Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los Organismos competentes, disponga las acciones necesarias para agilizar medidas técnicas y administrativas que permitan la producción y el uso del bioinsecticida (hongo entomopatógeno) descubierto por los investigadores del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de La Plata, que depende el CONICET y la Universidad Nacional de Salta (UNAS), que podría ser utilizado para combatir el mal de Chagas.

Señor presidente:

A casi 100 años del descubrimiento del Mal de Chagas, ésta enfermedad endémica afecta a Latinoamérica de manera silenciosa, en nuestro País, casi a 3.000.000 de argentinos, sobre todo en las provincias del norte. Con mucho esfuerzo distintos actores (autoridades sanitarias, investigadores, científicos) han dedicado horas de investigación a la tarea iniciada por el Dr. Carlos Chagas, de Brasil y el médico argentino Salvador Mazza, para combatir ésta enfermedad, y la mayor tarea está puesta en combatir la vinchuca, el vector que la trasmite.-

En éste marco un estudio realizado en Campo Largo, Acambuco (en el norte provincia de Salta) y en Yacuiba, Bolivia, logró un gran avance para combatir el mal de Chagas. Se descubrió que el hongo entomopatógeno puede eliminar a las vinchucas más resistentes a los insecticidas (químicos). Los resultados se obtuvieron al colocarse trampas de atracción- infección, elaboradas con hongos entomopatógenos y sustancias que sirven de carnada para las vinchucas. "Se observó que, al ingresar, la vinchuca se contaminó, volvió a su nido y se amontonó con otras. Allí transmitió la infección. Se evaluó que, con una sola aplicación, la infección afectó a más del 50 por ciento de los insectos", según explican los investigadores que trabajaron en el proyecto.

Señalan además, que las trampas no generarán gastos elevados ni será necesario desocupar la vivienda al momento de utilizarlas. "Para que la gente pueda disponer del producto falta la autorización del Gobierno Nacional. Luego una empresa tiene que producirlo, lamentablemente la Universidad no puede hacerlo, dado que elaborarlo resultaría muy económico. El hongo se produce en el País, pero también se puede comprar en el exterior".

El proyecto estuvo encabezado por técnicos del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de La Plata, que depende del CONICET, y de la Universidad Nacional de Salta (UNSA), a lo que sumaron el aporte de autoridades de la Provincia de Salta. Los profesionales técnicos, en el estudio realizado, indican que las vinchucas resistentes a los insecticidas abundan en el Sur de Bolivia y de a poco ingresan cada vez más al norte provincial. El bioinsecticida (hongo entomopatógeno) que se estudió en el norte, fue examinado en laboratorios de Córdoba, tras autorizaciones legales que deben otorgarse administrativamente, podrá usarse para prevenir el mal de Chagas. Por las razones expuestas solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de éste proyecto.-