DECLARAR beneplácito por la distinción "Beca de los Genios" otorgada por la Fundación MacArthur a la antropóloga Mercedes Doretti, fundadora del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), quien ha trabajado en la aplicación de técnicas de la antropología para la investigación de las violaciones de derechos humanos en la última dictadura militar.

Señor presidente:

Mercedes Doretti, fundadora del Equipo Argentino de Antropología Forense, ha recibido la distinción por su labor en investigación con la "Beca para Genios" de la Fundación MacArthur. La misma, que consta de 500.000 dólares, fue anunciada por la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur, que tiene sede en Chicago.

Doretti, de 48 años, trabaja hace 23 años en el esclarecimiento de los crímenes de lesa humanidad producidos durante el último gobierno militar, para el cual aplica las técnicas de la antropología a la investigación. El comienzo de dicha labor que comenzó en 1984 como consecuencia de un pedido de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y las Abuelas de Plaza de Mayo a forenses norteamericanos para identificar a nietos nacidos en cautiverio y restos de desaparecidos.

Su equipo ha trabajado en más de 30 países de América Latina, Asia, Europa, Medio Oriente y Africa. No sólo reúnen pruebas científicas de los restos, sino que ayudan a las familias de las víctimas y presentan sus conclusiones a tribunales, grupos de derechos humanos y comisiones especiales.

Desde que fue creado, en 1984, poco después del regreso de la democracia en la Argentina, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó 300 cuerpos y aportó importante evidencia a los procesos judiciales en contra de los jefes de la dictadura militar de 1976-83. Así mismo se han encontrado muchos restos que nunca fueron identificados, continuando las investigaciones.

Las investigaciones han constado de cuatro etapas observadas por los antropólogos forenses. En primer lugar, reúnen los datos históricos, revisan los archivos de cementerios, diarios de la época, entrevistan a testigos y sobrevivientes, y analizan toda la documentación existente sobre el caso.

El segundo paso es estudiar toda el área de fosas y en ese mismo lugar recolectar información física de las víctimas cuando estaban vivas, como registros odontológicos, diarios, etc.

Luego, se aplican las técnicas de la arqueología tradicional y la criminalística para la recuperación de evidencias, tales como proyectiles, ropa, efectos personales, y todo lo que acompaña los restos en el lugar del enterramiento y la escena del crimen.

Finalmente, llega la etapa de laboratorio, durante la cual se emplean técnicas de antropología biológica, medicina forense y genética.

Al frente del grupo de investigación, que desde aquel entonces trabajó en más de treinta países -entre los que figuran Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala, Haití, México, Honduras, Paraguay, Uruguay, Perú, Venezuela, Etiopía, Angola, Costa de Marfil, Kenia, Namibia, Sierra Leona, El Congo y Sudáfrica-, la tarea de Mercedes Doretti, fue fundamental para reunir evidencia física que respaldara los relatos de los sobrevivientes y sus familiares.

En la actualidad, el equipo está trabajando en Ciudad Juárez, México, en donde, desde el decenio que finalizó en 2003, existen más de 100 mujeres desaparecidas cuyos cuerpos, en muchos casos, fueron arrojados al desierto.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares que acompañen con su voto la aprobación del presente proyecto de declaración.