Su profundo pesar por el fallecimiento de Alberto Rex González médico, antropólogo y padre de la arqueología moderna en la Argentina.

Señor presidente:

El miércoles 28 de marzo, en la ciudad de La Plata, falleció, a los 93 años, el médico, arqueólogo y antropólogo, Alberto Rex González.

Nacido el 16 de noviembre de 1918 en Pergamino, egresó en 1947 de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), de la cual se graduó en Medicina y a comienzos de la década de los 50 obtuvo su título de Doctor en Antropología en la Universidad de Columbia (Nueva York, Estados Unidos).

En diciembre de 2007, durante un homenaje de la comunidad de su ciudad natal, realizado en las instalaciones de Cinema Pergamino, Alberto Rex González comentaba, acerca de su carrera y su profesión: "Terminada la secundaria tenía que decidir qué carrera seguir. Quería estudiar arqueología pero en ese momento esa disciplina no era una carrera independiente, sino una materia dentro de otras carreras (...). Pero llegó la hora de partir hacia Buenos Aires en el viaje de egresados y yo, además de participar en esta gran ciudad de las parrandas propias de la juventud, un día convencí a unos cuantos compañeros de visitar el Museo de Historia Natural. Allí conocí a un señor que advirtió mis conocimientos y me preguntó si me gustaba tanto, a lo que respondí que muchísimo pero que no sabía dónde estudiarla. Este señor me habló de Héctor Greslebin, con quien me contactó y a (...) él le confié lo que ya era mi vocación (...) y me aconsejó seguir una carrera liberal para asegurar mi sustento, sin descuidar por ella mi afición por la Arqueología. Fue así que, al enterarme que compañeros y amigos míos del secundario se iban a Córdoba a estudiar Medicina, me sumé a ellos. Me recibí de médico pero mi verdadera inclinación era, cada vez más, la Arqueología. La Medicina la ejercí cuando -ya poseedor de una beca para estudiar en los Estados Unidos- costeé mi viaje como médico de un buque mercante que me llevó de Buenos Aires a Nueva York".

Así fue como este médico por titulación pero antropólogo y arqueólogo por elección, dedicó más de medio siglo a la investigación, docencia y formación de investigadores y fue pionero en la aplicación del método de datación por Carbono 14 en América del Sur.

Lo utilizó en el cerro Inti Huasi (San Luis) para demostrar que los restos encontrados allí tenían una antigüedad de 8.000 años. Asimismo, gran parte de su labor la desarrolló en excavaciones sobre culturas agroalfareras en la provincia de Catamarca, que en 1992 le deparó un reconocimiento público por su aporte al conocimiento del pasado catamarqueño.

Realizó un aporte fundamental en la periodización de las culturas precolombinas del Noroeste Argentino (NOA) cambiando la metodología y técnicas de campo, estableciendo nuevas metas, como la reconstrucción histórica cultural integral, incorporando la economía y la organización social, a los estudios relacionados con la cerámica.

Entre otros logros, Rex González definió a la cultura de La Aguada como una nueva entidad arqueológica de nuestro noroeste (1955) e introdujo en la Argentina la técnica del fechado radiocarbónico.

Durante su larga carrera, a la que dedicó su vida, recibió varios y diversos reconocimientos, entre los que encontramos: premio a la producción científica nacional otorgado por el Ministerio de Educación (1963), distinción especial de la American Archaeological Society (1984), Medalla otorgada por la Spinden Society (1969); doctor Honoris Causa designado por la Universidad Nacional de Córdoba (1990); doctor Honoris Causa designado por la Universidad Nacional de Tucumán (1992); doctor Honoris Causa designado por la Universidad Nacional de La Plata (1992); el premio Konex de Platino (tanto en 1986 como en 1996), , en 1993 fue "Ciudadano Ilustre" de Pergamino, y la misma distinción obtuvo en la Ciudad de Buenos Aires, en 1996.

El reconocimiento a su trayectoria tiene su razón de ser: Alberto Rex González fue Profesor de la Universidad Nacional de La Plata (1961); Profesor de la Universidad Nacional de Córdoba (1963); Presidente de la Comisión de Ciencias Antropológicas (1965); Presidente del LXXXVII Congreso Internacional de Americanistas (1966); Profesor Visitante de la Universidad de Harvard, EE.UU. (1968); Miembro de la Comisión Argentina al Sudan (1962); Director del Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (1984-1987); Jefe de la División Arqueológica del Museo de La Plata (1984-1989). Por todo su trabajo, también fue uno de los inspiradores del Equipo de Antropología Forense.

En una entrevista publicada en la "Revista Noticias" Año XXII, N° 1529, Buenos Aires, 14 de abril de 2006, frente a la pregunta que le hiciera el periodista sobre el balance final que forjara en relación a las ingratitudes y gratificaciones de su vida, Rex González contestaba: "No gratificaciones económicas, he vivido muy modestamente. Si hubiese ejercido como médico o me hubiese dedicado a criar vacas... Pero yo hacía lo que me gustaba. Mi vida estuvo plena de sentidos, y si tuviera que empezar, volvería a ser arqueólogo".

Con la muerte de Rex González, se cierra un ciclo de la arqueología argentina que tuvo 3 pilares esenciales: primeramente, Juan Bautista Ambrosetti, etnógrafo, folclorólogo y naturalista nacido en Gualeguay, provincia de Entre Ríos, a quien se debe el descubrimiento y posterior estudio del Pucará de Tilcara; por otra parte, el trabajo de Florentino Ameghino y, por supuesto, el del propio Alberto Rex González, que, con su actividad denodada, lograron rescatar para nuestra cultura y patrimonio nacional, partes de un pasado, que los argentinos debemos valorar permanentemente porque constituye las bases esenciales de nuestra nacionalidad.

Asimismo, un emocionado recuerdo a quienes en las épocas de la dictadura que arrasó el país a partir del 24 de marzo de 1976, supieron construir un centro de pensamiento nacional, el Centro de Estudios Rosario, donde tuvimos el privilegio, a través del valioso aporte de antropólogos expulsados de las aulas de las universidades, de la figura de Alberto Rex González, de sus charlas y enseñanzas, que posibilitaron a muchos jóvenes valorar nuestro patrimonio cultural y amar más profundamente a nuestra Argentina.