universidad, el licenciado Raúl Perdomo.

Consideramos que esta actividad es muy valiosa e importante, porque para nuestra institución es fundamental y tal vez es una de las principales preocupaciones, no solamente centrarnos en la investigación de los temas básicos sino en la posibilidad de transferir a la sociedad todo lo que tiene que ver con la salud. Es muy importante para nosotros estar aquí y lo agradecemos nuevamente.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Agradecemos la presencia de todos.

Para finalizar quiero decir que visitamos Hemoderivados de Córdoba y nos gustaría realizar otras visitas a distintos laboratorios para que los diputados integrantes de esta comisión los conozcan, porque necesitamos que la sociedad sepa que existen laboratorios de producción pública en nuestro país. Consideramos que eso ayudará a que haya una exigencia y una demanda de parte de la sociedad para que el Poder Ejecutivo disponga de los recursos necesarios a fin de que puedan llevar adelante esta labor con todos los elementos y las herramientas.

Cuando visité Hemoderivados pude apreciar una capacidad instalada muy desarrollada, mucha profesionalidad y un recurso humano calificado y comprometido, con la camiseta puesta en lo público. Esto es muy importante. En un país que tiene esta tradición y existe la producción pública hay mucho para mejorar.

Vemos que, de parte de la Agencia, hay un plan para llevar adelante y esperamos que el mismo pueda llevarse a cabo para que la producción pública se fortalezca y, de esa manera, garantizar el acceso a toda la población de los medicamentos. Desde ya esperamos prontamente estar produciendo el aceite de cannabis de manera de llevarle tranquilidad a la población que hoy consume y lleva adelante este tratamiento para mejorarle su calidad de vida.

Tiene la palabra la señora diputada Rossi.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tiene la palabra el señor diputado Goicoechea.

SR. GOICOECHEA Señora presidenta: agradezco la presencia de cada uno de los invitados. Quiero destacar los grandes nombres que se han mencionado como Ramón Carrillo, Oñativia e Illia. Somos la Argentina de Milstein, la de Houssay y la de Leloir. Los tiempos seguramente han cambiado. Debemos encontrar en estos tiempos modernos la forma de compatibilizar lo público con lo privado. He nacido a posteriori de la sanción de la Ley Oñativia. En estos tiempos contamos con laboratorios de lujo. Pero también es cierto que en esta reunión los medicamentos que más se mencionaron son los tuberculostáticos. Aclaro que no es un orgullo fabricarlos porque en definitiva representan medicamentos para un sector de la población asociado a la pobreza, a la desnutrición, en un país exportador de proteínas.

Aquí uno de los invitados decía que Inglaterra importaba calorías. Nosotros exportamos proteínas. Debemos hacer una especie de mea culpa para saber qué fue lo que pasó en el medio, o sea, entre Ramón Carrillo, Oñativia y este presente donde tenemos a los tuberculostáticos para la producción nacional de medicamentos. Cada uno debe asumir la responsabilidad. Entre todos debemos definir un esquema sanitario.

Aquí hablamos del estado de bienestar físico, psíquico y social. Los argentinos nos hemos enfermado socialmente en estos últimos veinte, treinta o cuarenta años. Resuenan todavía declaraciones del ex presidente Duhalde, quien afirmó que había formado parte de una generación que no supo dar respuestas.

Por ende, debemos apelar a las nuevas generaciones. Esto ilumina, ilustra, nos hace crear conciencia de que somos un país con grandes científicos. Hay que mejorar las políticas sanitarias con la unión de todos los argentinos. Ojalá que lo puedan lograr y que puedan obtener todo lo que se merecen.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Antes de finalizar, quiero manifestar el compromiso de esta comisión de citar a otros laboratorios y de trabajar conjuntamente con la ANLAP en el plano legislativo.

Damos por concluida la reunión.

- Es la hora 16 y 21.