Declarar de interés de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación la investigación presentada en el libro “Crianza con Ternura. Investigación sobre Experiencias Adversas de la Niñez y Fortalezas Familiares durante la Niñez y su relación con Factores de Riesgo de la Salud”, editado por la Universidad Nacional de Avellaneda, UNDAV, en Mayo 2017.

Señor presidente:

La Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), desde el Departamento de Salud y la Carrera de Licenciatura de Enfermería, World Visión - Iniciativa Argentina (WV) y el Hospital Materno Infantil “Ana Goitia” (HEMIAG) dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, trabajaron de manera conjunta para realizar la Investigación sobre Experiencias Adversas de la Niñez (EAN) y Fortalezas Familiares durante la Niñez (FFN) y su relación con Factores de Riesgo de la Salud.

La población del estudio fueron los y las 526 estudiantes de la Carrera de Enfermería de la UNDAV, distribuidos en los tres turnos. La investigación utilizó el método de estudio retrospectivo, descriptivo, de corte transversal, con recolección de datos mediante una encuesta autoadministrada.

Los resultados publicados en el libro “Crianza con Ternura: Investigación sobre Experiencias Adversas de la Niñez y Fortalezas Familiares durante la Niñez y su relación con Factores de Riesgo de la Salud”, son muy impactantes porque revelan que el 64% de los y las estudiantes de enfermería reportan por lo menos una EAN, en todas las categorías demográficas, indicando que la adversidad durante la niñez trasciende las fronteras de género, edad, nacionalidad, estado civil, cargas familiares y nivel educativo de progenitores.

Pero un análisis más minucioso revela que las mujeres no sólo padecen más EAN sino que también han tenido menos FFN en su crianza: Las mujeres reportan hasta el máximo puntaje de EAN mientras que los varones reportan hasta 6. Asimismo las mujeres tuvieron mayores frecuencias en los puntajes más elevados de EAN que los varones. La experiencia de adversidad vivida durante la niñez de las mujeres revela el doble y hasta el triple de carga de violencia comparado con los hombres, confirmando una marcada vulnerabilidad de las niñas con respecto al abuso, negligencia y disfunción familiar.

Cuando es muy alta EAN y muy baja la protección familiar (FFN) los mayores riesgos que ocurren son el de padecer violencia en la crianza (100%) y maltrato en la escuela primaria (82,4%), o sea aún desde la más tierna infancia ya se logran percibir los efectos de la adversidad en la vida de niños y niñas. Se ha confirmado también, el impacto de las EAN sobre los factores de riesgo a la salud, ya que se acompaña con un aumento del estilo de vida de riesgo.

Si bien el 70 % de los/as encuestados/as respondió haber contado con altos puntajes de FFN (entre 6 y 7) y el 92% de la población estudiada reportó haber gozado de algún tipo de protección familiar en su infancia, las Fortalezas Familiares durante la Niñez (FFN) no se distribuyen homogéneamente entre varones y mujeres. Las mujeres han recibido menor FFN en las 7 categorías analizadas, el 69% de las mujeres revela que ha contado con alto FFN mientras que para los varones el guarismo asciende al 81%. Incluso es importante destacar que el 9% de las mujeres revela no haber recibido ninguna FFN y sólo el 2% de los varones responde que no recibieron ninguna FFN.

Otro factor que incide fuertemente para la aparición de EAN es la violencia de género. La violencia de género atraviesa transversalmente todas las edades y ámbitos donde se desenvuelve la vida cotidiana de las mujeres y es lamentablemente una dimensión cultural patriarcal, muy difícil de erradicar y que tiene perversos efectos, porque pone en riesgo la vida y la salud de las mujeres, ya que aumenta las EAN y aminora las FFN. En un cruce de variables de violencia de género con abuso físico se registra una frecuencia del 92%, lo que significa que todas esas mujeres estudiantes de Enfermería en la UNDAV, han padecido muy escasa protección durante su niñez.

Para prevenir las EAN e interrumpir la transmisión intergeneracional de la violencia, es importante promover la Crianza con Ternura como un derecho. La familia es el mismo espacio de vulnerabilidad y a la vez de ternura. La ternura logra proteger el impacto de abuso físico y psicológico en varios factores de riesgo a la salud. Sin embargo, cuando la ternura se vive dentro de una cultura patriarcal, ésta no logra erradicar las EAN y los efectos negativos en la salud de las personas.

Estudio también pone el acento en que las principales enfermedades crónicas, que representan un elevado costo para el Estado y baja calidad de vida para la ciudadanía, revelan la urgente necesidad de transformar el actual modelo médico-biologicista: porque las EAN generan cambios epigenéticos importantes, que enferman el cuerpo y las relaciones, de generación en generación. Así mismo, reveló que también ha fallado el sistema de educación: para un número importante de niños y niñas, la escuela también era un espacio de violencia, tanto por parte de los sus pares como de sus maestros. Ello indica que también necesitan procesos de restauración los educadores y educandos.

A su vez se pusieron en evidencia implicaciones importantes para el sistema de salud: el enfoque biologicista es insuficiente tanto para determinar el real riesgo a las enfermedades prevalentes, la planificación y presupuestos de la salud pública, así como para los estándares de práctica de tratamiento y cuidado.

A partir del diagnóstico obtenido con esta pionera investigación realizada por UNDAV, WV y HEMIAG, las/os autoras/es identifican la necesidad de implementar procesos de restauración de las EAN y construcción de capacidades para Crianza con Ternura, que a su vez contribuyan para la promoción de la salud y prevención de enfermedades crónicas. Ello es así porque en la medida que Crianza con Ternura restaura las experiencias adversas de la niñez, genera capacidades para la convivencia en una cultura de ternura y procura la ternura como derecho, se convierte en un camino de transformación de la formación profesionalizante de la enfermería.

Es importante destacar que la investigación confirmó el problema central que Crianza con Ternura busca resolver: la cultura patriarcal deshumanizante. Ello implica que los procesos de restauración tendrán que ser libertadores no solo del dolor y la enfermedad, sino también de la opresión. Aun cuando exista ternura, si ésta no es empoderante no logrará realizar su máximo impacto en la prevención de los factores de riesgo a la salud.

Finalmente resulta interesante resaltar algunas de las propuestas que se reseñan en el libro que presenta la investigación: difusión de los hallazgos científicos, socializándolos en diferentes eventos científicos para promover nuevos enfoques de Salud Pública; promoción de Talleres de Restauración de los EAN en la población de estudiantes de la Licenciatura en Enfermería, trabajadores de la salud y educadores; y la realización de talleres destinados a los profesionales que realizan entrevistas a pacientes, para que se introduzca la valoración y recolección de datos cualitativos afines a EAN y FFN.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares que me acompañen en el presente proyecto de resolución.